real zaragoza

Real Zaragoza: más méritos que puntos

El Real Zaragoza es el tercer equipo de Segunda con más desfase entre puntos esperados y sumados, según el ‘big data’. Ha sumado siete menos de los que debería en función de las ocasiones de gol generadas. 

Lluís López se lamenta de una ocasión de gol en el partido jugado contra el Málaga en La Romareda
Lluís López se lamenta de una ocasión de gol en el partido jugado contra el Málaga en La Romareda
Toni Galán

¿Pueden medirse los merecimientos de un equipo para ganar un partido? ¿Existe alguna herramienta capaz de darle forma empírica a esos méritos y calcularlos más allá de las impresiones subjetivas o las estadísticas básicas? La respuesta es sí. Y la solución tiene el nombre de puntos esperados (xP). Una métrica acumulativa de la estadística avanzada, tan implantada y desarrollada en el fútbol moderno, que nos dice cuántos puntos debió sumar un equipo en un partido en función del peligro generado con sus ocasiones de gol. Los puntos esperados nos permiten darle, por ejemplo, contexto a la temporada del Real Zaragoza.

La lectura general sobre el fútbol y la dinámica de su curso concluye que al equipo le faltan goles, que con un mayor índice de acierto entre sus rematadores habría marcado más tantos y sumado más puntos. Y así es. El Real Zaragoza es el tercer equipo de Segunda con más desfase entre los puntos que debería haber sumado de acuerdo a sus méritos objetivos y lo que la clasificación real le computa, según el proveedor de datos Wyscout, una de las plataformas con la que trabajan la mayoría de clubes de fútbol del planeta, entre ellos, el Real Zaragoza.

Sus casi 41 puntos esperados (xP) y su estimada posición 10 se reducen a sus 34 puntos reales y su actual plaza 17 en la tabla. De vivir en una zona calmada y aún con ciertas aspiraciones de promoción (en la clasificación de los xP la sexta plaza quedaría a cinco puntos) a seguir intentando mantenerse a flote de los puestos de descenso.

 

Este desequilibrio de siete puntos menos del Real Zaragoza solo lo empeora el Tenerife, que debería haber sumado 12 puntos más y sería el eventual segundo clasificado. El Ibiza también debería haber puntuado más, un total de 10 unidades, pero en este caso es, principalmente, por su baja cosecha real (20), pues aun así seguirían en posiciones de descenso, aunque no tan desahuciado. Zaragoza y Tenerife son los casos más axiomáticos de lo que es la clasificación de puntos esperados: equipos a los que alguna de las facetas de su juego les impiden alcanzar los méritos objetivos desplegados en los partidos. Hay también casos radicalmente opuestos. 

El Burgos, por ejemplo, ha sumado 11 puntos más. Este dato es realmente asombroso y nos descubre un equipo de una eficiencia colosal: efectivo en ataque, pero, sobre todo, con una alta incidencia de un gran portero. Equipos de este perfil defensivo suelen moverse en resultados cortos, por lo que las probabilidades de victoria siempre les tienden al alza. Las Palmas (+9), Levante (+7) y Alavés (+7) son los otros equipos con mejor ganancia de puntos en relación a los xP. Su caso es semejante: son equipos de calidad, propiedad directamente relacionada con la pegada y la eficacia ofensiva. Son escuadras que no necesitan muchas ocasiones para marcar o ganar. Además, Éibar y Las Palmas presentan notables rendimientos defensivos.

Es obvio que la realidad la marcan los goles anotados y los puntos sumados, pero los goles esperados, según indican en la consultora especializada Driblab, otro de los suministradores de datos con los que ha trabajado el Real Zaragoza, «permiten estimar que las cosas podrían haber sucedido de otro modo o que un equipo tiene más probabilidades de victoria si genera más que su rival. Es una forma de reducir factores incontrolables como el azar o la inspiración, pues el resultado de un partido de fútbol puede responder a lo más evidente, pero también a los más inadvertido».

