La OMS predice una segunda ola global de covid pero más leve por la vacunación

Shanghái, epicentro actual de la pandemia en China, afronta una "trágica batalla" que podría afectar a hasta 13 millones de vecinos.

Varias personas pasean por Shanghái después de la relajación de las medidas en China.
Varias personas pasean por Shanghái después de la relajación de las medidas en China.
ALEX PLAVEVSKI

La crudeza de la pandemia de la covid-19 en China eleva la alerta mundial ante el peligro de propagación. Un temor que aumenta con la celebración del Año Nuevo chino, que comienza el próximo 23 de enero, y que podría facilitar que el virus traspase las fronteras y azote de nuevo a la comunidad internacional. El riesgo sería mayor si Pekín elimina la cuarentena para los viajeros, decisión que el Gobierno prevé anunciar el próximo mes, según Bloomberg.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de una segunda ola a nivel global, aunque la afección sería más leve en Occidente debido a los altos niveles de vacunación, que contrastan con los del gigante asiático, donde buena parte de la población no está suficientemente protegida ante el coronavirus, a falta de las dosis de refuerzo. No se puede hablar de una "pospandemia", alega Marion Koopmans, viróloga de la OMS, sino de una futura y más que probable "segunda ola" global.

La experta en salud afirma que la situación epidemiológica actual amenaza con contagiar al 60% de la población china, esto es, a 800 millones de personas, lo que equivale a uno de cada diez habitantes del mundo. El estado actual en China "es un desastre total", asegura Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, quien enfatiza el "enorme colapso asistencial, los contagios multiplicados, las bajas laborales enormes y la mortalidad elevada" en Pekín y otras ciudades del país.

El Gobierno de Xi Jinping, no obstante, ofrece una versión distinta de la crisis. Por segundo día consecutivo, las autoridades no informaron ayer de nuevas muertes por covid. Una situación que choca con las imágenes difundidas por algunos medios que muestran una realidad inquietante con hospitales colapsados, farmacias sin existencias de antivirales y largas colas de coches fúnebres ante los crematorios.

De hecho, varias fuentes apuntan a una realidad desoladora en el gigante asiático. Airfinity, la firma británica de investigación sobre salud, estima que más de 5.000 personas perecen cada día a causa del masivo brote actual. Según sus estimaciones, basadas en datos regionales de China, los contagios superan el millón por jornada. Es un "marcado contraste con las cifras oficiales que informan de 1.800 casos y solo siete muertes durante la última semana", apunta Airfinity, cuyo análisis refleja asimismo que entre 1,3 y 2,1 millones de chinos podrían morir en esta ola.

5,43 millones de positivos

Una estimación similar ofrece el hospital Deji de la ciudad de Shanghái, actual epicentro de la pandemia en el gigante asiático -al igual que fue Wuhan a finales de 2019-, que prevé que, mientras el virus se extiende rápidamente, la mitad de los 25 millones de habitantes de la urbe se infecten la próxima semana. Según publicó el centro sanitario en su cuenta de WeChat (la 'navaja suiza' del ciberespacio chino -aglomera servicios equivalentes a Facebook, WhatsApp o Bizum, entre otras funciones-), hay alrededor de 5,43 millones de positivos en Shanghái. Y para finales de año la cifra podría aumentar hasta los 12,5.

Ante la preocupante situación que vive la ciudad más grande del gigante asiático, el hospital Deji ha advertido a su personal que se prepare para una "trágica batalla" contra el covid. "La víspera de Navidad, el día de Año Nuevo y el Año Nuevo Lunar de este año están destinados a ser inseguros", avanzó el centro en WeChat, donde elevó la alarma sanitaria. "¡En esta trágica batalla, todo el gran Shanghái caerá e infectaremos a todo el personal del hospital! ¡No tenemos otra opción y no podemos escapar!".

El hospital de Pekín también vive un panorama desolador. La televisión estatal CCTV muestra imágenes de filas de pacientes en la unidad de cuidados intensivos respirando mediante máscaras de oxígeno. El subdirector del departamento de emergencias del centro, Han Xue, afirmó que reciben 400 pacientes por día, cuatro veces más de lo habitual. "Estos pacientes, todos ancianos, tienen enfermedades subyacentes, fiebre e infección respiratoria. Se encuentran en una condición muy grave", explicó.

En el hospital de Chongqing, al suroeste del país, las devastadoras escenas se repiten, aunque a nivel menor. Cada jornada reciben decenas y decenas de pacientes, la mayoría ancianos. "Muchos de los trabajadores son positivos también, pero no tenemos otra opción que seguir trabajando", lamenta un empleado.

Los expertos prevén que las próximas semanas empeore con creces la situación. Según la firma británica Airfinity, que recalca un aumento esporádico de casos en Pekín y Guangdong, la ola podría tener dos picos: uno de 3,7 millones de contagios por día a mediados de enero y otro de 4,2 millones en marzo.

Quizá son cifras no confirmadas por el Gobierno, cuyos criterios en el conteo de muertes por covid provocan rechazo en la comunidad internacional, ya que Pekín solo clasifica los fallecimientos causados por neumonía e insuficiencia respiratoria. Las derivadas por complicaciones en otras zonas del cuerpo, incluidas las condiciones subyacentes que empeoraron por el coronavirus, se excluyen de la cifra oficial, denuncia Wang Guiqiang, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Primer Hospital de la Universidad de Pekín.

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