El balance de la campaña de la oliva deja un sabor agridulce

La pasada campaña de la oliva deja un balance agridulce en la comarca de Tarazona y el Moncayo. Por un lado, la cosecha de olivas se redujo notablemente, pero por otro, la calidad del aceite está resultando excelente.

Se recogieron hasta un 70% menos de kilos de olivas con respecto a la campaña anterior, según datos aportados por la Cooperativa Agraria San Atilano. Además, las lluvias del mes de noviembre hicieron que los rendimientos también mermasen.

Sin embargo, la nota positiva hay que buscarla en la calidad del producto, ya que se está obteniendo un aceite “excepcional”, porque la recogida fue temprana y la maduración de la oliva no fue excesiva, dando como resultado un aceite afrutado.

Parte de la aceituna que pasó por las instalaciones de la Cooperativa va destinada a la elaboración de aceite de oliva virgen extra con el sello certificado de la Denominación de Origen ‘Sierra del Moncayo’.

En las 2.500 hectáreas de los cinco productores que conforman la denominación se llegaron a recoger algo más de 1.511.000 kilos de aceitunas. En la campaña anterior se duplicaba esta cifra, con 3.275.000 kilos y 1.350.000 litros producidos, frente a los 723.000 litros obtenidos en esta última campaña.

El descenso también lo han notado en el trujal ‘La Verónica’ de Tarazona, donde han pasado de una “cosecha histórica” a menos de la mitad. Si el año pasado pesaron hasta 1.400.000 kilos de oliva, y fabricaron 280.000 litros de aceite, éste han sido 600.000 los kilos cosechados y unos 120.000 los litros de ‘oro líquido’ producidos, la mayor parte proveniente de la variedad arbequina.

Las consecuencias de esta notable merma en la campaña de la oliva se traducirán en una subida del precio del aceite de oliva virgen extra.