Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Gazapos de ciencia y cine

'El ángel de la muerte': nunca recurras a un testigo poco fiable para los químicos si quieres detener a un asesino en serie

​Descubre el gazapo de ciencia en este diálogo de la película 'El ángel de la muerte'. 

Fotograma de la película 'El ángel de la muerte' ('The Good nurse'), dirigida en 2022 por Tobias Lindholm
Fotograma de la película 'El ángel de la muerte' ('The Good nurse'), dirigida en 2022 por Tobias Lindholm

Agua parece, insulina no es. No se trata de una adivinanza, sino de la clave para descubrir el modus operandi de un enfermero aficionado a dar pasaporte a los pacientes a su cargo; y de paso para descubrir también lo poco que saben de química básica algunas enfermeras de película, algunos detectives de la policía estatal y algunos guionistas de Hollywood. Y con ello detectar el gazapo oculto en este diálogo.

La película está basada en la historia real del enfermero Charlie Cullen apodado como 'el ángel de la muert'e e implicado en la muerte de más de 3.000 personas en nueve hospitales y en concreto su relación con la enfermera Amy Loughen quien acaba descubriendo la verdad y ayudando a los detectives que llevan el caso a detener a Cullen.

Descubre el gazapo de ciencia en este diálogo de la película 'El ángel de la muerte' ('The Good nurse'), dirigida en 2022 por Tobias Lindholm, con guion de Kristy Wilson-Caims y con Jessica Chastain (Amy Loughen); Eddie Redmayne (Chralie Cullen); Nmandi Asomugha (detective Baldwin); Noah Emmerich (detective Braun) en el reparto.

El diálogo

  • -Lo hace en el almacén. Antes de ponerlas en los goteros. Inyecta insulina en las bolsas y como pasa a la sangre poco a poco puede tardar horas…. Bueno, incluso un día en matar a alguien -explicó Loughen.
  • -O sea, los mata sin ni siquiera tocarlos -dijo el detective Baldwin
  • -¿Podría meter alguna otra sustancia aparte de insulina? -prosiguió el detective Braun
  • -Si. Ningún líquido trasparente se detectaría.
  • -¿La digoxina es un líquido trasparente? -volvió a inquirir Braun
  • -Sí
  • -Podría matar? -intervino de nuevo el otro investigador.
Y Amy asintió con la cabeza.

El gazapo

Ya es mala suerte la de los detectives asignados al caso, que por fin han descubierto al responsable de las muertes y su modus operandi, pero que deberían descartar este testimonio por venir de un testigo poco fiable. Y no porque actúe de mala fe y cometa perjurio por esconder algún oscuro secreto o por rivalidades profesionales; sino por el desconocimiento sobre la digoxina en particular y la química en general que se desprende del interrogatorio -como para plantearse siquiera la posibilidad de recurrir a la bienintencionada enfermera Loughen como testigo experto.

El primer crimen científico en el que incurre la enfermera es el de confirmar que la digoxina es un líquido trasparente…, cuando en realidad a presión y temperatura ambiente y en estado puro se presenta como un sólido cristalino blanquecino; como por otra parte cabría esperar de un compuesto cuyo punto de fusión se sitúa por encima de los 235ºC.

Otra cosa distinta es que alguna de las preparaciones o formatos en los que se dispensa con fines terapéuticos sea en forma de disolución; aunque la más habitual es como (sólidos) comprimidos en el que el polvo resultante de moler los cristales se mezcla con excipientes.

No obstante, el de la digoxina líquida no es el mayor atentado contra la química que comete la enfermera. Y es que afirmar que ningún líquido trasparente se 'detectaría' (en realidad se refiere a detectar a simple vista) es saber muy poco de química general. Y en concreto de la existencia de líquidos que siendo trasparentes son inmiscibles; que no se mezclan entre sí, sino que forman dos capas con una interfase o película intermedia, como sucede en el clásico ejemplo del aceite y el agua.

