Los estorninos forman bandadas de cientos y hasta de miles de individuos. Desde el centro y norte de Europa, llegan a la península ibérica en invierno, en busca de una mayor abundancia de insectos y semillas. A su paso, dejan un inconfundible rumor y, por eso, se conoce a su movimiento coordinado en el aire como 'el murmullo'.

Al igual que los cardúmenes en el océano o las colonias de hormigas en tierra, contemplar la inexplicable coordinación de sus maniobras de vuelo hace pensar que se comportan como un único superorganismo. Pero hay que abrir bien los ojos ante esta imagen tomada por Roberto Bueno Hernández. Hay algo más que frenéticos estorninos: un halcón peregrino ataca a la bandada. Su veloz picado desde lo alto, el más rápido del mundo animal, se lo pone difícil a los estorninos para detectarlo y reaccionar a tiempo. Esta instantánea fue premio Fotciencia en la modalidad General de la 19 edición del certamen de fotografía científica.

Bueno es ingeniero de formación y profesión; “de devoción, naturalista y fotógrafo; fue fácil que ambas se combinaran hace muchos años para dedicar una parte importante de mi vida a lo que más me gusta: la fotografía de naturaleza”, declara. Ya desde niño, sus incursiones por el mundo natural acabaron llevándole en esta dirección.

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Fotografía kilómetro 0,0

A pesar de lo sorprendente que pueda parecer, esta fotografía fue tomada desde el balcón de su casa, en Hospitalet del Infante, Tarragona. “Es lo que llamamos fotografía de proximidad. Y, en este caso, más aún, ya que es fotografía kilómetro 0,0”, señala. Los fotógrafos de naturaleza “estamos siempre atentos, incluso en ambientes urbanos, a cualquier manifestación de vida silvestre”; así que, “siguiendo en invierno las aglomeraciones estacionales de los estorninos dentro de los pueblos, incluso desde casa, pueden observarse los extraordinarios movimientos ondulantes de estos fantásticos pájaros”.

La utilización de disparo en ráfaga le permitió captar la escena completa del ataque del halcón peregrino a la bandada de estorninos. Ataque que es “extraordinariamente fulminante y uno de los más rápidos del reino animal”.

Aparte de “la belleza estética que aporta la propia formación de estorninos en el escenario de las últimas luces del atardecer”, a Roberto le gustaría que “la fotografía ayudase a valorar más a estos extraordinarios animales, tan denostados por las molestias que, a veces, ocasionan a los vecinos”.

Además del movimiento coordinado de los estorninos en vuelo, también jardines petrificados, la combustión del acero o las neuronas activadas durante la formación de un recuerdo protagonizaron las imágenes seleccionadas en la 19 edición del certamen Fotciencia. Esta iniciativa de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que cuenta con la colaboración de la Fundación Jesús Serra, del Grupo Catalana Occidente, dedica modalidades específicas a la microfotografía, la agricultura sostenible, la alimentación y nutrición, el Año Cajal y la educación. Ciencia que entra por los ojos y despierta preguntas.

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