El desafío de almacenar energía limpia a 2.115 metros de altitud

La central de Ip (Canfranc) fue la primera hidroeléctrica reversible en Aragón, un tipo de instalación que resurge con el despliegue de las renovables. 

El embalse de Ip, a 2.115 metros de altitud, cubierto de nieve.
El embalse de Ip, a 2.115 metros de altitud, cubierto de nieve.
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La actual coyuntura eléctrica ha vuelto a poner en valor las centrales reversibles, que cumplen un papel estratégico para asegurar el suministro y la estabilidad del sistema nacional con el auge de las renovables. En Aragón solo hay dos en funcionamiento: la de Ip, en Canfranc; y la de Moralets, en Montanuy, a caballo entre esta Comunidad y Cataluña. Ip, la primera en construirse, en 1969, fue en su día la de mayor salto de Europa, con un desnivel de casi 1.000 metros entre el embalse y el contraembalse, posibilitando así la turbinación y el bombeo dependiendo de si había que inyectar kilovatios al sistema o se podían consumir en la elevación de agua para repetir el ciclo.

Esta instalación pionera, con una presa a 2.115 metros de altitud, se ha convertido hoy en un referente para un importante paquete de proyectos de centrales reversibles que están a la espera de completar la tramitación. La compañía aragonesa Atalaya promueve cinco que suman 1.646 megavatios en Estercuel, Palomar de Arroyos, Tauste, Borja y María de Huerva. También hay otras planificadas en Alcañiz y entre Garrapinillos y La Muela. Solo en esta última la inversión prevista es de 138 millones de euros.

Así funciona la central hidroeléctrica de Ip

Ip responde al desafío de almacenar energía renovable, uno de los mayores retos en la lucha contra el cambio climático. "Estamos viendo un resurgimiento de la hidráulica de bombeo con el despliegue de las renovables, ya que sirve para almacenar energía limpia y disponer de ella cuando más demanda hay, dando respuesta a uno de los principales retos de las renovables: el almacenamiento", afirma Sergio Capuj, gerente de Producción Hidráulica en Acciona Energía, titular de la central.

El edificio de la central, a la entrada de Canfranc, es obra del arquitecto Miguel Fisac.
El edificio de la central, a la entrada de Canfranc, es obra del arquitecto Miguel Fisac.
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El responsable de Acciona explica que la hidráulica reversible tuvo su auge en la década de los 70 y 80 utilizándose para absorber el exceso de generación de las nucleares. "Aprovechaba esos excesos para bombear principalmente por la noche y almacenar esa energía que se utilizaba para generar electricidad por el día". A día de hoy, las centrales de bombeo vuelven a recobrar esa posición, siendo claves para dar estabilidad al sistema renovable y apuntalar el auge de la solar, cumpliendo el papel de una batería gigante.

Pero, ¿cómo funciona esta central alimentada por una presa de alta montaña a 2.115 metros sobre el nivel del mar? Su peculiaridad es que puede funcionar como turbina, bajando el agua, o como bomba, subiéndola. Se abastece principalmente del embalse de Ip, con apoyo puntual del de Iserías. A través de una galería de presión y una tubería con una caída de más de 900 metros, el torrente de agua desembalsada cae sobre las turbinas de la central, a 1.174 m, a la entrada de Canfranc, generando energía limpia.

El almacenamiento se produce gracias a que en lugar de seguir su curso, el agua se queda en un contraembalse al pie de la central y con posterioridad es bombeada por la misma tubería de nuevo hasta Ip. El ciclo se repite una y otra vez inyectando energía limpia al tendido eléctrico con una producción media anual de 52GWh/año, capaz de suministrar a más de 15.000 hogares. Con una capacidad de 88,85 MW evita 22.000 toneladas de CO2 al año, equivalente a retirar 8.500 coches de la circulación. Todavía se conserva el viejo carretón, hoy sin uso, que transportó los materiales para su construcción.

Del auge de la nuclear a la solar

Cuando se inauguró Ip, se estaban construyendo en España las centrales nucleares. El consumo bajaba por la noche, pero el arranque y la parada de una nuclear era lento y complejo, por lo que las centrales de bombeo se pensaron para usar la energía sobrante, que utilizaban bombeando el agua a los embalses superiores. El proceso actual es similar, pero con las renovables, afrontando el exceso de solar o eólica. Si antes el bombeo se hacía sobre todo por las noche, ahora se realiza en las horas puntas de sol.

Contraembalse desde el que se vuelve a bombear el agua al embalse de Ip.
Contraembalse desde el que se vuelve a bombear el agua al embalse de Ip.
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Red Eléctrica Española considera 93 centrales como estratégicas para la estabilidad del sistema nacional. Entre ellas se encuentran algunas de las centrales reversibles del Ebro. Dos están en Cataluña, Estany Gento-Sallente y Montamara; una en Aragón, la de Ip; y otra, la de Moralets, a caballo entre las dos comunidades.

Moralets II, en la cabecera del río Noguera-Ribagorzana, aprovecha el agua procedente de dos embalses, el de Llauset (situado a más de 2.000 metros de altitud) y el de Baserca, ambos separados entre sí 5 kilómetros. La actual central se puso en servicio en el año 1985 y es una de las mayores de bombeo de toda la Península Ibérica.

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