El conejo escabechado vuelve a poner a Castejón de Valdejasa en el mapa festivo cincovillés
Más de 800 personas se han vuelto a reunir para degustar este plato tradicional en el marco de la XIV edición de la feria declarada Fiesta de Interés Turístico.
Hace ya 71 años que la familia Oca abrió su bar-restaurante en Castejón de Valdejasa. Con seguridad, no podrían haber adivinado que después de siete décadas llegarían a la población familias desde Barcelona, Madrid o el País Vasco para degustar esta delicia culinaria que cada vez resulta más conocida y que todas las semanas esta pequeña población reciba cientos de visitantes, ciclistas o aficionados al motor para almorzar y comer y que su primera opción sean los escabechados. Carlos Oca que regenta junto a su hermana este negocio apunta que no puede más que sentir agradecimiento por la fidelidad de su clientela. "Algunos siguen viniendo cincuenta años después y nunca nos han abandonado en el día a día". Con muchas ganas de fiesta y un día perfecto para disfrutar, su establecimiento estaba lleno a la hora del vermú.
"Se nota mucho la promoción que ha supuesto la feria. Hace años la gente llegaba el domingo, hoy casi más durante la semana y tenemos gente que llega desde toda España. Aprovechando la zona de caravanas, la gente viene a conocer nuestro plato típico, gente que va hacia Navarra y que toman secundarias para llegar aquí a comer conejo o perdiz", apunta.
La preparación tradicional presente en el recetario popular permitía conservar la caza de los abundantes montes que rodean Castejón. El secreto se encuentra en sus ingredientes y su elaboración, con aceite y vinagre de la zona, hierbas aromáticas recogidas en el monte, y un toque de vinagre al gusto.
Hoy los escabechados están presentes en muchos de los eventos gastronómicos que se celebran en España gracias a la labor de Inazio y Alberto Sancho. Hace ocho años que pusieron en marcha el obrador El Corral del Tío Nicasio que en la actualidad trasforma alrededor de 7.000 kilos de conejo y perdiz. En este tiempo han diversificado sus productos, envasan además paletilla de ternasco, han mejorado envases y completado su línea de formatos con destino a todo tipo de preparados . El balance es muy positivo a pesar de lo duros que han sido los dos años de la pandemia. En este tiempo han crecido y han puesto en marcha una pequeña bodega de vinos naturales, son ecológicos y sin ningún tipo de sulfitos en su elaboración. "Son vinos muy honestos y tenemos un proyecto para comercializar nuestro propio aceite de oliva" apunta Alberto.
Señala que para que los pueblos luchen contra la despoblación, "hay que apoyar las empresas locales. Nosotros hemos puesto en valor dos cosas muy importantes, una el conejo y también los vinos. Mucha gente venía a comprar el vino que se hacía en Castejón y se fue perdiendo el cultivo. Hemos impulsado un proyecto de recuperación de viñas en abandono, algunas parcelas con más de 80 años de antigüedad. Nosotros hacemos un motón de eventos al año y ponemos en el mapa a Castejón. Nuestra empresa familiar se encarga de preparar los menús de la feria, cada año alrededor de 350 kilos de conejo siguiendo la receta tradicional que pasa de generación en generación".
La feria
La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de La Cartuja y el grupo de dulzainas se han encargado de animar el mercado de artesanos desde primera hora de la mañana que comenzaba con una degustación de migas y los juegos de la Asociación de Juegos Tradicionales de Aragón. Después de la comida se ha programado una sobremesa musical y animación infantil con sesión de baile por la noche. Como participantes de excepción, en esta ocasión la Feria ha contado con el medio centenar de refugiados ucranianos que se encuentran alojados en el albergue de Ejea que durante la jornada han estado acompañados por voluntarios de Cruz Roja. Han tenido la oportunidad de disfrutar de esta fiesta popular.
La florista María del Mar Dobato es una de las artesanas que no falta entre los puestos de mercado artesano. Hace más de 20 años que compró su casa en esta población y en un par de semanas abrirá la vivienda rural de la Casa del Médico. "Tenemos mucha ilusión y hemos creado un apartado destinado a la exposición y venta de pintura. La gente podrá exponer y comprar sus cuadros". Recuerda que fueron las mujeres de Castejón quienes impulsaron la puesta en marcha de esta fiesta. "Contamos con la colaboración de todos y entonces la feria se celebraba en el parque del castillo y luego ya hicimos el mercadillo. Poco a poco fue viniendo más gente.
"Se trata de dinamizar la marca de Castejón, la gastronomía es el pilar fundamental de esta feria que es la primera ocasión en que se celebra desde que es Fiesta de Interés Turístico. Pretendemos convertir a Castejón en parte activa del desarrollo turístico de la Comarca de Cinco Villas", señala el alcalde, Eduardo Luna.
