Pasión por el Huesca

La capital altoaragonesa celebró a lo grande este martes la consecución del ascenso a Primera.

La ciudad de Huesca, con el refuerzo de muchos 'fieles sin reblar' llegados desde diversos puntos de la geografía altoaragonesa, salió a la calle este martes masivamente para homenajear a todos los que componen la Sociedad Deportiva Huesca y mostrar así la gratitud ante semejante gesta futbolística. Un club humilde en posibilidades pero grande en ambición y con un 'Corazón de Primera’, según decía el cartel que colgaba del autobús sin capota en el que jugadores, técnicos y asistentes recorrieron la capital oscense ante la pasión y desenfreno azulgrana de más de 10.000 personas.

La SD Huesca se brinda el ascenso a su afición

El esfuerzo de toda una temporada, abrochada con el éxito sin precedentes de ascender para afrontar el primer desembarco del Huesca en la máxima categoría, bien merecía una fiesta de Primera. Qué mejor que pasear el éxtasis por cada rincón de la ciudad, que desde el acceso a la Liga Santander el lunes en Lugo también ha ascendido de división.

La rúa del 'corazón de primera’

Nadie se quiso quedar abajo, ni los hijos de, ni sus mujeres, ni todo el personal y cuerpo técnico que en los últimos diez meses ha vivido pegado al vestuario oscense, protagonista de un hecho sin precedentes en la ciudad, el de una rúa en autobús descapotable por toda la ciudad, en la que los jugadores se dieron todo un baño de multitudes. Casi descolgados en la barandillas del vehículo, en el que se podía leer un enorme 'Corazón de Primera’, y con los teléfonos móviles sin parar de grabar, para compartir en las redes sociales un hecho histórico para la ciudad, pero también en la trayectoria deportiva de muchos de los hombres de Rubi, que optó por un segundo plano, dándole todo el protagonismo a los futbolistas. El Alcoraz fue punto de partida, para después recorrer casi toda la capital oscense, culminando en la plaza de Navarra, previo paso por un Coso abarrotado, sobre todo con familias, y pequeños que creían reconocer a sus ídolos entre el jolgorio del piso superior del autobús.

Todos con las camisetas negras creadas por el club con motivo del ascenso, que compartían mensaje con el bus y también con la enorme pancarta situada en el balcón del Casino. Les llegaron pancartas, globos y confetis, y hasta ramos de flores y algún balón en las casi dos horas que duró su pasacalles festivo.

El balcón del Casino

La bajada del autobús de los integrantes del vestuario del Huesca dio paso a un desfile hacia el Casino en el que fueron vitoreados por los seguidores. Entre tanto, Jesús Valverde, speaker de El Alcoraz, alentaba a las masas y calentaba un poco más el ambiente, ya de por sí agitado por la relevancia de lo que se estaba viviendo en la capital altoaragonesa. A medida que los grandes protagonistas se acercaban al destino final de su pasacalles, el ruido en la plaza Navarra y la intensidad de los cánticos fue en aumento.

Los seguidores esperaban ya que futbolistas, técnicos y también algún directivo aparecieran por el balcón del Casino, emplazamiento en el que el Huesca ya festejó sus dos ascensos a Segunda División. Pero claro, lo de subir a Primera es de una dimensión diferente. Probablemente la mayor parte de los miles de hinchas que desde abajo observaban a sus héroes de carne y hueso ni siquiera lo tenían contemplado como una posibilidad real solo un par de años atrás.

El presidente Agustín Lasaosa fue el encargado de abrir el turno de presentaciones y declaraciones. "Ya habréis oído desde ayer (por el lunes) muchas de las cosas bonitas que están por llegar, porque el Huesca llega a la mejor liga del mundo", señaló el primer mandatario azulgrana, quien hubo de esperar a que cesaran los vítores ante su frase inicial. "Los protagonistas están aquí detrás", indicó Lasaosa previamente a lanzar un mensaje emotivo: "Ahí arriba en el cielo hay gente que ha estado muchos años luchando por el Huesca . Me voy a tomar la licencia de dedicar esta cosa tan maravillosa que nos está pasando a todos a mis padres, ellos fueron los que me inculcaron el veneno de la Sociedad Deportiva Huesca. Y también a un amigo de todos, a Armando Borraz. Seguro que nos está aplaudiendo desde ahí. Muchas gracias", dijo el presidente.

Los futbolistas salieron al balcón por orden de sus dorsales, por lo que el primero en hacerlo fue el portero Álex Remiro. El de Cascante fue uno de los más aclamados. Juan Aguilera y David Ferreiro también recibieron enormes ovaciones, al igual que Gonzalo Melero, Chimy Ávila, Pulido o el capitán Juanjo Camacho. El incombustible centrocampista azulgrana quiso en primer lugar "dar las gracias a todos por habernos apoyado durante la temporada. Y hay que dar las gracias también a la familia de jugadores que ha venido al Huesca porque creía en este proyecto. Juntos nos han llevado a Primera División. Fieles siempre sin reblar".

Justo antes del '10' azulgrana había cogido el micrófono Cucho Hernández, el punta cafetero de 19 años que ha causado furor este curso. Cedido por el Watford inglés, el Huesca tiene un gran interés en poder alargar su aventura en el club. Pasa lo mismo con la afición, que gritó con fuerza "Cucho quédate". "Quiero agradecer el cariño que me han dado todo el año. Este premio es exclusivamente para ustedes. ¡Vamos Huesca!", afirmó el colombiano.

Aún se escucharon con más fuerza gritos similares a los dirigidos a Cucho. "Rubi quédate", atronó la plaza a pleno pulmón. Lo que dijo el técnico, que salió tras pasar todos los jugadores, sonó a despedida. "No se puede ser más feliz. Gracias a aficionados, prensa, trabajadores y, sobre todo, a los grandes protagonistas, los jugadores. Muchas gracias", espetó. Y de nuevo, "Rubi quédate" por parte de la masa azulgrana. "Haga lo que haga lo importante es que tengo otra cosa. Os quiero un montón", finalizó el técnico antes de una tercera súplica.

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