Heraldo del Campo

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Envases cerrados con la tecnología más disruptiva

Ayrtac lleva más de dos décadas ofreciendo soluciones sostenibles y personalizadas para procesos de producción y envasado sofisticados en el sector alimentario.

Tornos (el cuarto por la izquierda), junto a parte del equipo en las instalaciones de la empresa.
Tornos (el cuarto por la izquierda), junto a parte del equipo en las instalaciones de la empresa.
Ayrtac

El pasado mes de marzo se celebró en la ciudad francesa de Rennes la feria CFIA, una de las citas especializadas en innovación agroalimentaria más importantes de Europa. Un encuentro en el que la compañía aragonesa Ayrtac se alzó con el premio a la innovación gracias a la tecnología ‘Oxyneg’, que plantea nuevas posibilidades en el futuro de la conservación de los alimentos.

"El premio ha supuesto un punto de inflexión, porque sabemos que tenemos una tecnología nueva en la que creemos y que el cliente valora, pero recibir un galardón internacional que respalda nuestro argumentario comercial nos ayuda a posicionarnos como un referente innovador en el mercado", explica José Manuel Tornos, CEO de la empresa, destacando que compiten en los mercados internacionales con empresas grandes, de forma que tienen que buscar su punto de diferenciación, algo que han logrado con esta tecnología "disruptiva" que les está ayudando a abrirse hueco.

‘Oxyneg’ es un sistema de cierre de envases de vidrio en alto vacío que permite parametrizar el nivel de vacío y la seguridad de cierre del recipiente. En su desarrollo han colaborado reconocidas entidades como el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) o el Centro Tecnológico Sectorial en Gastronomía del Basque Culinary Center (BBC Innovation), y su principal innovación radica en que prescinde del tradicional cierre con vapor para hacerlo en una cámara donde se elimina el aire según el valor preestablecido, el óptimo para cada producto, generando un vacío 5.000 veces mayor que el de los procesos convencionales.

La compañía nació en el año 2000 y sus oficinas están ubicadas en Utebo.
La compañía nació en el año 2000 y sus oficinas están ubicadas en Utebo.
Ayrtac.

Así, se permite una notable mejora en el envasado de los alimentos gracias a que se elimina la necesidad de emplear líquidos de cobertura y conservantes y a que las propiedades de estos se mantienen intactas.

"Imaginemos que empezamos a tener productos a los que no les hace falta el líquido para conservar la calidad, como unas aceitunas que estén impolutas y se puedan consumir sin marcharse los dedos, cocina a baja temperatura en alto vacío, productos secos, especias… Estamos viendo que los grandes del sector la están aplicando, pues permite alargar la vida útil del producto con una gran calidad y sabor. Es un proceso interesante que aporta valor añadido al mercado", expone Tornos.

Presencia internacional

Aunque lanzaron la tecnología en 2021, habían comenzado a probarla ya en 2019, tanto dentro como fuera del país. La compañía lleva varios años trabajando la internacionalización de manera muy intensa, contando con presencia y líneas de facturación en países como Reino Unido o Grecia y operando también en Estados Unidos, México, Colombia y Tailandia.

Ayrtac trabaja en dos líneas de negocio. Una de ingeniería y fabricación de maquinaria, en la que dan servicio a clientes conserveros para ayudarles a diseñar sus procesos y crean la maquinaria de esas líneas, estando especializados en las llenadoras y cerradoras de envases de vidrio. Y otra basada en la distribución de esos envases y de las tapas, dando así al cliente un servicio completo. 

La empresa, que tiene sus oficinas en Utebo y su almacén logístico y centro tecnológico en Calahorra (La Rioja), nació en 2000 de la mano de un equipo que llevaba ya 22 años de experiencia en el sector agroalimentario. Su objetivo era el de convertirse en una referencia del mercado en asesoría en procesos de producción y envasado, maquinaria e ingeniería, ofreciendo soluciones sostenibles y personalizadas.

Una labor en la que siempre ha estado presente tanto el trato continuo y cercano con sus clientes para conocer sus necesidades como su carácter innovador. "Nuestras cerradoras de tarros han aportado unas ventajas muy importantes al mercado. Si ponemos todas las máquinas del sector en una línea veríamos que somos los más rápidos en el cambio de formato de los envases, un elemento que siempre ha supuesto un gran quebradero de cabeza para el mundo de las conservas. Así, queríamos que el cliente dejara de tenerle miedo, pues había algunos que hasta preferían tener otra máquina diferente para esa función por el tiempo que se tardaba. Las nuestras tardan solo unos minutos, algo clave en la actualidad para evitar tiempos muertos en las líneas de producción. Estas constituyen nuestro principal rasgo diferencial y son nuestro buque insignia", concluye el responsable de la compañía.

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