Heraldo del Campo

"La agricultura tiene grandes problemas y necesita una alternativa. Se llama Trinium"

Enzo Nastati divulga por el mundo un nuevo método de agricultura, que incluye la utilización de tratamientos homeopáticos.

Enzo Nastati en Zaragoza.
Enzo Nastati en Zaragoza.
A. N.

Enzo Nastati divulga por el mundo un nuevo método de agricultura, que incluye la utilización de tratamientos homeopáticos. Impulsor de la agricultura homeodinámica, viaja ahora por el mundo para presentar un paso más, el método Trinium. ¿Qué es exactamente?

Tiene más fuerza que la homeodinámica y permite trabajar no solo con la agricultura ecológica, también con la convencional y con la contaminación. El método Trinium ha nacido de tres preguntas: ¿cómo producir calidad alimentaria, cantidad y mejorar el medio ambiente?, porque normalmente el medio ambiente es quien paga la acción de la agricultura. Es un trabajo que ha tardado más de diez años y ahora vamos a presentarlo por todo el mundo.

Todos estas teorías tienen como base las teorías de Rudolf Steiner, padre de la agricultura biodinámica, que se produjeron en 1924. ¿No ha cambiado mucho la agricultura como para que todavía estén en vigor aquellos planteamientos?

Esa es la cuestión. Rudolf Stneiner quería hacer tres cursos de agricultura. Hizo el primero y se murió. Y hace noventa años el medio ambiente era completamente diferente, pero él ya pensaba hacer tres profundizaciones. Ahora, después de 90 años, la pregunta es: ¿No hay que avanzar un poco más? Porque la contaminación es completamente diferente, tenemos OGM, la meteorología está loca, el hombre está loco y, por lo tanto, nuestro trabajo es impulsar el trabajo de Rudolf Steiner y mirar un poco hacia adelante también.

Para todo esto, usted creó Eureka. ¿Cómo se investiga y cómo se trabaja en ese centro?

Tenemos dos piernas. La primera es el estudio de la antropología de Rudolf Steiner, es decir, todo el mundo de la agricultura biodinámica y de la antroposofía, que en mi opinión es lo único que explica bien las leyes de la vida. La otra pierna, más relacionada con el corazón, es el estudio de los Evangelios, porque Cristo ha dicho yo soy verdad y vida. Si queremos llevar vida a la tierra necesitamos la cabeza de Steiner y el corazón de Cristo. Si juntamos los dos, nace el método Triniun.

¿Le miran extrañados cuando explica esto?

Tengo una edad en la que puedo decir lo que quiera, no necesito hacer carrera. Y no es el primer trabajo en mi vida.

¿Los retos de la agricultura actual (alimentar a una gran población, cambios climático, respeto al medio ambiente) se pueden solucionar con su método?

Esto es el método Trinium, pero además el reto de alimentar a la población no es el reto simple de llenar la tripa, es alimentar al hombre holístico en todo su componente, con un alimento de calidad que sostiene no solo el físico, sino también la conciencia, el alma, los valores.

Usted habla de tratamientos homeopáticos en la tierra y la planta. Póngame algún ejemplo.

Cuando se corta la alfalfa, el alfalfa crece otra vez. El impulso que crea la forma que la alfalfa tenía antes de cortarla holísticamente hablando viene de la fuerza del planeta mercurio. Mercurio tiene una referencia en el mundo vegetal que es la planta de la manzanilla. Tú puedes coger la manzanilla, extraer con prácticas homeopáticas el principio activo, pulverizar el preparado sobre la alfalfa y esta rebrota más rápido.

Tengo entendido que incluso influye si se aplica por la mañana o por la tarde.

La tierra tiene un aliento, los cultivadores indios ya lo conocían y lo llamaban ‘el aliento de prana’. Por la tarde, desde las 15.00 hasta las 3.00, la tierra inspira a la vida. Después de las 3 de la madrugada, expira la vida. Si yo necesito hacer un tratamiento que actúa dentro de la madre tierra, por ejemplo, producir humus o descontaminar, mejor trabajar por la tarde. Si quiero un tratamiento para la floración, para el producto que está fuera de la tierra, lo pulverizo por la mañana.

Para el agricultor, ¿qué beneficios tienen estas prácticas?

En primer lugar tenemos que tener en cuenta que hay fuerzas que bajan de cielo y fuerzas que suben de la tierra. Cuando se encuentran nace la planta, que tenemos que entender como un hijo de un padre (señala el cielo) y una madre (la tierra). Por eso tenemos que tener una tierra descontaminada y vital, porque si la mamá es estéril no puede concebir hijos. El estudio de este matrimonio desarrolla también el humus. Yo he estado más de 20 años investigando cómo nace el humus y lo hemos hecho sin abonar, solo creando las condiciones naturales para este matrimonio. Ahora tenemos productos que desarrollan el humus y por eso con nuestro método no se necesita abonar. Eso es un enorme ahorro para el agricultor, unos 300 o 400 euros cada año por hectárea. Y no contamina.

¿Se consigue una agricultura más productiva?

Sí, el primer año un 20% más, pero hemos llegado al 100% e incluso al 200%. Más que el proceso, como la vida comienza a fluir y lo hace cada vez más, la tierra produce más, pero lo hace sin cansarse, sin ser sobreexplotada.

No es una técnica muy aplicada. ¿Es por desconfianza?

Es simplemente porque es nueva, pero la agricultura tiene muchos y muy grandes problemas (económicos, ecológicos, por la salud del consumidor, la contaminación…) y nosotros intentamos dar una respuesta.

¿Dónde está implantada?

Tenemos confianza en los Estados Unidos, allí tenemos un grupo que emplea nuestros productos, que han puesto en práctica lo que les hemos enseñados porque han visto de inmediato los resultados y que ahora incluso quieren crear una escuela. Trabajamos también en China, donde hemos hecho las primeras pruebas para descontaminar la tierra de sal, porque la salizanización es un problema enorme porque es el paso anterior al desierto. Ha ido bien y ahora estamos repitiéndolas de forma más oficial. Y estamos hablando de un millón de hectáreas para empezar.

Y al consumidor, ¿qué le aporta?

Que come una comida sana que le nutre en todos sus aspectos, también en el ético, porque sabe que come una comida que no es un peso sobre la madre tierra ya que no produce contaminación.

¿Hay que pagar más por los alimentos producidos así?

Eso dependerá del mercado, pero lo que yo puedo decir es que es más barato producirlos. La base de nuestro método cuesta unos 400 euros cada hectárea al año. Hemos comparado cinco métodos ecológicos diferentes con achicoria roja y nuestro método ha sido el más económico, con un coste de 450 euros por hectárea y 0,009 euros por planta, mientras que el método más caro ha costado 2.250 euros por hectárea y 0,5 euros cada planta.

¿Confía en que los agricultores aragoneses sean receptivos?

La agricultura es igual en todo el mundo. Es muy conservadora, porque mucha gente ha prometido muchas cosas que le ha dejado muy poco dinero en los bolsillo y ahora no tiene confianza en lo nuevo. Pero tiene muchos problemas y necesita buscar una alternativa. Eso es Trinium, que además tiene una ventaja, es un método económico. Ha sido mi elección bajar los precios más de lo que podíamos porque yo hago investigación por amor a la tierra, no soy un comerciante, y mi sueño es ver que el desierto se convierta en verde. Un sueño que se está haciendo realidad.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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