Un total de 180 mujeres aficionadas al vino se reunieron el pasado miércoles,  4 de julio, en Zaragoza en una nueva edición, la segunda, de Mujeres Diviñas. Semanas antes de la celebración de esta cita, que tuvo lugar en El Plata, se había completado el aforo previsto e, incluso, había lista de espera.

Eugenia Blanco, propietaria del espacio gastronómico El Sitio de Eugenia y organizadora de esta reunión, dijo que al principio "pensamos que poníamos el objetivo muy alto al intentar juntar a un centenar de mujeres, pero se consiguió; de hecho hubo muchas que se quedaron sin participar. En esta ocasión, hemos subido las plazas hasta 180. Para nosotras ha sido una sorpresa que, a dos semanas del encuentro, ya hubiéramos llegado a ese número". "Estamos muy orgullosas de esta iniciativa solidaria y, por supuesto, encantadas con la respuesta de la gente", opinó Eugenia.

Las ‘diviñas’ comenzaron con una cata a ciegas para despertar los sentidos, a través de un rosado de Bodegas Ignacio Marín. Tres mujeres condujeron las catas que se desarrollaron en el encuentro. Una de ellas fue Silvia Tomé, enóloga y propietaria de Quinta Mazuela (D. O. Cariñena), única mujer aragonesa que aparece en el libro ‘Reinas de Copas. Las grandes mujeres del vino’, escrito por Zoltan Nagy, quien, por cierto, estuvo firmando ejemplares y donó parte de su recaudación.

Otra de las mujeres que dirigieron la cata fue Raquel Latre, presidenta de la Denominación de Origen Somontano, la única mujer en ocupar un cargo así en Aragón. La tercer en el trío de expertas en vinos fue Paula Yago, gerente de Bodegas Tempore (VT Bajo Aragón), la única bodega de Aragón cuyo cultivo está certificado como ecológico en su totalidad.

Los vinos elegidos para esta segunda edición, que estuvieron acompañados de tres tapas, fueron un Viñas del Vero Blanco 2017, el tinto Generación 73 de Bodegas Tempore y un tinto de Quinta Mazuela 2013, premio Rubí Internacional en el Concurso Vino y Mujer en su última convocatoria.

El Encuentro Mujeres Diviñas contó además con la colaboración del Consejo Regulador de la IGP Ternasco de Aragón, Bodegas Ignacio Marín, la diseñadora Cris B, así como la fotógrafa de la Ventana de Olivia y ganadora del oro y plata en los Premios Nacionales de Fotografía, Isabel Oli, y los productos de Rodi Fuendejalón.

El pasado miércoles, la cata solidaria logró recaudar 1.000 euros, que se destinarán a la lucha contra el cáncer. Cuatrocientos más que en la edición inaugural.

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