MÚSICA. OCIO Y CULTURA

Aragón Musical. El son de todos suena a buen ritmo desde hace un cuarto de siglo

Esta semana, en el Teatro Principal de Zaragoza, se entregaron los Premios de la Música Aragonesa que convocan Sergio Falces y David Chapín

Sergio Falces y David Chapín, con su equipo, sigue obrando un milagro de cariño, respeto, reconocimiento, generosidad y amor absoluto por la música.
Sergio Falces y David Chapín, con su equipo, sigue obrando un milagro de cariño, respeto, reconocimiento, generosidad y amor absoluto por la música.
Toni Galán

Hay gente con la que nos gustaría quedar a comer o a cenar sin tiempo. Por puro placer de conversar, de oír cómo hacen lo que hacen, de escuchar ese torrente de pasión y entusiasmo que ponen en sus cosas, cómo arman el mundo y la Comunidad Aragonesa y Zaragoza de alegría, de respeto y de reconocimiento a los otros. 

Un buen ejemplo serían David Chapín y Sergio Falces y su equipo, los creadores de Aragón Musical, una opción insólita, apasionada, elaborada, que acaba de cumplir 25 años en una de sus grandes fiestas en el Teatro Principal, donde reúnen al universo de la música de Aragón: vocalistas, grupos, instrumentistas, editores, diseñadores, artistas, programadores, técnicos, soñadores en general, y han tenido la buena idea de abrir ventanas al otro lado. A todo el país.

Este año me fue imposible acudir. Y bien que lo siento, aunque Aragón TV alivió el disgusto. Pero no es lo mismo: Aragón es una cantera constante de la música, una partitura en marcha de sonidos, como estamos viviendo desde todas las esferas. Ahí están el premio Goya para ‘Labordeta. Un hombre sin más’, de Gaizka Urresti y Paula Labordeta o el ‘Ara Malikian’ (que arrancó en Albarracín casi), de Nata Moreno, tan emparentado con Aragón.

David Chapín y Sergio Falces & cía están ahí trabajando por todos y con todos, sin asomo de insolencia. Con la máxima empatía. Jamás se han sentido tentados a decirle a nadie, con el sudor de los años en su espalda o hermosamente joven: «Lo que tú naces no le interesa a nadie».

Ahí están la fuente de comentarios que suscita ‘La estrella azul’ de Javier Macipe, y los documentales que se han hecho de gentes como Enrique Bunbury, Santiago Auserón, Joaquín Carbonell, Gabriel Sopeña o Manolo Kabezabolo, entre otros. Ahí están los tres aragoneses que han ganado los premios de Músicas Actuales: Auserón, Amaral y Carmen París (y falta, cuando menos, Bunbury, que se lo merece de largo). 

Entre todo este torbellino de propuestas, y multitud de festivales (algunos eclipsados por la coartada de los números rojos), fluyen múltiples proyectos clásicos, innovadores, rupturistas, provocadores, que nos dan prestigio y un imaginario sonoro incuestionable, Aragón Musical ha hecho y hace de sus premios, de sus entrevistas, de su menús de conciertos y de su convicción un desmentido rotundo a los tópicos y un faro para soñar y escuchar. Sin complejos y con imaginación y osadía siempre. 

Aragón y Zaragoza crean, inventan, sueñan, se esfuerzan, y hacen canciones, discos, bandas sonoras, en las tres lenguas de Aragón (dicho sea sin molestar al señor presidente Azcón), y David Chapín y Sergio Falces & cía están ahí trabajando por todos y con todos, sin asomo de insolencia. Con la máxima empatía. Jamás se han sentido tentados a decirle a nadie, con el sudor de los años en su espalda o hermosamente joven: «Lo que tú naces no le interesa a nadie».

El grupo Almagato, la última formación del llorado Mauricio Aznar, protagonista de 'La estrella azul', fue una de las bonitas sorpresas de la gala de los XXV Premios de la Música Aragonesa.
El grupo Almagato, la última formación del llorado Mauricio Aznar, protagonista de 'La estrella azul', fue una de las bonitas sorpresas de la gala de los XXV Premios de la Música Aragonesa.
Toni Galan
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión