Historia del polo, la prenda que vuelve a ser un furor en las tiendas

De los persas a Lacoste, este diseño de origen deportivo, entre la camiseta y la camisa, es una de las tendencias más fuertes para el buen tiempo.

Un polo de la nueva colección de Mango.
Un polo de la nueva colección de Mango.
Mango

El polo, esa prenda a medio camino entre la camiseta y la camisa, nunca ha dejado de estar de moda, sobre todo entre los niños y la moda masculina. Pero esta primavera/verano de 2024 vuelve con una fuerza inusitada al armario femenino, de manera aplastante en su versión de punto ligero, ideal para el entretiempo. Las principales marcas, ya sean de lujo o las grandes cadenas, han lanzado versiones: los hay de rayas, estampados o lisos de muchos colores, con botones o, simplemente con una abertura en el escote.

Si atendemos solo a la denominación, el polo se remonta a orígenes milenarios, los mismos que los del deporte que le dio nombre. Los albores del polo se sitúan en la antigua Persia, donde se jugaba a un juego similar conocido como chogan o chaugan. Este deporte era practicado por la aristocracia persa alrededor del siglo VI a.C. Montados a caballo, los jugadores usaban mazos largos para golpear una pelota hecha de cuero con el objetivo de marcar puntos. Con el tiempo, el polo se extendió a otras culturas y regiones del mundo. Los mongoles lo adoptaron durante su expansión en el siglo XIII, llevándolo a China, donde se le llamaba pulu. Durante la conquista mongol de Persia en el siglo XIII, el juego fue llevado a Europa y pronto se hizo popular entre la nobleza y la realeza.

Polo de canalé de Nice Things en Sommes Demodé.
Polo de canalé de Nice Things en Sommes Demodé.
Sommes Demodé

Fue en el siglo XIX cuando llegó a Inglaterra, y el polo, como prenda, inició el camino hacia los mundos casual, deportivos y funcionales con los que se le identifica hoy en día.

Los jugadores británicos de polo usaban en sus inicios camisas de manga larga con cuellos abotonados que derivaron en lo que hoy conocemos como polo. Aún hoy este deporte hípico los usa, generalmente con unas rayas muy características y tejidos de algodón. Una estética que hoy en día también se ha trasladado a las calle.

Pero, curiosamente, si hay un deporte que hizo prácticamente todo por popularizar el polo tal y como mayoritariamente se entiende ahora, no fue el polo... sino es el tenis. Corría la década de 1920 cuando un tenista francés, de nombre René Lacoste, hizo del polo un símbolo no solo de elegancia deportiva, sino de estilo atemporal, diseño distintivo y su legado perdurable.

René Lacoste, que acabó entrando por méritos deportivos en la leyenda del tenis, era apodado El Cocodrilo. En aquellos años, él y sus compañeros jugaban con camisas de manga larga, que además de dificultar sus movimientos, daban mucho calor en verano. Así que Lacoste diseñó una camisa de manga corta confeccionada en piqué de algodón, un tejido ligero y transpirable que permitía la circulación del aire y absorbía el sudor. El diseño del polo Lacoste también incorporaba un cuello flexible que podía levantarse para proteger el cuello del sol, así como un frente de botones que ofrecía una alternativa más práctica a los cuellos de camisa tradicionales.

Lacoste acabó siendo no solo un pionero a la hora de incorporar nuevos diseños y tecnologías al mundo del deporte, sino a la moda misma, puesto que su polo acabó trascendiendo las canchas y convirtiéndose en un fondo de armario del siglo XX y XXI como después lo serían la minifalda de Mary Quant, el esmoquin para mujer de Saint Laurent o los jerseys de cuello Perkins.

El logo de Lacoste

El polo inventado por Lacoste pasó a ser una marca en sí misma y su apelativo del cocodrilo la enseña de la misma y uno de los logos más famosos y aspiracionales de la historia de la moda.

En los 70, otra marca, esta vez creada por el diseñador estadounidense por excelencia, Ralph Lauren, añadió la palabra 'polo' a su firma. Y un jugador a caballo en su logo, volviendo al origen primero de la prenda.

Hoy en día, el polo es una prenda unisex, si bien también hay versiones específicas para hombres y mujeres. Esta nueva temporada primaveral de 2024 es un ejemplo de esa eclosión del polo en el armario femenino. Llega en el formato que los estilistas apelan como 'polo preppy', es decir en su versión más clásica: desde los que tienen aire colegial y, por encima de todos, los de canalé.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión