Bardají, el cocinero de Aragón

Teodoro Bardají, uno de los cocineros españoles más importantes de todo el siglo XX.
Teodoro Bardají, uno de los cocineros españoles más importantes de todo el siglo XX.
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Teodoro Bardají Mas ha sido tal vez el cocinero aragonés más importante de todos los tiempos, con permiso, desde luego, del fraile almuniense Juan de Altamiras. Nació en Binéfar en 1882 y era hijo de un confitero con pastelería abierta en esa localidad altoaragonesa. 

Emigró con su familia a Argentina, cuando sólo tenía cinco años, y allí pusieron también una pastelería, pero el padre murió pronto y tuvieron que cerrarla y volverse a Binéfar. A los catorce años, con los estudios elementales recién terminados, salió de Aragón y se fue a trabajar con su tío Pedro Mas en la fonda que éste regentaba en la estación de ferrocarril de La Encina, que hoy es una pedanía de Villena, en Alicante, comenzando de este modo su andadura en los fogones.

Dos años más tarde, en 1898, comenzó su aprendizaje en Madrid. Primero en pastelería, en el obrador de La Mallorquina, y luego, de la mano de otro tío suyo, Ramón Mas, a la sazón jefe de cocina, en las cocinas de distintas casas nobles como la de los marqueses de Valdemediano. Luego siguió formándose en el Hotel de La Paix, la antigua fonda de la Puerta del Sol, entre las calles Carmen y Preciados, en el hotel Continental del balneario de Panticosa, y en distintos círculos de la aristocracia madrileña como la Gran Peña, en la calle Alcalá, el Casino de Madrid y el Nuevo Club.

No sólo fue un cocinero excepcional

Con sólo 23 años ya formaba parte de la brigada de cocineros del Palacio Real, en calidad de ayudante de pastelería, y en 1907 vino a Zaragoza para poner en marcha la cocina del Hotel Oriente, que fue inaugurado en agosto de aquel año. En 1908, también en Zaragoza, fue jefe de cocina del Hotel Europa durante la época de la Exposición Hispano-Francesa. Volvió a Madrid y trabajó en las cocinas de algunos de los más empingorotados nobles españoles: los marqueses de Aldama, los duques de Uceda y la condesa de Castañeda. Finalmente entró como como jefe de cocina en el palacio de los duques del Infantado y allí permaneció hasta 1952, cuando se retiró de su actividad profesional, a los 70 años. Murió en Madrid, en 1958.

Bardají no sólo fue un cocinero excepcional. Fue también un hombre culto, amigo de escritores (Dionisio Pérez, Zozaya, Pemán, Insúa…), y gran lector e investigador en temas gastronómicos, pues conocía a la perfección toda la bibliografía culinaria, tanto española como francesa. Y fue, además, dueño de una extraordinaria biblioteca gastronómica (una de las tres mejores de España) que fue expoliada durante la guerra y que pudo rehacer en los años posteriores. No es extraño, por tanto, que decidiera publicar lo mucho que sabía sobre el tema y que diera a las prensas algunos de los libros de cocina más significativos publicados en España en el siglo XX. Su primera colección de recetas se publicó en 1915 bajo el título de ‘Índice Culinario. Colección de las mejores recetas de cocina, antiguas y modernas’. Se trata de un rarísimo libro, del que solo se tiraron 30 ejemplares no venales, numerados y firmados por el autor. En 2008 una casa de subastas sacó a la venta el ejemplar número 25. El precio de salida era de 300 euros y se adjudicó en 1.800. Yo pujé por él, desde luego, pero sin suerte. Perdí esa ocasión y tal vez nunca haya otra. José María Pisa, uno de los grandes estudiosos de Bardají y el hombre que más ha hecho por la cultura gastronómica en Aragón, lo había reeditado ya en La Val de Onsera en 1993 y esa es la edición que hoy todos podemos consultar.

Fue también un hombre culto, amigo de
escritores y gran lector e investigador en temas gastronómicos, pues conocía
a la perfección toda la bibliografía culinaria, tanto española como francesa

Su segundo libro de recetas es  'La cocina de ‘Ellas’', su tercer libro en realidad, pues en 1928 el de Binéfar había editado una pequeña monografía sobre la salsa mahonesa, para defender su teoría de que esa salsa procedía de Mahón, por lo que así debía denominarse, y no mayonesa ni bayonesa. “La cocina de ‘Ellas’' es una colección de "fórmulas escogidas de cocina práctica, repostería casera, helados y gastronomía en general", que publicó en 1935, con prólogos de José M.ª Pemán, Joaquín Arrarás y Francisco Mullor, y que reeditaría ampliada en 1955. Pisa imprimiría de ella un facsímil en 2002. Su último libro de recetas fue ‘Cocina para fiestas’ y lo editó Atlas en 1944, en su colección ‘La perfecta casada’, y solo de verlo le entra a uno el apetito.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Luis Melero)

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