El Ministerio de Sanidad plantea reducir de 24 a 17 horas las guardias de los médicos
Los sanitarios apoyan la medida, pero exigen un plan serio para cubrir los turnos que queden vacantes y que el cambio no merme sus nóminas.
La medicina es la única profesión legal en el que un empleado puede permanecer 24 horas seguidas en su puesto de trabajo con el visto bueno de la Administración. Las guardias de un día entero de duración se incorporaron al sistema sanitario español hace 50 años y desde entonces, se han normalizado, pese a los evidentes perjuicios que jornadas laborales tan extensas acarrean en los profesionales y en los pacientes.
La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció la semana pasada una reforma del Estatuto Marco del personal de los servicios de salud para reducir las guardias médicas de 24 horas hasta las 17, pero el plan ha sido recibido con cierto escepticismo por las agrupaciones médicas y los sindicatos del sector, que consideran que la falta de medios económicos y humanos lo puede hacer inviable.
El modelo, una de las causas del enorme repunte del síndrome del trabajador quemado entre los sanitarios, ha vuelto a convertirse en objeto de debate después de que una intensivista, Tamara Contreras, haya recogido en la plataforma Change.org 120.000 firmas para acabar con las guardias de 24 horas. Contreras fue recibida el miércoles por la ministra, que de formación es médica anestesióloga, y le hizo partícipe de la petición.
Estas jornadas de un día entero son "físicamente y mentalmente agotadoras" y están llevando a los sanitarios a "querer abandonar la profesión, cambiar de especialidad o huir del sistema por algo tan sencillo como buscar calidad de vida", relató la médica. En su texto en Change.org, Contreras detalla situaciones reales que ocurren en los centros sanitarios todos los días y apela directamente a los pacientes. "Llegas a urgencias. Estás muy grave y te ingresan en la UCI. Un médico tiene que tomar ya una decisión que supondrá que vivas o mueras. ¿Prefieres un médico despejado o uno que lleva 20 horas sin dormir?". "Esta es la realidad de nuestro actual sistema sanitario", señala la sanitaria, "que obliga a que los médicos hagamos jornadas de 24 horas, poniendo en riesgo la vida de nuestros pacientes".
Tras reunirse con Contreras, Mónica García mostró su completo apoyo a la petición. "Cuando lo contamos hacia afuera, la gente no da crédito. Hay que acabar con este anacronismo", indicó la ministra, que se comprometió a reformar en este 2024 el Estatuto Marco que permite estas guardias.
Complejidad
"Desde el Ministerio estamos plenamente comprometidos con esta medida, sabiendo que es compleja y que requiere una reestructuración de nuestro sistema de salud y una reestructuración de nuestras horas de trabajo", dijo García, que citó países como Suecia, que ya han acabado con el modelo, y especificó que se trata de "reorganizar, reestructurar y gestionar mejor a los profesionales, sus horas de trabajo y sus horas de descanso".
Pero a la vez, García abogó por la "flexibilidad", se inclinó por una variación "servicio por servicio" y reconoció que "va a costar cambiar" el sistema después de medio siglo. De primeras, los sanitarios están de acuerdo con la propuesta. "El objetivo final de la reducción de las guardias es la seguridad clínica, es decir, que el médico esté en las mejores condiciones físicas y psicológicas para atender a un paciente. Y es una medida que también permitirá una mejor conciliación", argumenta el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM).
Sin embargo, la responsable de Finanzas y Servicios de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), María José Campillo, recuerda que existen por lo menos dos factores que complican los planes del Ministerio. El primero, la falta de profesionales, sobre todo en hospitales de tamaño pequeño y mediano. "¿Quién va a hacer los turnos que se van a quedar sin médicos?", se pregunta. Y el segundo, que las guardias representan "hasta el 50% de las nóminas de muchos médicos". "Lo que ha anunciado la ministra es un brindis al sol, necesitamos un proyecto serio", exige Campillo. Por ahora, García apunta la posibilidad de hacer fijos a los interinos y estudiar "progresivamente" los cambios.