Pero, ¿por qué el Zaragoza sufre tal desajuste entre puntos esperados y puntos sumados? La clave de la métrica es otro parámetro de la estadística avanzada: los goles esperados (xG). ¿Qué son? Es la probabilidad de que un tiro sea gol en función de las características de ese remate y los eventos que lo precedieron. Entre esas variables, según modelos, están la ubicación del tirador (distancia a portería, ángulo del disparo…), la superficie de remate (pie, cabeza), el tipo de pase (centro, balón parado, profundo…), tipo de ataque (en posesión, en un rebote, después de un regate…), la posición del portero, la presión de un defensa…

En resumen, los goles esperados no solo determinan la cantidad de remates (volumen de ataque de un equipo), sino también la peligrosidad de éstos (calidad de esos ataques). Así, cada tiro se compara con miles de tiros con características similares para determinar la probabilidad de que ese remate resulte en gol. Esa probabilidad es el total esperado de goles. Un xG de 0 es un fallo seguro, mientras que un xG de 1 es un gol seguro. Por ejemplo, un penalti tiene un 0,79. Un xG de 0,5 indicaría que si se intentaran tiros idénticos 10 veces, se esperaría que 5 resultaran en gol. De este modo, no cuantifica igual un remate a puerta vacía sobre la línea de gol que un disparo de 30 metros con cierto ángulo de trayectoria…

El Zaragoza, en este sentido, es el séptimo peor equipo de Segunda en xG (el cuarto en tantos sí anotados), pero, lo más importante, ha marcado cinco menos de esos goles esperados: 24 reales por los 28 que debería haber metido en relación a las ocasiones generadas durante toda la temporada.

Real Zaragoza: caso práctico

Los últimos tres partidos del Zaragoza, precisamente, son ideales para explorar esta métrica. Frente al Alavés, el equipo cayó derrotado 1-4. Si observamos los xG de ese día (0,76-0,95) no hubo tanta diferencia. La pegada de los vitorianos fue desmesurada. Más exagerado fue el duelo contra el Málaga. El Zaragoza perdió 3-0 un partido en el que presentó 2,1 goles esperados por los 1,1 de los andaluces. Al descanso, este dato estaba en 0,23-2,1, fruto, sobre todo, de clarísimas ocasiones falladas: Simeone, a puerta vacía, falló una oportunidad del 0,81 (hubiera sido gol 81 veces de 100 si se hubiera repetido esa misma acción), Vada desperdició una del 0,74 al final del primer tiempo y otra del 0,29 al inicio del partido, Bermejo tiró alta una del 0,27… Todas ellas oportunidades de alto potencial de gol: cualquier acción con un xG superior al 0,25 tiene muchas probabilidades de serlo… Por ejemplo, la obra maestra de Bebé contra el Alavés tenía solo un 0,03 de xG. Finalmente, el resultado contra el Burgos representó bien las pocas ocasiones generadas por ambos, con un xG del 0,34-0,57.

 

Los servidores de datos usan los goles esperados para elaborar el modelo de puntos esperados, la ‘meritocracia’. Lo hacen del siguiente modo: con los xG de cada equipo en un partido, se realiza, mediante patrones de distribución, lo que hubiera sucedido si ese encuentro se simulara miles de veces. De esta manera, se conoce la probabilidad que tendría cada equipo de ganar, empatar o perder con esos goles esperados generados. Así, se obtiene un porcentaje de probabilidad sobre cada partido y signo posible (triunfo, empate y victoria rival).

Por eso el Zaragoza ha merecido más puntos de los que suma. Sus problemas de finalización lo lastran y le tienen sumergido en la parte baja de la clasificación real cuando, por oportunidades de gol generadas, debería estar más arriba. El Zaragoza, no obstante, tiene un hilo al que agarrarse para mejorar hasta final de curso y no pasar apuros. Según la teoría del modelo de los puntos esperados, éste cobra valor de tendencia en las segundas mitades de temporada, salvo excepciones muy radicales como el Burgos. Es decir, conformen se van jugando más partidos, los puntos esperados y los puntos sumados tienden a aproximarse y ajustarse a una relación 1/1.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión