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El Real Zaragoza, a mantener el paso ante el Granada
El equipo de Escribá recibe al cuadro nazarí, tercer clasificado, en busca de su séptimo partido consecutivo sumando.
A ritmo serio y disciplinado, como suena la ciudad estos días, el Real Zaragoza avanza hacia la salvación. Son ya seis las jornadas que el equipo acumula puntuando, aunque solo con una victoria. Marcha que en otro tiempo sería censurada, pero que hoy solo puede ser vista como un acercamiento al objetivo, que hace meses que está en alcanzar cuanto antes los 46 o 48 puntos que aseguran la permanencia.
La segunda parte del Ciutat de Valencia, ante un Levante en inferioridad, probó que ahora prevalece no perder. Poco importaron las circunstancias, la posibilidad de salir victoriosos de uno de los campos más exigentes de la categoría. Primó el resultadismo. Y este sábado, contra el Granada, por más que Escribá se empeñe en repetir que el Zaragoza siempre sale a ganar, fundamentalmente en La Romareda, volverá a ser así.
Enfrente habrá un rival diseñado para ascender. Con futbolistas del nivel del exzaragocista Soro, Melendo o Callejón. Y un delantero, Uzuni, que exhibe el cuarto mejor registro goleador de Europa. Marca 0,6 tantos por encuentro, solo por detrás de Haaland, Osimhen y Mbappé.
Uzuni será el mayor peligro del Granada este sábado. Llega entre algodones por un golpe en el hombro, pero jugará. Su técnico, Paco López, no está para probaturas después de la derrota en Gijón, cuando el cuadro nazarí vio cortada una racha de 10 choques sin perder y cayó al tercer puesto.
El Granada saldrá sin contemplaciones. Lógico que Escribá advirtiese -a su paso por la sala de prensa- que no conviene un partido abierto. En el intercambio de golpes, los andaluces tienen las de ganar. De ahí que el planteamiento zaragocista deba estar basado en reducir al mínimo los errores en campo propio, esperando la oportunidad de salir y correr.
El regreso de Azón es fundamental para ello. Simeone vuelve a estar secundado por el canterano. Juntos son mejores y hacen mejores a los demás. Principalmente, a los compañeros que atacan la segunda línea, como Bermejo, que ante el Levante mostró al fin su versión más incisiva, y un Bebé que necesita muy poco para rondar el gol.
Escribá reconoció que valora la posibilidad de que Azón juegue de inicio. Si no es así, y considerando que Vada está fuera por una contractura, las opciones quedan reducidas a una nueva titularidad de Gueye –parece improbable– o a que Puche se mantenga en un bloque que también pierde a Alarcón por una rotura en el gemelo.
Sin el mediocampista chileno, lo normal es que el Zaragoza prescinda del trivote presentado (con discutible utilidad) ante el Levante, y que Zapater y Francho conformen la medular que más convence a Escribá desde su llegada.
Francés apunta a titular
Más difícil resulta descifrar los nombres que ocuparán la defensa. Con Gámez y Nieto asentados en los laterales, la duda está en el eje central, donde el cuerpo técnico zaragocista viene apostando por una política de rotación en la que Francés, Lluís López y Jair van entrando y saliendo en función de las características del rival.
Cuando enfrente hay delanteros del perfil de Uzuni, rápidos y verticales, Francés suele ser el encargado del marcaje; pero ni mucho menos se puede descartar que el canterano vuelva a ver desde el banquillo un partido que comenzará con homenaje al Casademont femenino, proclamado campeón de la Copa de la Reina.
El acto tendrá lugar en los prolegómenos del encuentro, cuando las campeonas harán el saque de honor y recibirán el cariño de una Romareda que, en plena festividad de Semana Santa, no registrará su mejor entrada.
La gente está fuera o entre procesiones. Al son de los tambores y pasos que marcan ese ritmo formal, ordenado y sin alardes, que el Zaragoza no quiere perder en su camino a la salvación.
