Las lluvias disparan un 350% la producción hidroeléctrica en la mayor central del Ebro

En solo 10 días, El Grado y Mediano desembalsaron agua suficiente para llenar la presa de Almudévar. El repunte coincidió con la caída del precio de la energía.

La CHE aprovechó los caudales del Cinca para hacer una crecida controlada. En la foto, las compuertas abiertas de El Grado.
La CHE aprovechó los caudales del Cinca para hacer una crecida controlada. En la foto, las compuertas abiertas de El Grado.
Javier Navarro

Las intensas lluvias de la Semana Santa, cuando el temporal Nelson dejó hasta 200 litros por metro cuadrado en el Pirineo en un solo día, además de obligar a abrir las compuertas de las presas, dispararon de forma extraordinaria la producción hidroeléctrica, hasta el punto de que la central de Mequinenza, la mayor del Ebro y la décima en potencia del país, incrementó en un 350% la generación de energía.

Tras dos años de sequía algunos embalses aragoneses se encuentran a más del 90% de su capacidad, y no solo en el Pirineo. El más grande, el de Mequinenza, en el Bajo Ebro, almacena 1.352 hectómetros cúbicos, el 98% de su capacidad, gracias en buena medida a las aportaciones de todos los afluentes de la margen izquierda por las crecidas asociadas a la borrasca que barrió el país en Semana Santa.

Su central hidroeléctrica, que pertenece a Endesa, de 324 megavatios, incrementó la producción un 350% en marzo, respecto al mismo mes del año anterior; y un 359% en los 10 días primeros de abril, según fuentes del sector. La compañía tiene otros saltos en el río Noguera-Ribagorzana, donde también se turbinó al máximo, aunque sin llegar a esos porcentajes. En las mismas fechas, Moralets (221 MW), en el municipio de Montanuy, aumentó la generación energética entre un 103 y un 113%. También hubo repuntes significativos en Bono (230%) o Senet (220%).

Acciona, que gestiona las centrales de Mediano y El Grado, en el río Cinca, y tiene casi 40 saltos en Aragón con 600 MW de potencia, no ha facilitado datos de su producción. No obstante, ha tenido las mismas posibilidades de turbinar al máximo, ya que ambas presas han estado realizando desembalses al acercarse al tope de su capacidad.

Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, entre el 30 de marzo y el 10 de abril, el volumen total de agua soltada por las compuertas del sistema El Grado-Mediano ascendió a 167 hectómetros cúbicos, una cantidad equivalente a la capacidad del futuro embalse de Almudévar (169), otra presa del sistema Gállego-Cinca cuyas obras están a punto de concluir y que además se llenará solo gracias a los excedentes de esos ríos.

Precios negativos

Las lluvias llegaron en un mal momento para el mercado eléctrico por la saturación del ‘pool’ energético. El exceso de la oferta, tanto de los parques eólicos y solares como de los saltos hidroeléctricos, desplomó los precios en marzo e incluso en abril hubo horas con valores negativos. A ello se unió una menor demanda en Semana Santa, con la industria a medio gas y pocos consumos en climatización.

El reciente pico de producción contrasta con la escasez de los dos años de sequía. Mequinenza estuvo a punto de parar su central por falta de agua, por primera vez desde su construcción en 1966. A principios de noviembre del 2022 solo almacenaba 346 hectómetros cúbicos, el 23% de su capacidad, aunque finalmente las lluvias la salvaron. 

Sí tuvo que dejar de turbinar la central hidroeléctrica de El Grado II justo en abril de 2023, al caer la reserva de los embalses de Mediano y El Grado por debajo de 500 hectómetros cúbicos, tal y como establece el acuerdo firmado con los regantes.

Fuentes del sector eléctrico apuntaron este viernes que, a pesar de no haber podido traducir la abundancia de kilovatios en rentabilidad empresarial por los bajos precios, las importantes reservas almacenadas suponen un gran potencial de cara a la producción en los próximos meses, en contraste con los años anteriores. Los grandes embalses de la margen izquierda, donde se concentran buena parte de los saltos, están a más del 90% de su capacidad: Yesa se situaba ayer al 94%; La Sotonera y Mediano, al 95%; El Grado, a casi el 99%; y Barasona, al 97%. En el Bajo Ebro, que incluso llegó a entrar en emergencia por sus escasas reservas, Mequinenza cuenta actualmente con un volumen del 98% y Ribarroja, del 95%.

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