Descubierto un archivo antiguo en una habitación que llevaba 44 años cerrada en Fuentes de Jiloca

El fondo, que estudia el historiador del arte José Luis Cortés, incluye 60 pergaminos de entre 1414 y 1510

Rosana Perruca, alcaldesa de Fuentes de Jiloca, el historiador del arte José Luis Cortés y Jesús Vicente Bueno, delegado de Patrimonio de la diócesis de Tarazona, inspeccionando uno de los manuscritos.
Rosana Perruca, alcaldesa de Fuentes de Jiloca, el historiador del arte José Luis Cortés y Jesús Vicente Bueno, delegado de Patrimonio de la diócesis de Tarazona, inspeccionando uno de los manuscritos.
Luisma García/Torre Albarrana

Una buena memoria y estar ojo avizor siempre tiene premio. Lo sabe bien el historiador del arte José Luis Cortés. En 1979 se marchó de Fuentes de Jiloca el último párroco que vivió allí. Y al año siguiente la casa parroquial, un magnífico caserón del siglo XVIII, se puso en alquiler. Cortés escuchó un comentario que le sorprendió. "En el interior de la casa quedó una habitación que había sido el despacho y archivo del párroco –recuerda ahora Cortés–. Esa habitación, tal y como me contaron en el pueblo, al parecer se cerró con llave y su puerta se tapó con un armario. Las noticias que me dieron en su momento es que en su interior había libros y papeles propiedad de la parroquia".

Desde 1980 varias familias han habitado el caserón, en algunos casos el año entero, en otros solo las vacaciones. El año pasado los vecinos de Fuentes de Jiloca advirtieron que una parte del enorme tejado de la casa se había hundido. José Luis Cortés recordó la historia de los libros y habló con el párroco. "Encargó un presupuesto para repararlo pero, desgraciadamente, cayó enfermo. Cuando hablé con él me dijo que desconocía la historia de esa habitación. Hace unos días la Diócesis de Tarazona nombró al nuevo párroco de la localidad, David Alvizures, y el 26 de junio me puse en contacto con el delegado de Patrimonio de la diócesis de Tarazona, Jesús Vicente Bueno, y acompañados del nuevo párroco, fuimos a la casa parroquial de Fuentes de Jiloca en compañía el alguacil del pueblo".

En principio, la visita buscaba únicamente comprobar el estado en el que se encontraba el inmueble, por cuanto las tormentas intensas de las últimas semanas podrían haberle causado nuevos daños. Pero José Luis Cortés llevaba otra idea. Aunque ya nadie se acordaba de aquella habitación cerrada llena de libros, él tenía claro "que no era una leyenda urbana. Y así fue, nos dedicamos a buscar el famoso armario tras el que estaba la puerta oculta".

No había armario pero sí puerta cerrada. "Lo que nos encontramos en el interior corroboraba la famosa historia de la habitación llena de libros... Era una cápsula del tiempo".

El jueves pasado, en compañía del párroco y de la alcaldesa, Rosana Perruca, Cortés y Bueno entraron en la habitación y empezaron a catalogar su contenido. "El hallazgo es fantástico, hemos encontrado 60 pergaminos, alguno con su lacre, fechados entre 1414 y 1510 –revela Cortés–; más de un centenar de papeles y legajos de los siglos XVI a XVIII, entre los que destacan autentificaciones de reliquias (de San José o San Jorge por ejemplo) o algunos exorcismos».

Uno de los documentos recuperados en Fuentes de Jiloca
Uno de los documentos recuperados en Fuentes de Jiloca
Luisma García/Torre Albarrana

Se trata de documentos importantes, como varios libros de pecha de la localidad, de los años 1560 a 1574, y otros dos de 1664 y 1684. O los libros de cuentas del Hospital Real de Fuentes de Jiloca de 1732 y 1812. También libros de cofradía, como los de la de Santa Águeda de Catania de 1700 o uno de la del Santísimo Sacramento de 1690. A todo ello hay que sumar más de 200 libros de los siglos XVI al XIX, entre los que destacan una edición del ‘Arte de morir’ de 1624 o una edición del ‘Flos Sanctorum’ del XVII.

En la documentación del siglo XX, aparte de expedientes matrimoniales y otros documentos fechados entre 1900 y 1969, cabe destacar toda la relativa a la construcción y funcionamiento del cine parroquial y correspondencia con distribuidoras cinematográficas.

Otros legajos importantes se guardaron en una carpeta de inventarios en las que hay documentación de algún bien enajenado e inventarios de los bienes de la parroquia desde finales del siglo XIX hasta la década de 1960. "El hallazgo ha sido una alegría inmensa porque todo el material está en perfecto estado –destaca Jesús Vicente Bueno–. Hace unos años la Diputación de Zaragoza estudió el archivo parroquial de Fuentes de Jiloca. Y lo que ha aparecido ahora completa lo que ya se conocía. Pero hay que trabajar bien la documentación. La evaluación de lo que ha aparecido es aún provisional".

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