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Ana Gracia: "Hay que preguntarse cosas todo el tiempo, si no la vida es aburrida"

Es actriz y profesora de actuación, ha colaborado en talleres de traducción de Shakespeare. La vemos a diario en la serie ‘Cuatro estrellas’ de TVE. 

Ana Gracia es actriz, ha sido profesora de actuación y alterna el cine, la tele y el teatro.
Ana Gracia es actriz, ha sido profesora de actuación y alterna el cine, la tele y el teatro.
Enrique Cidoncha

"Vengo a Tamarite cada quince días, mi madre está muy mayor. Mi pueblo ha sido fundamental en mi vida. Un tío bisabuelo o tatarabuelo era buhonero, y luego mis abuelos paternos tuvieron un cine pequeñito. Por eso mi padre, de adolescente, estaba de acomodador, y su hermano de proyeccionista; mi tío luego fue proyeccionista en los otros cines que se hicieron en Tamarite. Hubo dos", dice Ana Gracia (Tamarite de Litera, Huesca, 1959), desde su pueblo, en un descanso de rodaje de la serie ‘Cuatro Estrellas’, que emite de noche La 1 de TVE.

Creo que se quedaba en el cine como quien está en el paraíso.Era mi lugar favorito. Era feliz. Solo pensaba en tener un cine con mejores butacas para pasar más horas. Lo veía todo: películas de piratas, de romanos, de vaqueros, hasta ‘2001. Una odisea del espacio’, de Kubrick. Todo lo que iba llegando. El día que nació mi hermano, me faltaban dos meses para hacer cuatro años, mi padre me llevó a ver ‘Los dientes del diablo’, de Nicholas Ray, con Anthony Quinn. Estuve años durante años dibujando iglús, fascinada con el mundo de los esquimales, dando besos a la gente con la nariz. Aún me dura la fascinación.

¿Cómo la marcó el cine luego? Creo que en el colegio fue muy actriz…Soy lo que tenía que ser. No sé bien hasta dónde luché por ser actriz, pero me parece que hay una parte de misterio y todo hace que vayas hacia ahí. De niña me encantaba hacer obras de teatro, salir a escena, a cantar, a bailar. Teníamos un profesor de Historia que nos hacía las clases extraescolares de teatro.

"De niña me encantaba hacer obras de teatro, salir a escena, a cantar, a bailar. Teníamos un profesor de Historia que nos hacía las clases extraescolares de teatro"

¿Cuándo se dio cuenta de que se quería dedicar a eso? Usted hacía Psicología.Hice esa carrera porque cuando dije que quería estudiar interpretación mi padre dijo, "esta tiene pájaros en la cabeza", y le asustaba la inseguridad económica. "Vale, pero estudia una carrera", añadió. Me metí en Psicología y estudié Arte Dramático al mismo tiempo. Psicología era la más cercana al conocimiento del ser humano, algo que también tenía mucho que ver con mi deseo de ser actriz.

¿Por qué le ha obsesionado tanto eso, de forma tan explícita?Hay dos aspectos ahí. Uno tiene que ver con una cosa existencial que yo tenía desde niña, quién soy, qué hago aquí, eso me lo preguntaba ya desde muy pequeña, ja ja. Siempre miraba el espejo, trataba de mirar hacia el fondo a ver qué pasaba: quién soy, a qué he venido aquí. Y luego porque veía que la gente se comportaba de un modo que no entendía: había verdades que no se revelaban.

Ana Gracia reconoce como principal maestro y referente a Juan Carlos Corazza, en cuya escuela ha dado clases durante quince años.
Ana Gracia reconoce como principal maestro y referente a Juan Carlos Corazza, en cuya escuela ha dado clases durante quince años.
Enrique Cidoncha.

¿Por ejemplo?Que la gente actuaba de modo muy diferente a las cosas que le pasaban. Como que había una actuación ahí misma también. Y yo era muy lectora. Leía compulsivamente desde muy niña de todo, lo que más novela, Balzac, a los 14 años me leía ‘A la sombra de las muchachas en flor’ de Marcel Proust. Me cogí ‘En busca del tiempo perdido’ y no pude parar. Me enloqueció ese hombre. Tuve la suerte de que mi madre era lectora. Descubrí la poesía con Lorca y Miguel Hernández, y filosofía. Por ejemplo, Bertrand Russell.

Picaba alto.Ja ja ja. Parecía intensita, pero con la lectura y el cine me sentía acompañada, comprendida, y también había una conexión no solo con el pensamiento y la emoción, sino con la propia belleza, algo que siempre me ha preocupado.

"Con la lectura y el cine me sentía acompañada, comprendida"

En Madrid, estuvo con William Layton, María Ruiz, José Carlos Plaza, Miguel Narros. ¿Le fue bien desde el principio?Me fue bien, visto desde ahora, viendo como les va a los jóvenes. Reconozco que tuve mucha suerte, y muchas decepciones, y muchos momentos en que se me cayeron películas importantes. Pasé como otros compañeros meses sin trabajar. Lo que es la vida de una actriz. Entonces me lo tomaba todo con más ansiedad y angustia. Sufría mucho. Eso sí siempre fui muy trabajadora.

