Miriam Bronski: “Justo después de la tormenta pasan cosas interesantes”

Miriam (Brunet en el DNI: Zaragoza, 1985) actúa este viernes 22 de marzo en el Centro Cívico Universidad (21.00), donde comparte cartel con Maika Makovski.

Miriam Bronski actúa este viernes 22 de marzo en el C. C. Universidad de Zaragoza (21.00).
Miriam Bronski actúa este viernes 22 de marzo en el C. C. Universidad de Zaragoza (21.00).
Oliver Duch

Comenzó pronto en la música con Bronski, ha colaborado con muchos artistas de renombre y sacó adelante el proyecto personal Minerva. ¿Dónde está ahora musicalmente hablando?

He encontrado un espacio sonoro nuevo en el disco que estoy preparando: tendrá cuatro canciones y lo estoy trabajando en la producción con Thomas House, de Sweet Williams y Charlottefield. Ahora siento más libertad al componer y tocar: parto de una estructura y luego fluyo. Tengo una serie de caminos extra en diferentes partes de las canciones, y eso me permite entrar en un espacio donde no hay nada creado.

¿Qué ha motivado este golpe de timón?

El motor de este cambio de mentalidad es un hallazgo. He hecho un poco de poda con la Miriam de proyectos previos; ahora sé cómo quiero estar en el escenario, cómo trabajar las canciones a gusto. He disfrutado en otros empeños, claro, pero a veces me obsesionaba demasiado con que todo estuviera perfecta, todo en su sitio; ahora me interesa más descubrir qué puedo contar.

Al verla tocar da la impresión de que entre usted y su guitarra hay una relación cómplice, casi orgánica, más allá de la existente entre la humana y su instrumento expresivo.

Justo ayer estaba tocando por la noche apoyada en la guitarra y pensé en el apoyo tan grande que era para mí. He vuelto a la guitarra española tras otros proyectos con la eléctrica; no es que la hubiera dejado, porque siempre ha estado ahí, me la llevo a todas partes. No me ha fallado cuando he estado mal, y tampoco cuando la he agarrado feliz y con buen ánimo. Voy sin prisa, pero sin pausa.

"La vida está muy complicada para los artistas que no lo son a tiempo completo o como medio de vida. Debo encontrar tiempo para todo"

Hoy toca tocar, y lo hace en su ciudad, con Maika Makovski en el cartel. ¿Contenta?

Mucho. No me esperaba la llamada. Ahora mismo no tengo sello, ni mecenas, ni representante, y sin embargo me incluyeron en este concierto; ya me habían contactado también para El Bosque Sonoro de Mozota. Atribuyo eso a la bondad de las redes, más allá de lo idiotizados que nos tienen: la gente te ve. Estos dos conciertos son como un reconocimiento a los años que llevo en esto: me han llamado sin estar buscándolo, ni me está apremiando nadie para sacar disco. Tocar con Maika... qué puedo decir, es un halago estar ahí, se trata de una artista súper auténtica y su trabajo me flipa, sobre todo el más reciente. Creo que va a ser muy chulo lo que va a pasar esta noche.

¿Y la página en blanco, el pentagrama esperando tinta negra? ¿Cómo marcha la tarea creativa hasta ahora?

Tras este concierto tocará pensar en las nuevas canciones, sin olvidar que la vida está muy complicada para los artistas que no lo son a tiempo completo o como medio de vida. Debo encontrar tiempo para todo. Sí tengo claro que el próximo mes de junio, antes de El Bosque Sonoro, quiero sacar ya algún tema.

Creación y tristeza. ¿Es cierto, en su caso, que la que brota entre estas dos realidades es una relación fructífera?

Hay momentos muy especiales en la vida de todos, justo después de la tormenta, en los que pasan cosas interesantes. Llega un bache y luego, cuando asoman los primeros rayos de sol, es cuando más rindo a a hora de hacer canciones. El dolor te pilla cuando te pilla; como estudiante de Psicología que fui y psicóloga que soy, aunque ahora no ejerzo, creo que es importante integrar las experiencias vividas en lo que haces. Se trata en este caso de crear algo bonito desde lo feo que ha pasado, para que el suceso tenga algún sentido.

Habla desde la propia experiencia, entiendo.

Estos últimos años han sido bonitos y muy duros, las dos cosas. He sido madre, me separé… mi hijo Asier, de cuatro años, tiene una enfermedad rara: necesita mucho apoyo. No tiene mal pronóstico, pero obviamente vivimos situaciones en el día a día que son complicadas de gestionar. Asier es un niño estupendo y tiene un oído musical brutal, por cierto; cuando estaba embarazada me propuse hacer una canción mensual, así que él vino con música nueva para su madre. Ahora curiosea siempre mi guitarra, va probando a pisar los acordes, que no es algo fácil para un niño tan pequeño... Asier es un rayo de sol después de la tormenta.

Y en junio, Amaral. ¿Qué le parece todo el revuelo que se armó con Eva y su gesto en el Sonorama del año pasado?

Me gusta que quienes se dedican a este arte tomen la responsabilidad de pronunciarse y usen su voz para crear un impacto más allá de la música, compartir un sentimiento o una convicción. Siempre es interesante. Será un placer hablar con ella en junio, si tenemos ocasión.

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