Tercer Milenio
En colaboración con ITA
La colocación de unas rosas sobre la tumba de Cajal, inicio simbólico del proyecto Panteón Español en Red
Su objetivo es señalizar tumbas insignes, georreferenciándolas e instalando un QR informativo, y dignificarlas, promover su conservación como forma de difundir la historia
Este rosal, de origen arbustivo, no supera el metro de altura, crece rápido y da flores de color amarillo anaranjado que rondan los ocho centímetros. Son rosas de la variedad Ramón y Cajal, desarrollada en 2021 por la hibridadora de rosas Matilde Ferrer. Amarillas como la tinción de Golgi que el Nobel aragonés utilizaba en sus preparaciones histológicas, sus espinas recuerdan las protusiones de las dendritas neuronales. En su honor fue colocado el pasado jueves un manojo de estas sencillas rosas, traídas expresamente desde Valencia, sobre la sepultura de Santiago Ramón y Cajal en el cementerio madrileño de la Almudena. La idea, como la tumba de alguien que tiene quien le recuerde, es que siempre haya allí una rosa fresca.
Este homenaje a Cajal fue iniciativa de la Federación Española de Asociaciones de Historia y la Asociación Cultural Reinos de España, que presentaron el proyecto Panteón Español en Red. Además de elogios sobre su figura, el acto incluyó música adaptada a los gustos cajalianos: jotas de la mano de la Casa de Aragón en Madrid y acordes de guitarra, a cargo del argentino Carlos Echegaray.
El objetivo principal de este proyecto es "garantizar la perpetuidad de las sepulturas de los españoles y españolas más ilustres mediante el señalamiento digital georreferenciado de sus tumbas, la instalación de un QR informativo en ellas y la dignificación y conservación de las sepulturas, todo ello integrado en el proyecto mediante patrocinios y donaciones de particulares, empresas y Administraciones", explica José Francisco Jiménez Galindo, secretario general de la Federación Española de Asociaciones de Historia y presidente de la Sociedad Española de Recuperación y Conservación del Patrimonio, otra de las entidades que apoyan el Panteón Español en Red.
Entre los asistentes al homenaje se encontraban familiares y biógrafos de Santiago Ramón y Cajal, así como representantes de los ámbitos de la medicina y la psicología como Javier Sanz Serrulla, de la Real Academia Nacional de Medicina; Juan Andrés de Carlos, responsable del Legado Cajal en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; o José Javier Campos-Bueno, antiguo responsable del Legado del doctor Simarro de la Universidad Complutense de Madrid.
Dos días después, el sábado 6 de mayo, se rendía otro homenaje ante la sepultura de Leonardo Torres Quevedo, en el Cementerio de San Isidro, con la participación, además de la familia, de José Manuel Sanjurjo Jul, vicepresidente de la Real Academia de Ingeniería; y de Francisco de Asís González Redondo, profesor de Historia de la Ciencia en la Complutense. Ambos habían entregado el día anterior el legado de Torres Quevedo para la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.
Patrimonio funerario
Partiendo del "abandono generalizado del patrimonio funerario español", esta iniciativa del Panteón Español en Red trata de trasladar al siglo XXI el reconocimiento a las personalidades de la historia. Actualmente, "mejor que reunir a los cadáveres ilustres en panteones, tiene más sentido dejar las tumbas donde están, pero localizarlas, señalizarlas y dignificarlas, no permitir que estén en un estado de conservación lamentable".
Hace unos años, le faltaban algunas letras a la lápida de la sepultura donde descansa Cajal, junto a su esposa Silveria –como él quiso– y una sobrina. Ahora, además de restaurada y limpia, se ha colocado sobre ella, para señalizarla, un código QR. Una vez escaneado desde el teléfono móvil, conduce a un breve perfil hablado en español, inglés y francés y también en lengua de signos. Para favorecer el turismo funerario también está en marcha la aplicación Simenterium, que, escaneando in situ un QR ubicado a la entrada del cementerio, guiará hasta el lugar exacto de la tumba que se busca. Esta 'app', unida a Nomenclator, que conecta más de 2.000 códigos QR con información de diversos edificios, se unirán en la futura web propia del proyecto Panteón Español en Red. "Es una forma de difundir la historia de España y de reencontrarnos con parte de nuestra identidad", destaca Jiménez Galindo.
El objetivo de dignificar la sepultura de Cajal se completa con el gesto de que tenga siempre una flor fresca, renovada cada ocho o diez días, como demostración de no haber caído en el olvido. "Las seis primeras rosas ya están pagadas –señala–, buscaremos quien quiera seguir".
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