¿Qué significa eso?Que era muy perfeccionista, muy exigente conmigo misma. Pero también he encontrado mucho placer en esa disciplina. He tratado de profundizar en los textos, en los temas, en las situaciones, en los comportamientos, y en tratar de seguir entrenando para tener más capacidad de entrar y salir en el color y en el abanico de registros de los personajes. Ahí hay que entrenar, hay que probarlo en casa.

¿Ha sido una actriz de método?Cuando empecé, con 17 años, yo ya sabía qué tipo de actores me gustaban, qué tipo de actuaciones me interesaban. Tenían que ver con la escuela realista, con todos los papeles que hicieron Marlon Brando, Paul Newman, Geraldine Page, Vanessa Redgrave, Al Pacino. Cuando conocí al maestro William Layton, muy al principio, me decía yo a mí misma: "Ah, vale, esto lo entiendo. Los buenos actores siempre buscan un sentido de realidad". Hay versiones de todo ello, he tenido profesores distintos: desde Strasberg, a Augusto Fernández o Juan Carlos Corazza, con el que he estado más años. Pero todo son versiones de lo mismo, con distintos énfasis si se quiere, y con mil ejercicios. Con Juan Carlos Corazza estudié, me interesó mucho su método, su forma de ver el trabajo y sus investigaciones. Es mi maestro. Ha sido clave en mi formación. Y más tarde me incorporé al Estudio Corazza, donde he dado clases durante quince años a un montón de alumnos en otra experiencia muy valiosa para mí.

Ana Gracia es metódica y reflexiva, de las actrices que se entregan por completo, y de las que entrenan el personaje antes de entrar en el set.
Ana Gracia es metódica y reflexiva, de las actrices que se entregan por completo, y de las que entrenan el personaje antes de entrar en el set.
Enrique Cidoncha.

¿Qué le ha dado el teatro?El teatro es mi casa. He tenido la suerte de haber hecho algunos montajes importantes. El teatro me ha dado profundidad y sensibilidad, y cada montaje me lo he planteado como una aventura. El actor es un creador, lo tengo muy claro.

¿Teatro, cine o televisión?Son disciplinas distintas y me he entregado a ellas con el mismo rigor. En el cine he sido muy feliz: he trabajado con directores reconocidos (Berlanga, Pilar, Miró, Betriu, Urbizu, Médem, Gómez Pereira), más en pequeños papeles.

Con ‘Camino’ de Javier Fesser optó a varios premios.Tengo una maravilloso recuerdo de ese rodaje, porque tuve que hacer una inmersión en un mundo que no era el mío, el del Opus Dei, y de Javier Fesser. Es un director impresionante. Siempre te pregunta: "¿Hacemos una toma más?". La hacíamos: siempre es lo que yo quiero.

Se le ve inconformista y con un aire intelectual: siempre se pregunta cosas.Hay que preguntarse cosas todos el tiempo, sino la vida es un aburrimiento. Si me preguntaba de chiquilla, cómo no voy a preguntarme ahora. Pero no me siento una intelectual. Muchas cosas las siento y las medito a posteriori.

En su currículo, se ve que ha trabajado en muchas series. ¿Qué le dan?De entrada, suponen mucha inmediatez y exigencia. Es muy diferente que otros proyectos. Y hecho algunas que son muy conocidas y que están en la memoria del espectador. Papeles fijos y episódicos.

Está en ‘Cuatro estrellas’ y parece la madre borde. ¿Cómo afronta un papel así, el de Rita Vázquez?No es la simpática, es como la dueña del castillo que defiende a su tribu y no es precisamente generosa. Afronto el papel como cualquier otro, intentando entender por qué actúa así, de dónde viene, cómo siente. Y ese proceso siempre es muy interesante. Le da mucha riqueza a tu trabajo. Ahora el personaje ya no es tan borde: soy un poco más blandita.

Llama mucho la atención lo poco que aparece en el cine aragonés. ¿Por qué?Eso me pregunto yo. A veces no se acuerdan de mis orígenes. Llevo fuera de Aragón prácticamente desde los 16 años. Una vez me invitaron al Festival de Huesca para estar en un jurado, y muchos no sabían que yo era aragonesa, de Tamarite de Litera. De todos modos he seguido y sigo el gran momento del cine aragonés con Pilar Palomero, Paula Ortiz, y muchos otros. Conozco a Paula Ortiz y un día, medio en serio y medio en broma, me dice: "Yo también soy de Tamarite de Litera". Había pasado allí siete años, donde sus padres habían sido profesores.

Ana Gracia se ha desenvuelto con soltura en el cine: ha trabajado en 'Réquiem por un campesino español', con Antonio Banderas, en 'La Vaquilla' o en 'Camino' de Javier Fesser.
Ana Gracia se ha desenvuelto con soltura en el cine: ha trabajado en 'Réquiem por un campesino español', con Antonio Banderas, en 'La Vaquilla' o en 'Camino' de Javier Fesser.
Enrique Cidoncha.
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