El CV Teruel fue recibido ayer en el Ayuntamiento como campeón de la Supercopa de 2018 tras derrotar al Unicaja Almería en Los Planos el pasado 6 de octubre, aunque el trofeo no había podido ser presentado en la Casa Consistorial debido al frenético ritmo de competición del inicio de la temporada, que ha combinado Supercopa, Superliga y Champions. La alcaldesa, Emma Buj, felicitó al club por el título 16 de sus vitrinas y agradeció a los jugadores que sean "un ejemplo para los jóvenes, además de llevar el nombre de la ciudad a lo más alto".

El presidente de la entidad naranja, Carlos Ranera, agradeció a su vez la oportunidad de presentar el primer título de la temporada en "la casa de todos los turolenses" y manifestó su aspiración a repetir la visita con motivo de la conquista de más títulos –el CV Teruel aspira a revalidar el triplete del curso pasado–. El entrenador del CV Teruel, Miguel Rivera, recordó que títulos como la Supercopa responden "a mucho trabajo y escuerzo detrás". El capitán, Thomas Ereu, se comprometió a "darlo todo" por el club y la ciudad.

Sobre la celebración del título sobrevoló el recuerdo del repentino fallecimiento del líbero brasileño Vinicius Noronha tres semanas antes de disputarse la Supercopa. La alcaldesa felicitó a la plantilla por "haber salido adelante en las peores circunstancias". Tras el acto celebrado en el Ayuntamiento, la plantilla se desplazó con los técnicos y directivos a la Catedral para ofrecer el primer trofeo de la campaña a la patrona de la ciudad, Santa Emerenciana.