gastronomía
Abre el Asador Vasco en Zaragoza
La carta incluye diez entrantes para compartir y chuletón y solomillo a la parrilla como grandes protagonistas
Asador Vasco de Zaragoza. El nombre no deja lugar a dudas sobre la ubicación y el concepto culinario del nuevo establecimiento que acaba de abrir sus puertas en la capital aragonesa. Su propietario, Enrique Senra, llega con fuerza y con la experiencia de 41 años de trabajo en San Sebastián, Fuenterrabía e Irún, donde tiene varios negocios en los que pinchos, raciones y chuletas se sirven a la mesa.
El formato de Zaragoza es algo diferente. Tiene un punto más sibarita, ya que no hay barra de pinchos ni comida a la vista. Es un escenario para el disfrute relajado, sin prisas. La denominación de asador remite a un establecimiento que está entre un bar y un restaurante. Aunque se ofrece sidra y el chuletón es muy protagonista, tampoco es una sidrería tradicional.
Las mesas están vestidas con mantel de tela en un comedor amplio y con grandes ventanales a la plaza de Sas y a la calle Blasón Aragonés. Desde fuera se intuye una de las joyas del asador: la parrilla hecha a medida donde se trabaja la carne.
Enrique Senra ha tardado siete años en encontrar el local que se ajustaba a sus preferencias. Está bien situado en el entorno del Tubo y de la calle Alfonso, pero en una zona apartada del bullicio. El abogado Kike Puértolas gerencia el proyecto y
Raúl González ejerce como responsable de sala. En los fogones, un cocinero de San Sebastián está mostrando al nuevo equipo las formas y maneras de hacer, que se resumen en una pequeña carta bien seleccionada.
El chuletón, por supuesto, es el gran protagonista, pero antes de llegar a él, la lista de entrantes para compartir invita a un picoteo cuya elección resulta complicada. Estamos en tiempo de potajes y las alubias de Tolosa, mantecosas, con un punto dulce y con una textura en la que no se percibe la piel, son una buena opción.
En esa línea, la sopa de pescado de la abuela es de los platos que te hacen revivir. No lleva encuentros. Tan solo unas almejas ‘nadando’ sobre un caldo marinero superconcentrado. La ensalada de tomate, servida sobre un plato congelado, es buena pero estará mejor cuando llegue de temporada.
El que no hay que tocar es el foie fresco con una salsa de Oporto que acompaña muy bien. Otro sello de identidad de la casa son los pimientos de piquillo, confitados y terminados al horno para concentrar más su sabor. Finalmente, una mención especial merece el arroz con almejas, de gran evocación marinera y al que tan solo le falta la borraja para darle un toque aragonés.
Poco más hay para elegir entre los entrantes. Y poco más entre los principales, ya que chuletón y solomillo son los dos únicos protagonistas. La chuleta (65 euros el kilo) tiene alrededor de 60 días de maduración y se sirve en un plato caliente al punto que en esta casa consideran adecuado, con sus tres colores: el tostado exterior, la capa rosácea clara y la parte central de un rojo intenso. Hacerlo más queda al gusto del cliente.
Al ser una parrilla abierta, la sensación ahumada de la carne no predomina. Está presente, pero de una forma sutil. Como alternativa al chuletón está el solomillo (30 euros) y punto final. Enrique Senra ha decidido no incluir pescado en la carta.
El queso en forma de tarta y de Idiazábal para degustarlo con membrillo son las opciones disponibles a modo de colofón. En cuanto a las bebidas, hay una buena selección de vinos aragoneses y la sidra premium Petritegi.
¿Dónde está el Asador Vasco?
Dirección: plaza de Sas, 7. Zaragoza
Teléfono: 876 28 43 11
Horario: martes a sábado, de 13.00 a 15.30 y de 20.00 a 23.00. Domingo, de 13.00 a 15.30
Descanso: domingo noche y lunes, cerrado
