El restaurante cerca de Zaragoza con verdura de primera y que aman las estrellas de cine

Comer bien levanta el ánimo y mejora la vida. Si además la comida es sana y se atacan las cantidades con moderación, aún mejor. Aragón tiene cientos de opciones para combinar bien todos esos elementos, pero de vez en cuando no está de más hacerse una pequeña excursión a las localidades vecinas con la intención de probar una cocina nueva, o regresar a donde se fue feliz sentado a la mesa. Zaragoza está a apenas 80 kilómetros de Tudela, y Tudela es uno de los mejores exponentes de la cocina basada en la huerta de la ribera navarra, de la que es capital. No está sola: Arguedas, Murchante, Valtierra o Cascante, con el genial restaurante Ibarra, tienen oferta de sobra para satisfacer a todos los paladares.

En la propia Tudela, el Remigio es una excelente referencia junto a la plaza de los Fueros. Sin embargo, hay un restaurante que lleva décadas (se inauguró en 1952) paseando el nombre de la ciudad por todas partes: el 33.

Restaurante El 33 de Tudela

En El 33 manda la verdura. Con Ricardo Gil y María Pilar Vicente al frente, el restaurante fue pionero en ofrecer un menú degustación de verdura en España. En Zaragoza, Gil tiene otra base de lujo, con idénticos valores: la huerta de Tudela recibe un trato de lujo en Casa Lac, el restaurante del Tubo inaugurado en 1825. Lo del 33 es un festival: se prima siempre la verdura de temporada, pero esa huerta que baña el Ebro es un tesoro que permite la máxima calidad en la materia prima.

Qué se come en El 33 de Tudela

El hecho de que la verdura tenga tanto protagonismo no quiere decir que El 33 sea vegetariano. Las carnes y pescados acompañan, sobre todo en el plato fuerte del menú. El lugar tiene una larga lista de clientes conocidos; muchos de ellos lo descubrieron por el festival de cine Opera Prima, que organiza en la localidad navarra el profesor y columnista de Lechago Luis Alegre, colaborador habitual de HERALDO. Llegar allá y encontrarse en la mesa de al lado con Eduardo Noriega, Emma Suárez o Juan Echanove no es extraño.

En los entrantes, eso sí, es donde se toca el cielo: salmorejo de tomate de Tudela con geleé de tomate y boquerón marinado, ravioli oriental relleno de puerro estofado en aceite de gambas con gambas y salsa de cava, penca de acelga rellena de velouté de hongos y salsa holandesa gratinada, pochas de Tudela con guindilla joven en vinagre, corona de alcachofas fritas con foie gras fresco y puerro crujiente, revuelto cremoso de piparras confitadas y gambas, menestra de las 4 verduras reinas con yema de huevo y láminas de papada Ibérica adobada, duquesa de patata a la Importancia en salsa verde con borraja y quinoa roja crujiente…

Si ya están salivando hace un rato, los escabechados acabarán por convencerles de lo conveniente que es una visita a este templo tudelano de la cocina. También lo hará el rape con salsa de cava y espaguetis de calabacín, o las manicas de cerdo rellenas de hongos y foie-gras a la piel crujiente. En cuanto a los postres, es difícil elegir entre la torrija con helado de vainilla bourbon, Sorbete de cuajada socarrada, de leche de oveja lacha, la tarta de chocolate asada o los higos confitados rellenos de mousse de queso.