40 aniversario

Yo estuve en la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos de Zaragoza hace 40 años: "Fue pasar del blanco y negro al color"

Durante tres días de 1984, el Pabellón Francés de la antigua Feria de Muestras se llenó de conciertos, fanzines, moda, radios libres, cómic, cine, pintura, sellos independientes... y condensó los vapores de una joven Zaragoza en ebullición.

Las tribus urbanas de la Zaragoza de los ochenta lucieron en la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos su imagen, su música y su actitud. Esta foto fue portada de ‘El Único’.
Las tribus urbanas de la Zaragoza de los ochenta lucieron en la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos su imagen, su música y su actitud. Esta foto fue portada de ‘El Único’.
Ángel de Castro

“Queríamos crear expectación, convocar a toda la gente: punkis, rockers, modernos..., unir estilos diferentes y hacer algo juntos. A las reuniones de los martes ha venido todo tipo de gente. Y cada uno ha dado su opinión. Todas las ideas se han discutido para llegar a un acuerdo, aunque fuera difícil. Darle nombre a esta movida costó lo suyo. Solo había acuerdo en lo de ‘muestra’, luego unos pusieron lo de ‘pop’, otros lo de ‘rock’, pero lo de ‘otros rollos’ fue lo más fuerte. Al final, nos pusimos de acuerdo". 

Así resumían los componentes del GOM (Grupo Organizador de la Muestra), en un artículo publicado en Heraldo el mismo día de comienzo de la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos, el 23 de marzo de 1984, la aventura de poner en pie algo tan único que hoy, cuarenta años después, seguimos hablando de ello. 

Solo unos meses antes habían lanzado su declaración de intenciones en una hoja mecanografiada en la que se mostraban dispuestos a "quemar Zaragoza". No se quemó nada, pero la Muestra sí fue un fogonazo que, como el flash de una cámara, dio la luz justa para que se vieran las mil maneras que buscaba la gente joven de los ochenta para expresarse: diversas, experimentales, transgresoras. 

Octavillas mecanografiadas animando a sumarse a montar algo para que Zaragoza despierte se lanzan al viento. Hay apoyo económico del Ayuntamiento. Un par de reuniones más tarde, ya tiene forma. Nada de competir. Simplemente agrupar y hacer visible toda la actividad alternativa de la ciudad. Será una muestra. Para hacerla realidad se forma el GOM, Grupo Organizador de la Muestra, con poca experiencia y todas las ganas. Lidera Jaime Berdejo, junto a las hermanas Feli y Petri, Luis Linacero, Chema Fernández, Manolo y Manoli, Fernando Navarro, Paco Cester, Luis ‘Urko’, Tere Gálvez, Carlos Estella, Rosa Cáncer, Santi Ric...
Octavillas mecanografiadas animando a sumarse a montar algo para que Zaragoza despierte se lanzan al viento. Hay apoyo económico del Ayuntamiento. Un par de reuniones más tarde, ya tiene forma. Nada de competir. Simplemente agrupar y hacer visible toda la actividad alternativa de la ciudad. Será una muestra. Para hacerla realidad se forma el GOM, Grupo Organizador de la Muestra, con poca experiencia y todas las ganas. Lidera Jaime Berdejo, junto a las hermanas Feli y Petri, Luis Linacero, Chema Fernández, Manolo y Manoli, Fernando Navarro, Paco Cester, Luis ‘Urko’, Tere Gálvez, Carlos Estella, Rosa Cáncer, Santi Ric...
Perdidos en los 80

Los ojos bien abiertos

El Pabellón Francés de la Feria de Muestras de Zaragoza, junto al Parque Grande, detrás de la actual Cámara de Comercio, se llenó de conciertos, fanzines, moda, radios libres, cómic, cine, pintura, sellos independientes... y, durante tres días, rebosó de un público con los ojos muy abiertos y muchas ganas de diversión. Tanta, que hay quien se lo pasó tan bien que no se acuerda de casi nada, mientras otros muchos disfrutaron de descubrir y entrar en contacto con tanta efervescencia.

Adentrarse, con 17 años, en aquel batiburrillo de estilos e identidades fue, para Olga Garde, "pasar del blanco y negro al color". No faltó un solo día y, en su recuerdo, reluce la palabra ‘libertad’ y la sensación de "querer ir a todo y no dar abasto".

Cartel anunciador de la Portada de la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos
Cartel anunciador de la Portada de la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos

En venta anticipada, la entrada a la Muestra costaba veinte duros (100 pesetas), 150 en taquilla. El intenso programa se desparramaba hasta la madrugada. "No sé hasta qué hora me dejarían salir entonces", comenta Olga, que acudió junto a su compañera de clase del instituto María José Montesinos. Además de como público, tenían una misión: escribir la crónica de cine que se publicaría en ‘El Único’, una publicación fruto del taller de prensa organizado por el CIPAJ al que se habían apuntado. 

