El Sevilla se metió este martes en un lío en la Champions. El conjunto que dirige Diego Alonso cayó frente al Arsenal en el Sánchez Pizjuán y compromete su presencia en los octavos de final después de haber logrado apenas dos puntos de los primeros nueve en juego. Los goles de Martinelli y Gabriel Jesus castigaron a un equipo que reaccionó demasiado tarde y que tendrá que firmar una gran segunda vuelta si no quiere caer a las primeras de cambio.

Era un día importante para el Sevilla y se notaba en el ambiente. Los hispalenses se la jugaban, necesitaban obligatoriamente ganar, y eso imperó en un Pizjuán que fue el de las grandes citas. El himno de El Arrebato a toda tralla, el cuchillo entre los dientes y Diego Alonso repitiendo el once que rascó un empate ante el Real Madrid el sábado, con Sergio Ramos comandando la zaga, Soumare, Sow y Rakitic aportando cemento en la medular y el tridente compuesto por Lukebakio, En-Nesyri y Ocampos dispuesto para dar guerra a la defensa de uno de los equipos de moda en la Premier.

Y es que el Arsenal de Mikel Arteta es un señor equipo. Lo demostró el pasado curso peleando la Premier al City y quedó patente en los instantes iniciales en el Pizjuán. El ímpetu de los locales quedó diluido en cuanto Odegaard, Rice y compañía comenzaron a hacer un rondo con la pelota. Ellos redujeron los decibelios, ganaron la batalla en la parcela ancha y fraguaron un dominio posicional que muy pronto se transformó en las primeras ocasiones. Tomiyasu y Gabriel Jesus no tuvieron puntería y Martinelli avisó en un mano a mano en el que se topó con Nyland. El brasileño es de los que perdona una vez, pero no dos, y antes del descanso castigó a los de Diego Alonso en una transición vertiginosa en la que dribló al meta noruego, y esta vez sí, inauguró el marcador para aguar la mejoría de los de Nervión.

Tras la reanudación el golpe anímico del gol pesó en un Sevilla que entró errático en el terreno de juego. Los de Diego Alonso se vinieron abajo y eso lo aprovechó un Arsenal mucho más hecho. El inglés es un equipo versátil, que sabe cambiar el ritmo según lo demanda el partido y que ha aprendido además a oler la sangre. Pudo marcar Odegaard tras un error en la salida desde atrás de los locales y apenas cinco minutos después fue Gabriel Jesus, muy inspirado toda la noche, el que dio el golpe tras un eslalon y un disparo inapelable a la escuadra que acalló de forma provisional un Pizjuán consciente de la diferencia que ahora mismo existe entre ambos equipos.

Futbolísticamente al Sevilla le estaban pasando por encima, pero es en esos momentos cuando emerge el espíritu de un equipo campeón. Diego Alonso movió ficha introduciendo a Lamela y Mariano y acto seguido Gudelj recortó distancias con un certero cabezazo en un saque de esquina. El Pizjuán se volcó de cara a los instantes finales y llevó en volandas a un Sevilla que logró cercar a su rival y llevar peligro a través de balones laterales, pero unas veces la falta de puntería y otras la solidez del Arsenal evitaron que la reacción fuera mayor. El Sevilla compromete así su presencia en octavos.

Ficha del partido

Sevilla, 1 Arsenal, 2

Sevilla: Nyland, Jesús Navas (Juanlu, min. 78), Sergio Ramos, Gudelj, Acuña, Sow (Mariano, min. 57), Soumaré, Rakitic, Lukebakio (Lamela, min. 57), En-Nesyri y Ocampos.

Arsenal: Raya, White, Saliba, Gabriel, Tomiyasu, Odegaard (Havertz, min. 73), Jorginho, Rice, Saka (Trossard, min. 81), Gabriel Jesus (Nketiah, min. 81) y Martinelli (Kiwior, min. 91).

Goles: 0-1: min. 49, Martinelli. 0-2: min. 53, Gabriel Jesus. 1-2: min. 59, Gudelj.

Árbitro: Glenn Nyberg (Suecia). Amonestó a Mariano, Jorginho y Lamela.

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones, disputado en el Sánchez Pizjuán ante 39.595 espectadores.