Heraldo del Campo

gente de la tierra

Un cambio de rumbo para fomentar la cultura ambiental y ecológica

Marta Pérez creó en 2020 Ecolombana, un proyecto con el que cultiva productos de temporada y donde lleva a cabo acciones sociales y educativas.

Marta Pérez, responsable de Ecolombana, con algunos de los productos ecológicos que cultiva en su finca de Tarazona.
Marta Pérez, responsable de Ecolombana, con algunos de los productos ecológicos que cultiva en su finca de Tarazona.
M. P.

La vida puede dar muchas vueltas. Y situaciones que llevan años siendo de una forma concreta experimentar un gran cambio de rumbo como consecuencia de seguir las inquietudes personales. Eso es lo que le pasó a Marta Pérez, quien tras estudiar imagen y sonido y trabajar como fotógrafa haciendo reportajes para bodas y comuniones en Zaragoza, decidió dejarlo todo para dedicarse en cuerpo y alma a la agricultura ecológica.

"Quería probar cosas nuevas y pensé que estaría bien venirme al medio rural y tener un pequeño huerto en casa. El interés me venía de cuando era pequeña, pues no me quedaba otra que ir al campo con mi padre, un apasionado de la agricultura que tenía olivo, almendro y viña. Al principio iba a regañadientes pero, si lo pienso ahora, estoy muy agradecida de haber tenido esas vivencias, pues me pusieron en contacto con esa parte terrenal y aprendí muchísimo", explica Pérez.

Al trasladarse a Tarazona por motivos familiares hace 20 años, se decantó por hacer un curso de agricultura ecológica ‘online’ para conocer diferentes métodos de cultivo. Esto le permitió hacer prácticas en la empresa de Carlos Sainz, profesional con dos décadas de bagaje en el mundo ecológico. La experiencia le encantó y allí acabó trabajando durante seis años.

"Visibilizar las variedades locales es una buena forma de proteger nuestro patrimonio"

Posteriormente, con la intención de abordar un proyecto más transformador y en el marco de la ayuda a la incorporación de jóvenes agricultores que concedió a Pérez el Gobierno de Aragón, en 2020 pone en marcha junto a Sainz Ecolombana, empresa que produce hortalizas ecológicas para venta directa en la Muestra Agroecológica de Zaragoza y también a través de cestas.

"Me parecía algo bonito poder tratar con el consumidor final, porque se genera un ‘feedback’ muy bueno y también más exigencia para tener un producto de calidad. Hemos optado siempre por recuperar y mantener variedades locales y tradicionales, para darles esa visibilidad y valor que a menudo no es posible que tengan, lo cual constituye una buena forma de proteger nuestro patrimonio", indica la agricultora.

Así, ponen en valor ejemplos como la achicoria o la judía trapera de Tarazona, que se cultiva desde hace muchos años en la zona pero que en Zaragoza no se conocía ampliamente hasta que ellos la llevaron a la muestra, donde muchos clientes se la piden con frecuencia. 

Talleres, charlas y visitas

Otro de los objetivos que Marta y Carlos tuvieron desde el primer momento con este proyecto fue el de contar con una finca que pudiese ser visitable y donde se ofrecieran talleres, charlas y cursos para que los ciudadanos conociesen de primera mano los detalles de esta actividad. "Teníamos la intención de que la gente experimentase lo que es conocer un cultivo y explicarles qué procesos llevamos a cabo en la agricultura ecológica en materia de recuperación de suelos y respeto a la fauna auxiliar, labores que nos han motivado mucho durante todo este tiempo", manifiesta.

En este sentido, llevan también a cabo acciones junto a entidades como Red de Semillas de Aragón, Cerai Aragón o el CITA, centro para el que han realizado ensayos comparativos sobre variedades locales como la citada judía trapera, en los cuales obtienen información relevante sobre aspectos como los problemas de plagas que pueden tener o el rendimiento que son capaces de dar.

Asimismo, disponen de programas de formación e inserción laboral con Cáritas, en los que ofrecen talleres de agronomía explicando su labor diaria a jóvenes que pueden realizar posteriormente con ellos un periodo de prácticas. "Es uno de los valores que siempre hemos tenido como bandera, el de dar a conocer lo que hacemos a todo el que quiera. Cuanto más se difunda todo lo que conlleva la agricultura ecológica, más se protegerá la biodiversidad que nos rodea", apunta Pérez.

Es por ello que también tratan de fomentar la educación ambiental y el conocimiento ecológico entre el alumnado de los colegios de Tarazona, que visita sus tierras con regularidad y observa la variedad de productos de temporada con la que cuentan. Por último, y además de formar parte de Alimentacción, entidad de ámbito nacional que busca la sostenibilidad en esta materia, Ecolombana trabaja con Atades en el proyecto ‘Koiki’, a través del cual se da empleo a personas con discapacidad intelectual, que realizan el reparto de sus cestas a pie, en bicicleta y con vehículos eléctricos, fomentando así el transporte de emisiones cero de CO2.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión