gastronomía

Santiago Boira, presidente del Colegio de Psicólogos: "Las sopas reflejan la calidad de un local"

El presidente del Colegio de Psicología apuesta por crear hábitos alimenticios.

Santiago Boira, presidente del Colegio de Psicólogos, en el Café Nolasco.
Santiago Boira, presidente del Colegio de Psicólogos, en el Café Nolasco.
Francisco Jiménez

Santiago Boira preside desde hace poco más de un año el Colegio Profesional de Psicología de Aragón. Desde esta responsabilidad observa la carga de trabajo cada vez mayor que tienen los psicólogos a la hora de afrontar las consecuencias de la pandemia. "Las afecciones psicológicas están siendo importantes con unos niveles de ansiedad, depresión y malestar general que están afectando a muchas personas y cuya visibilización a medio y largo plazo todavía está por llegar".

Pero, en general, está contento porque también percibe que la gente "está perdiendo el miedo a pedir ayuda" y a acercarse a estos profesionales. Ansiedad, baja autoestima, estrés, depresión... Todos ellos son efectos que inciden en la salud física de muchas personas. "Tener unos hábitos de vida saludables, entre los que, por supuesto, es fundamental llevar una buena alimentación, contribuye decisivamente al bienestar, no solo físico sino también psicológico".

Comer bien, a su juicio, "no es un hábito que se aprenda de un día para otro; tiene mucho que ver con la sensibilización, la prevención y la enseñanza, aunque realmente no se trata tanto de enseñar a comer bien, sino de percibir en tu entorno, a diario, modelos que transmiten eso y a partir de ahí interiorizarlos".

Él los tiene, vinculados a los recuerdos de la infancia en el medio rural, en pueblos como Samper del Salz y La Hoz de la Vieja. "El sabor de los tomates del huerto de mi padre, que en una sencilla ensalada con cebolla y olivas negras son un manjar; la elaboración de los embutidos en el tiempo de matacía, o las parrilladas de carne que se hacían con las brasas de sarmientos".

Estos argumentos forman parte de su memoria culinaria, donde de alguna forma "cada vez más prima la sencillez; unas verduras a la plancha pueden suponer un manjar excelso si las disfrutas en buena compañía".

A Santiago Boira, además, le gusta "entender la cultura de la comida". Por eso se fija tanto en algunas elaboraciones concretas. "Sobre todo, en las sopas –comenta–, siempre procuro probarlas en los establecimientos donde acudo; para mí reflejan muy bien el trato que le dan a su propuesta culinaria".

Una receta que también tiene en cuenta es la de manitas de cerdo, "que me encantan y se pueden preparar de mil maneras distintas". Y habitualmente, cuando come o cena en un restaurante, pone atención en dos detalles más que un día le comentó un amigo y que, a su juicio, muestran bastante bien el nivel gastronómico del establecimiento en cuestión: el pan y el vino de la casa.

El presidente del Colegio de Psicólogos tiene claro que "en España somos unos afortunados porque, en relación a nuestros vecinos europeos, no solventamos el momento de la comida como un trámite, aunque los alimentos procesados, con la justificación de la falta de tiempo, cada día se introducen más en nuestra dieta".

A su juicio, este es un riesgo importante, el de avanzar hacia "la sociedad del azúcar, de la satisfacción inmediata que aporta poco, cuando lo que deberíamos hacer es acercarnos más a la corriente 'slow food', que apuesta por disfrutar y saborear la comida sin prisas".

"En muchas ocasiones, el principal problema del estrés o la ansiedad es no darnos cuenta de que lo estamos sintiendo"

Ante ese tipo de situaciones que encuentran en el chocolate o en el bote de helado la recompensa rápida, Santiago Boira comenta que "en muchas ocasiones, el principal problema del estrés o la ansiedad es no darnos cuenta de que lo estamos sintiendo". Ser consciente de ello es, a su juicio, "fundamental para intentar buscar una solución; por eso son tan importantes los hábitos alimenticios, porque cuando se rompen es un buen indicio de que algo está fallando".

En el otro extremo, este psicólogo se refiere a los aspectos terapéuticos de la cocina, "que a mucha gente le sirve para relajarse y, sin duda alguna, fomenta la creatividad, aunque también conlleva un cierto riesgo". Pero lo más bonito de todo, concluye, "es que cuando cocinas para alguien entregas algo de ti y se genera un momento mágico".

La propuesta gastronómica en Café Nolasco para Santiago Boira, presidente del Colegio de Psicólogos.
La propuesta gastronómica en Café Nolasco para Santiago Boira, presidente del Colegio de Psicólogos.
Francisco Jiménez

Café Nolasco, producto localy mirada internacional

Café Nolasco (c/ San Jorge, 18) es uno de los lugares de referencia de Santiago Boira. Le gusta la decoración y la comida, "que a partir de productos locales mira a muchas partes del mundo". Por ejemplo, las gyozas de pollo tikka masala con jugo rustido y la piel del pollo crujiente que le ofrece el jefe de cocina, Víctor Gallego. En su agenda de sitios "muy recomendables" se encuentra el bar Bonanza (c/ Refugio, 4) y su tortilla. Y para tapear también recomienda la cafetería Servet (c/ Miguel Servet, 24), además del remodelado Méli Mélo (c/ Mayor, 45). En la zona de Universidad hay otros dos escenarios de referencia. Por un lado, Nativo (avda. Juan Carlos I, 41), que Santiago vincula absolutamente a su torrezno, "que es maravilloso". Y para disfrutar del vino, Amontillado Winebar (c/ Hermanos García Mercadal. Local 5), "que tiene una gran oferta por copas y, sobre todo, el asesoramiento de sus dueños, que son enólogos".

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