El Real Zaragoza está en disposición de atar prácticamente su permanencia en la categoría este próximo domingo en La Romareda. Para ello es paso clave lograr los 3 puntos ante el Burgos, el rival de turno, que es el 9º en la tabla y, con 54 puntos, 8 más que los zaragocistas, está a solo uno de la zona de promoción de ascenso a Primera División. 

Y ese partido va a tener lugar ante el adversario más indescifrable de la categoría este año. Un equipo difícil de explicar por sus comportamientos. Un grupo que desarrolla dos conductas futbolísticas antagónicas y radicalmente diferentes en virtud de si juega como local en El Plantío o si lo hace fuera, como visitante. 

El Burgos, si por sus resultados en casa fuera, sería líder, con 43 puntos, junto a sus vecinos del Valladolid. Ahí, como anfitriones, son los mejores. Han ganado 12 partidos y empatado 7. Son el único equipo que no ha perdido ni un solo partido en su estadio (singularmente, fue el Zaragoza el que más cerca estuvo de tumbarlos allí, pues ganaba 0-1 en el minuto 94 en la primera vuelta cuando encajó el 1-1 final).

Pero la versión burgalesa que se va a ver en Zaragoza dentro de cinco días es la otra. La del viajero Burgos. Un equipo que se extravía con facilidad. Que lleva más de 8 meses sin saber cómo actuar y cómo remedar lo que logran ante su público. El Burgos es el segundo peor en la tabla como visitante, pues solo ha sumado 11 de los 54 puntos que ha disputado a domicilio. Es penúltimo, el 21º, en ese ranquin parcial, solo por encima del Villarreal B, que lleva 10 lejos de su hogar. 

El Burgos que visita La Romareda apenas ha ganado 3 partidos y empatado 2 en todo el curso fuera de su estadio. Los otros 13 partidos los perdió. Solo ha anotado 16 goles en sus andanzas forasteras, encajando 37, el que más de toda la división. 

Sus 13 derrotas fueron en casa del Levante (3-2), en Gijón (2-1), en Albacete (2-1), en Valladolid (3-0), en Tenerife (2-1), en Santander (3-0), en Elda (2-0), en Leganés (2-0), en Elche (2-0), en Oviedo (5-0), en Huesca (3-0), en Villarreal (2-1) y en Miranda (2-1). Tremenda retahíla. 

Empató 1-1 en Ferrol y en el campo del Espanyol (3-3). Y sus tres excepcionales triunfos fueron en Lezama ante el Amorebieta (0-1), en Cartagena (0-3) y hace mes y medio en Eibar (0-1). 

Parece mentira que con este balance viajero este equipo esté en disposición de aspirar al ascenso. Pero así es porque en su campo es casi intratable. El Real Zaragoza deberá forzar, un día más, la aparición de esos defectos que el Burgos manifiesta cada 15 días cuando no actúa ante los suyos. Si lo consigue, las probabilidades de acabar con victoria el domingo son de las más altas vistos estos antecedentes.