gastroentrevista

Italia y Aragón, en el gusto de Manuela Adamo

La exbailarina no descarta orientar su futuro profesional hacia la hostelería

Manuela Adamo disfruta de unos nigiris de salmón en el Uasabi del Tubo
Manuela Adamo disfruta de unos nigiris de salmón en el Uasabi del Tubo
Francisco Jiménez

"Me gusta comer y beber lo que más, y si no hubiese sido por la mala experiencia de un restaurante que tuve, tal vez volvería a la hostelería; de hecho, no lo descarto, no como negocio propio, pero sí trabajando para alguien o en labores de asesoría". 

La que así opina es la bailarina Manuela Adamo, compañera artística y personal del bailarín Miguel Ángel Berna. Realmente, Manuela es una exbailarina. A raíz de la pandemia y de un problema de salud reciente, no va a volver a bailar. Así que está en un momento de replantearse su futuro. Ahora mismo, centrada en el máster de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y abierta a lo que surja.

Manuela nació en Roma, pero sus raíces están en el sur de Italia, en la zona de Nápoles. A España llegó hace 24 años. Siente Aragón como su casa, pero Italia es su tierra, donde sigue la familia y tantos recuerdos que marcaron su vida.

Los conocimientos culinarios se los transmitió su madre Ana Rita: las bolitas struffoli que preparaba en Navidad; la parmigiana di melanzane, cuya receta reseña en estas páginas, las meriendas con el pan frizelle con tomate picado, aceite y sal...

"Los españoles y los italianos somos parecidos por cómo disfrutamos cocinando, comiendo y compartiendo"

También tiene vivo el recuerdo de su padre llegando a casa con un pozal lleno de pescado y de marisco. "Vivíamos cerca de la playa y los jueves iba al puerto y regresaba con almejas, langostinos, cigalas y el pescado fresco que encontraba". En su vivienda de Santa Isabel, estas escenas las resume en una planta de albahaca. "Unos meses está más lustrosa y otros menos, pero a mis hijos les digo que es el detalle que hace que no me olvide de donde vengo".

"Los españoles y los italianos somos parecidos en cómo disfrutamos cocinando, comiendo y compartiendo", sugiere. Además, utilizando ingredientes similares de la dieta mediterránea, "aunque los elaboramos de forma diferente".

Un producto por el que siente pasión es el aceite. Pero claro, ella solo visualiza el de oliva virgen extra. Habla maravillas de los de Aragón, "que cada vez viajan más a Italia". En una visita reciente a la comarca del Matarraña, donde va a menudo, conoció el aceite Diezdedos de Cretas. "Es increíble", asegura.

Aunque lleva unos meses sin salir demasiado, cuando lo hace le gusta ir a Uasabi (c/ Cuatro de Agosto, 18, Zaragoza). Le encantan sus platos de cocina japonesa fusionados con la mediterránea y toques de la nikkei, especialmente los nigiris sushi de salmón y los makis. "Tienen un producto fresco y de gran calidad", reconoce.

A la hora de decantarse por un restaurante italiano en Zaragoza, elige La Parthenope (c/ Verónica, 16). "El horno que han traído de Nápoles es una maravilla; hacen la auténtica pizza napolitana y la pasta que elaboran es muy buena". Seguramente es el modelo de restaurante que le hubiera apetecido montar cuando abrió la pizzería Divino Amore, que por distintas circunstancias apenas funcionó un año. Del resto de Aragón, le gusta La Fábrica de Solfa, en Beceite. "Hacen una buena labor con productos de la zona".

A modo de colofón, Manuela ofrece tres detalles culinarios que tiene muy en cuenta alrededor de otras tantas elaboraciones. "No es por presumir, pero hago una tortilla de patata impresionante". Uno de sus secretos: freír la patata en abundante aceite de oliva virgen extra.

Para preparar una buena salsa de tomate, sugiere que "tiene que estar mucho tiempo al fuego". En primer lugar, "hay que hacer un buen sofrito con cebolla, ajo, zanahoria, apio y, luego, en función del uso que le vayas a dar, utilizar vino blanco o tinto, pero no echar agua". A continuación, el tomate que se vaya haciendo sin prisa.

Manuela siente pasión por el ternasco de Aragón. "También es un asado típico de Roma –asegura–, pero el de aquí está más rico". El secreto del suyo reside en la majada que le enseñó una amiga de Bujaraloz. Lleva romero, perejil, ajo, zumo de limón y un poco de brandy. "Primero pongo las patatas que se vayan haciendo un poco y luego la carne que aliño con esta mezcla, y queda genial", remata.

Timbal de berenjenas preparado por Manuela Adamo
Timbal de berenjenas preparado por Manuela Adamo
H. A.

Timbal de berenjenas (parmigiana di melanzane)

El timbal de berenjenas es un plato típico del sur de Italia que se lo enseñó Manuela Adamo, su madre. La bailarina asegura que "es su receta estrella, y aunque yo no he llegado a su nivel, la suelo preparar en ocasiones especiales". Como ingredientes lleva berenjenas, queso mozzarella y parmesano, salsa de tomate natural, zanahoria, ajo, albahaca, aceite de oliva virgen extra y vino tinto.

Para hacer el timbal de berenjenas, hay que cortar las hortalizas en lonchas y dejar bajo sal un par de horas para que saquen el amargor. A continuación, se prepara una salsa de tomate realizando un sofrito con un ajo y zanahoria picada. Dejar cocer el tomate durante una hora y media y al final poner un poco de albahaca. En una sartén, freír las lonchas de berenjena sin pasar por huevo y harina. «Es una opción pero yo no lo hago así», comenta.

En una bandeja se construyen varios pisos de berenjena añadiendo mozzarella picada, albahaca, tomate y quesos rallado. Hacer cinco pisos y en el último añadir solamente tomate y queso rallado, sin mozzarella.

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