En paralelo a lo que publicaron los periódicos, reconociendo el éxito de público y organización, jovencísimos alumnos y alumnas de BUP y FP escribimos (sí, una también daba sus primeros pasos en el periodismo) la contracrónica de aquellos ‘Tres días de agotadora maratón’, como titulamos el reportaje dedicado a la Muestra. 

"Toda esa Zaragoza efervescente de grupos, esa cultura alternativa ya existía –comenta María José–, y la Muestra permitió que unas chicas de instituto como nosotras pudiéramos vivirla desde dentro muy pronto", ya fuera en forma de música –50 grupos locales en concierto– o de fanzines –mil de toda España–. Ellas fueron a ver a grupos que ya conocían y descubrieron muchos otros. Entre el mogollón de actividades que amalgamó la Muestra, "flipamos con los vídeos de los Sex Pistols y Grace Jones".

Las denominadas tribus urbanas hallaron espacio y escaparate. "Por el Pabellón Francés desfilaron desde pelos de colores hasta cueros agresivos, pasando por muchachos glamurosos fervientes idólatras de David Bowie, los incondicionales de Alaska o los heavys de AC/DC", narraban los chavales de ‘El Único’. 

Portada de 'El Único', fruto del taller de prensa organizado por la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza en 1984, a través del CIPAJ
Portada de 'El Único', fruto del taller de prensa organizado por la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza en 1984, a través del CIPAJ

Carmelo Esteban, entonces "con 28 añitos", retrató aquella amalgama para HERALDO y también montó ‘stand’ propio con sus fotos de conciertos, "no las vendía, solo quería mostrarlas –recuerda–, en una Feria de Muestras que se quedó pequeña". Hubo lleno viernes, sábado y domingo, cerca de diez mil personas por día. 

"Se veía gente muy viva, con muchas ganas –alguno un poco ‘mamao’, eran años intensos–, pero también vi mucho respeto, entre el público, tan variopinto, y hacia el escenario, algo de ese respeto se ha perdido", cree. No hubo grandes follones y ni siquiera la resaca impidió que, el domingo, el recinto de proyecciones se llenara, a la once de la mañana, para ver la película ‘El Muro’.

 Tras cada concierto, inolvidable la aventura de atravesar el angosto y atestado pasillo que llevaba al bar, instalado en la explanada exterior.

Como consumidor de ‘El Víbora’, Ignacio Cristóbal, ‘Coco’, de Perdidos en los 80 Producciones, aterrizó por la Muestra con 23 años y ganas de ver el ‘stand’ de ‘Makoki’. Lo que encontró alrededor "fue un impacto; no habíamos visto nada igual en nuestra vida, ni lo volvimos a ver". En su opinión, "fue el pistoletazo de salida de la década, muchos grupos habían sembrado antes, en el 82 había sido el I Concurso de Rock Ciudad de Zaragoza, pero a raíz de la Muestra pasó todo".

Salas de conciertos como la M-Tro y En Bruto abrían sus puertas poco después de la Muestra, que encajó un mosaico de tribus y de estilos musicales; "aquella convivencia hoy sería impensable", considera Coco.

Para recordar aquel momento único, aliado con Discos Linacero, anda embarcado en una exposición en torno a la Muestra que tendrá lugar en los Antiguos Depósitos de Agua Pignatelli de septiembre a enero de 2025, con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. El proyecto irá acompañado de un libro-catálogo y un vinilo. Objetivo: poner en valor lo que sucedió en el desaparecido Pabellón Francés aquellos tres días de marzo del 84.

Muestrario y crisol

Una imagen ha quedado grabada en la memoria de uno de los jóvenes intérpretes que se subieron al escenario de la Muestra: Santi Rex. Un literal choque generacional tras terminar el concierto de un grupo punk. "Un padre vino a por su hijo, el cantante, que tendría 15 años, y nada más bajar de actuar le propinó un sopapo. La Muestra tuvo algo de locura adolescente, en el fondo lo fue". Pero además ofreció, valora, "un muestrario, una exhibición de qué había en la ciudad, sin censura, y también un crisol, el germen de lo que hubo después, de los grupos que surgimos en la segunda mitad de los ochenta: Más Birras, Mestizos, Héroes del Silencio, Niños del Brasil...". 

La Muestra puso sobre el escenario –se hizo una selección de maquetas, Heraldo publicó las bases– a gente que luego continuó más seriamente. Allí estuvieron Enrique Bunbury, al bajo en Proceso Entrópico; Joaquín Cardiel, en Tres de Ellos y Edición Fría; Juan Valdivia, tocando con Zumo de Vidrio; Santi Rex, en John Landis Fans; Golden Zippers, luego Más Birras; Gabriel Sopeña, en Ferrobós; parte de Doctor Simón y Los Enfermos Mentales integraría después Especialistas.

Bases para participar en la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos publicadas por Heraldo de Aragón en 1984
Bases para participar en la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos publicadas por Heraldo de Aragón en 1984

Con ojos analíticos, Santi Rex postula que el rotundo éxito de público que gozó la Muestra tiene que ver con "la cantidad de gente joven por metro cuadrado que había en Zaragoza", fruto de la llegada a la adolescencia de la generación del ‘baby boom’ y de la importante población universitaria venida de La Rioja, Soria y Navarra. "Éramos una generación muy despierta, con los ojos muy abiertos para ver qué pasaba y –destaca– con un interés por la música más a flor de piel".

