Así era la Zaragoza de hace ciento veinte años
Resulta muy reconocible en las fotografías que han llegado hasta nosotros y que reflejan una ciudad que va haciéndose moderna.
Zaragoza despertaba poco a poco a la modernidad y ese pueblo grande, lleno de huertas y torres de labranza dejaba paso con sigilo a una capital de provincia que quería competir con sus vecinas más pudientes. Para ello se dejaba los dineros un consistorio que la mayor parte de las veces tenía vacíos los cajones, aun así, tímidamente se procedía a inauguraciones que los zaragozanos de la época consideraron notorias, tal es el caso de la colocación de la primera piedra de las obras de la segunda torre del Pilar, hecho que acaeció el 19 de marzo de 1903.
Peor suerte corrió la casa de Gabriel Zaporta, edificio magnífico del influyente comerciante y banquero de Carlos I, primorosamente decorado, según cuentan, por el amor que le profesaba a su segunda esposa, Sabina Santángel. Comenzó su derribo el 31 de marzo, trasladándose el patio, denominado popularmente de la Infanta, hasta París tras ser desmontado en julio de ese mismo año, adquirido por el anticuario Fernand Schutz. Afortunadamente, el tesoro nacional regresaba a Zaragoza en 1958 gracias a la compra de la entonces Cazar, hoy delicadamente mimado por Fundación Ibercaja en su sede central.
Algo más tarde llegaría la inauguración del Nuevo Mercado, hoy Mercado Central, concretamente el 24 de junio. Obra imprescindible, diseño de F. Navarro, que afortunadamente ha llegado con diferentes lavados de cara hasta nuestros días.
Como todo no puede estar en el cogollo de la ciudad, en el segundo barrio de la afueras en aquella época, se producía la inauguración del nuevo puente de América en el barrio de Torrero. Aunque un mes antes ya se encontraba completamente operativo, el hecho ocurría el 11 de octubre, durante las Fiestas del Pilar.
María Pilar Gonzalo Vidao Presidenta de Anteayer Fotográfico Zaragozano