Este es el restaurante favorito de Enrique Bunbury en Zaragoza
Es un establecimiento muy popular entre los zaragozanos con una amplía carta al que le unen lazos de afecto personal y familiar, además de culinario.
El pasado 23 de abril, Enrique Bunbury estuvo firmando ejemplares de su nueva obra literaria ‘La carta’ (Liburuak) en el Día del Libro; se trata de una compilación selecta de la correspondencia semanal que mantuvo con sus fans durante 40 semanas el año pasado. Antes de proceder a las firmas, que se extendieron a lo largo de dos horas en pleno paseo de la Independencia, Bunbury se pasó por uno de sus lugares de confianza en Zaragoza, un establecimiento al que le unen lazos de afecto personal y familiar, además de culinario.
El Grupo Los Cabezudos está compuesto de tres restaurantes (uno de ellos, también bar de copas) en la zona de Heroísmo y San Miguel. El Meccano Gastrobar y el Tragantúa llegaron más tarde que el restaurante principal de esta empresa, con casi cuatro décadas de historia hostelera: Los Cabezudos, abierto en 1985. Está en el número 12 de la calle Antonio Agustín y las reservas pueden hacerse en su web (grupoloscabezudos.es) o en el teléfono 976 392 732. Abre a diario, de 13.00 a 15.45 y de 20.00 a 23.00.
Los Cabezudos presume con fundamento de elaborar sus platos a diario “con ingredientes frescos y de temporada, bajo las premisas de una cocina de mercado y tradicional, pero con toques vanguardistas”. También explican que su propuesta gastronómica “está basada en la cocina mediterránea tradicional”, y que en la carta se pueden encontrar “todo tipo de carnes rojas, pescados, mariscos, arroces o verduras”. Bunbury es vegano y en el establecimiento saben complacerle, pero allí hay materia prima y saber hacer para satisfacer a todo tipo de clientes.
Especialidades en la cocina de Los Cabezudos
Hay de todo, y todo bueno. También se atiende a todos los bolsillos, desde opciones más accesibles para la cartera como la tostada de foie fresco a la plancha a las colmenillas rellenas de foie con salsa de trufa negra. Sus ‘pilaras’ -croquetas de jabugo- son un verdadero manjar; las borrajas con almejas y cocochas son otra maravilla, como las alcachofas fritas con romescu, el cabrito al ajillo o el arroz campero.