Esa vitalidad juvenil fue clave en la Muestra, que conllevó un trabajazo. "Fue asombroso que gente tan joven e inexperta organizara algo así", apunta Luis Linacero, integrante del GOM, un grupo en el que "había hasta menores de edad". Resalta que la figura fundamental fue Jaime Berdejo, quien después montaría la M-tro. "Propuso la idea a la gente del CIPAJ, donde le escuchó Víctor Viñuales, hoy director de la Fundación Ecología y Desarrollo; el concejal de Juventud era Emilio Comín, que también lo vio posible", relata. El 85 era el Año Internacional de la Juventud. Con presupuesto y ubicación, de manera espontánea, se formó un grupo de trabajo, "con nula experiencia, pero sí voluntad y ganas". Al final, "el resultado fue impecable".

Para Luis, la Muestra fue, sin más, "uno de los mejores momentos de mi vida vinculado a la música". Tenía 21 años y la música le apasionaba. Trabajaba en la tienda de discos Cara 2 y, en la Muestra, se encargó de organizar el escenario junto a Paco Cester, "lo que nos unió para siempre". 

Entre "aquel puñado de jóvenes entusiastas que componía el GOM, Grupo Organizador de la Muestra, aun siendo de los mayores, no teníamos experiencia, éramos todos muy ‘amateurs’, pero con muchas ganas". Tocaban cada día decenas de grupos y, para que no hubiera tiempos muertos, dispusieron la alternancia de escenarios "para poder ir montando el ‘backline’ del siguiente mientras actuaba el anterior". "Había chavales supernerviosos, otros con más tablas y nosotros fuimos un poco sargentos para no irnos de tiempo. Y salió bordado".

Portada de la publicación editada por el GOM (Grupo Organizador de la Muestra) para la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos
Portada de la publicación editada por el GOM (Grupo Organizador de la Muestra) para la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos
Perdidos en los 80

Antes de alzar el telón, para anunciar la Muestra, las tapias de Zaragoza se empapelaron con el cartel diseñado por Elena Fernández Echevarría. Una obra con base de collage, con un recorte de periódico, y acrílico para los rasgos de la cara: un ojo para el pop, otro para el rock y una boca en conversación con los ‘otros rollos’. "Gané el concurso porque era original, pero hoy lo haría mucho mejor", asegura. 

Elena F. Echevarría, creadora del cartel de la Muestra de Pop Rock y Otros Rollos, en su casa.
Elena F. Echevarría, creadora del cartel de la Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos, en su casa.
Oliver Duch

Presentó dos, uno más formal, con un chico dividido en dos: una parte vestida de popero y otra de rockero, y este "más alocado", que es el que gustó y se llevó las 25.000 pesetas del premio, en una fiesta que se celebró en el Caligrama. Hija mayor del escritor y pintor Antonio Fernández Molina, Elena ha compaginado una carrera dedicada a la medicina con el arte, con collages muy elaborados. Tenía 28 años en el 84 y rescata de su memoria retazos recortados de los tres días de Muestra: ropa negra y botazas, guitarreo, un punki escupiendo en un cristal y viendo cómo bajaba la saliva, música, fanzines, camisetas, diversión, "un poco de locura de juventud". Fue "un punto de inflexión –destaca–, tanto que aún lo recordamos, cuarenta años después".

La Muestra, en cifras

  • Tres días de 1984 Desde las 6 de la tarde, el 23 de marzo. Sábado y domingo desde las 11 a altas horas.
  • 26.000 personas Entraron al Pabellón Francés unas 10.000 personas por día. Se vendieron, en total, 21.800 entradas y se regalaron 4.000.
  • 50 grupos locales Viernes: Solución Final, Peste Negra, Tractores Agresivos, Lunes Maldito, Catarsis, Container, Vómito Social, Cocadictos, Duende, Chaston Rock, Acto Fallido, Alta Sociedad, Zumo de Vidrio, Intestino, Doctor Simón, Tres de Ellos, Parkinson, IV Reich. Sábado: Hidrofobia, JJJ, Bomzo, Caja Negra, Mefisto, Pedro Botero, Dalay Lama, Ortopedia Acústica, Proceso Entrópico, Tza Tza, Skupidos, Indicios, Ferrobós, Gastos Aparte, NKVD, Iceman, Cuarta Generación, Canis Dirus, Distrito 14. Domingo: Desechos Humanos, Ilógica Reacción, El Espíritu de la Lágrima, Spansuls, Tigretones, John Landis Fans, Principal Izquierda, Aker, Sombras, Golden Zippers, Césped Sintético, Boda de Rubias, Edición Fría y Materia Degenerada.
  • Invitados ilustres Decibelios, los portugueses Jarojupe, Gabinete Caligari y PVP.
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