La crisis migratoria canaria se adentra en lo desconocido: las llegadas en 2024 se multiplican casi por diez
En las dos primeras semanas del año han arribado a las costas del archipiélago 3.480 africanos y 53 cayucos.
La crisis migratoria en las Islas Canarias se intensifica hasta cifras desconocidas. Lejos de contenerse los flujos con la llegada de este 2024 y el mal tiempo invernal, los desembarcos han sufrido un crecimiento exponencial en las dos primeras semanas de año. Según las estadísticas recién publicadas del Ministerio del Interior, del 1 al 15 de enero, un total de 3.480 inmigrantes han llegado al archipiélago, una cifra récord desde que se registran los datos a pesar de que los meses de invierno suelen ser de menores llegadas debido a las malas condiciones del Atlántico.
La comparación con los datos de la primera quincena de 2023 ha encendido todas las alarmas, ya que las llegadas casi se han multiplicado por diez. Frente a los 3.480 'sin papeles' arribados al archipiélago en las dos primeras semanas del año pasado llegaron tierra solo 371 migrantes. El incremento, por tanto, es de un 838%, una cifra que no se ha visto nunca antes en las estadísticas del departamento que dirige Fernando Grande Marlaska. Y es que cada día de este 2024 han llegado a Canarias una media de 282 africanos frente a los 24 de idéntico periodo del año pasado.
Más capacidad
Más inmigrantes, pero también más cayucos y con mayor capacidad. La llegada del número de barcos ha crecido en esta quincena con respecto al año pasado un 430%, pasando de diez cayucos y pateras en 2023 a 53 en los primeros días de 2024. La capacidad media las embarcaciones el año pasado era de 37 pasajeros y ahora está en 65, prácticamente el doble.
Las primeras estadísticas de 2024 sobre la crisis migratoria canaria -reconocen los expertos de Interior- apuntarían a que este año se podrían superar con creces las cifras de 2023, el peor año de la inmigración clandestina en las islas. De seguir a este ritmo, llegarían al archipiélago este 2024 cerca de 85.000 personas, frente a las 39.910 arribadas el año que acaba de terminar, que ya batió récord absoluto, muy por encima de 2006, durante la famosa 'crisis de los cayucos'.
