Heraldo del Campo

Alimentación

La alternativa al modelo de consumo alimentario

Más de 350 socios integran A Vecinal, una cooperativa que gestiona de forma colaborativa un supermercado en el zaragozano barrio Jesús y que echó a andar en 2018.

El supermercado está situado en la calle de Santiago Lapuente de Zaragoza.
El supermercado está situado en la calle de Santiago Lapuente de Zaragoza.
N. E.

En aragonés, ‘a vecinal’ hace referencia al trabajo colaborativo que en los pueblos hacen las vecinas y vecinos para apoyar a la comunidad. Y, con ese espíritu, en 2018 nació en Zaragoza una iniciativa homónima que se marcó como objetivo principal contribuir al cuidado del planeta y de las personas, ofreciendo una alternativa al modelo de consumo alimentario actual, que consideran que deteriora la salud de la tierra y del ser humano.

Integrada en la actualidad por más de 350 socios, A Vecinal es una cooperativa de consumo en la que estos poseen y gestionan de forma colaborativa un supermercado abierto al público, que está situado en el zaragozano barrio Jesús. Una ‘rara avis’ en el sector alimentario del territorio, y donde cualquier persona, socia o no, puede realizar su compra semanal de manera asequible, responsable y saludable.

"Para cumplir con estos objetivos, las personas socias somos las que decidimos qué productos ponemos a la venta en la tienda y a qué proveedores se los compramos. Nuestra idea es que se pueda salir del local con la compra de la semana hecha. Quizá nuestro punto fuerte se encuentre en el producto fresco, ya que hemos construido una red de proveedores muy depurada que nos suministra frutas y verduras de calidad, de cercanía, de temporada, en muchas ocasiones ecológicas, y a precios muy competitivos", explica Miguel Valenzuela, socio y miembro del grupo de comunicación de A Vecinal.

Además de hortalizas y frutas, cuentan con leche, huevos, café, conservas, carne, cerveza, ‘snacks’, helado, fiambre, cosmética, papel higiénico e incluso libros sobre agroecología y juegos de mesa para niños. Sus miembros se identifican con la cooperación, tanto como base de la relación entre las personas dentro de la cooperativa como tejiendo redes con diferentes agentes de la ciudad. "También buscamos la sostenibilidad económica, social, medioambiental y humana, defendiendo el acceso a alimentos de calidad para todas a precios justos. Y otro de nuestros ejes es la soberanía alimentaria, pues creemos en el derecho a decidir como colectivo sobre cómo, dónde, cuándo y quién produce nuestros alimentos", indica Valenzuela.

En el local se pueden encontrar frutas, verduras, leche, huevos, café, conservas, carne, cerveza, ‘snacks’, helado, fiambre, cosmética o papel higiénico, entre otros productos.
En el local se pueden encontrar frutas, verduras, leche, huevos, café, conservas, carne, cerveza, ‘snacks’, helado, fiambre, cosmética o papel higiénico, entre otros productos.
Ana Carmen Alejandre

Un modelo transformador en el que puede colaborar todo aquel que lo desee. Así, los socios ayudan en la tienda trabajando algunas horas al mes, realizan tareas puntuales o participan en alguno de los grupos de trabajo: financiación, proveedores, comunicación, etc. En ellos se sacan adelante las tareas que van surgiendo, como buscar proveedores para un nuevo producto, estudiar métodos de financiación o crear contenidos para las redes sociales.

Asambleas periódicas

Los integrantes de A Vecinal se reúnen periódicamente en asambleas en las que se debaten y se deciden de forma democrática las ideas, estrategias y objetivos que rigen la cooperativa. "La selección de los proveedores oscila entre dos objetivos de alguna manera opuestos que tratamos de equilibrar. El primero y más importante es el cumplimiento de criterios de sostenibilidad, cercanía, producción de temporada y ecológica, con el menor envasado posible, de empresas socialmente responsables, etc. El segundo es ofrecer al consumidor una cesta de la compra completa y con varias gamas de precios entre las que elegir. Para cumplirlo, en ocasiones hemos de renunciar a alguno de los criterios que buscamos, pero intentamos que se cumpla el mayor número posible", manifiesta el socio de la cooperativa.

Por otro lado, organizan con frecuencia actividades como talleres, catas, jornadas de juegos para los niños e incluso charlas sobre proyectos similares al suyo pero en otros ámbitos como la ropa, la energía o la banca.

Cerca de cumplir su primer lustro de vida, desde A Vecinal hacen un balance muy bueno de su andadura. Están a punto de empezar la venta 'online' y subrayan las ganas que tienen de seguir creciendo y evolucionando. "Nos ilusiona mucho haber creado algo tan bonito, que nos permite plasmar nuestros ideales y contribuir en la medida de nuestras posibilidades a un mundo mejor. Esa sensación compensa todos los esfuerzos", concluye Valenzuela.

Emprendimiento sostenible

A Vecinal fue uno de los proyectos seleccionados el año pasado en la primera edición de la convocatoria ‘Del campo a la despensa’, un programa de apoyo al emprendimiento en alimentación sostenible organizado por la Fundación Daniel y Nina Carrasco dirigido a proyectos colectivos en ámbitos como la agricultura, la ganadería o la pesca.

Recientemente se ha iniciado la segunda edición de esta iniciativa, cuya convocatoria estará abierta hasta el próximo 27 de abril y que cuenta con un presupuesto de 530.000 euros, a repartir entre los proyectos que sean seleccionados, que pueden ser entre seis y ocho, los cuales recibirán el acompañamiento de la fundación durante tres años.

Con la nueva edición, la entidad quiere seguir impulsando proyectos que tengan potencial para transformar la economía de forma que esté destinada al propósito de lograr una sociedad más ecológica y justa. Un objetivo para cuya consecución señalan que es fundamental un cambio profundo del sistema alimentario.

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