Vale, el aceite no es trasparente, pero sí es apolar. O para ser más preciso, está compuesto por moléculas apolares, esto es, por moléculas de carga neutra, que no presentan zonas con carga positiva y otras con carga negativa; que es lo que sí sucede en las moléculas polares; como puede ser el agua. De hecho, una forma fácil de ver esto es pensar en las segundas como imanes con un polo negativo y uno positivo; en tanto que las primeras se equipararían a un trozo de metal diamagnético (lo que significa que no experimenta atracción por los imanes), de madera o incluso una pieza (plástica) de Lego. Así, de vuelta al clásico ejemplo del agua y el aceite si pensamos en la primera como un montón de imanes y en el segundo como un montón de piezas de Lego lo que sucede es que los imanes tienden a agruparse entre sí (debido a la tracción entre polos opuesto) y si en este estado les arrimamos un montón de piezas no pasará nada: los imanes seguirán juntos por un lado y las piezas juntas por el otro: es decir, como dos fases o capas bien diferenciadas. Y si se depositan las piezas sobre el montón de imanes, aquellas se quedarán ahí encima todas juntas, sin mezclarse ni intercalarse entre los imanes: que es lo que sucede cuando se mezclan agua y aceite; que las moléculas de cada cual van por su lado.

Y vale, sí, el aceite sigue sin ser trasparente. Pero es que tampoco es ni mucho menos el único líquido apolar. Que de estos hay muchos, por ejemplo: el éter dietílico el cloroformo, la acetona o el ciclohexano, todos ellos transparentes además de apolares.

Así como norma general puede afirmarse que dos líquidos son miscibles dando lugar a una mezcla homogénea en la que uno y otro son indistinguibles cuando sus moléculas son de la misma naturaleza: o bien polares o bien apolares. Y al contrario, cuando sus moléculas son de distinta naturaleza (unas polares y otras apolares) no se mezclan entre sí dando lugar a la formación de dos fases distinguibles -detectables- a simple vista.

Una norma general que, en realidad, es una simplificación de la realidad en la que no todo es blanco y negro, sino que hay grises; lo que aplicado a la polaridad de las moléculas implica que hay sustancias poco polares: esto es, con un lado polar 'pequeño' y un voluminoso lado apolar -y aquí podemos verlo como un pequeño imán pegado a una voluminosa pieza de Lego que dificulta que otros imanes se puedan acercar, al menos por ese lado-. A escala macroscópica esto se traduce en que hay líquidos poco miscibles entre sí; es decir que una pequeña cantidad sí se mezcla pero cuando el volumen del segundo líquido supera un límite la presencia de dos fases se hace evidente.

...y también hay sólidos poco solubles en líquidos polares. Que es lo que sucede en el caso de la digoxina atendiendo a que ésta es una molécula con un voluminoso esqueleto apolar del que cuelgan algunos pequeños grupos polares (una estructura de piezas de Lego con unos pocos imanes distribuidos por su superficie). Lo que supone que solo se puede disolver una muy pequeña cantidad de digoxina en agua: cuando hay muy pocas moléculas de digoxina los pequeños imanes que constituyen el agua aún pueden rodearlas e integrarlas en el líquido pero en cuanto el número de moléculas crece los pequeños imanes ya no dan abasto y no son capaces de rodearlas a todas y muchas acaban precipitándose hacia el fondo.

Más aún -o mejor dicho, menos- en el caso del suero fisiológico o salino, en el que la digoxina es todavía menos soluble que en agua pura debido a la presencia de sales disueltas. Esto sucede porque una sal es un compuesto iónico; es decir, integrado por dos 'piezas', una con carga neta negativa y otra con carga neta positiva, que en un líquido polar se disocian, se separan. Que sean iones con carga neta implica que las moléculas del agua sienten una atracción fatal por ellas y su primer instinto es rodearlas. Y, claro, cuanto mayor es el contenido en sales (como sucede en los sueros fisiológicos hipertónicos), más iones hay, más moléculas del agua se lanzan de cabeza a rondarlos y menos quedan disponibles para rodear e integrar en el medio líquido a las voluminosas y poco polares moléculas de digoxina.

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