fútbol femenino

Silvia Meseguer: "El objetivo de ser médico me ha hecho más fácil la retirada"

La futbolista hijarana se retira con 34 años, después de casi dos décadas como profesional. Cambia el terreno de juego por la uci, para dedicarse a la Medicina Intensiva. 

La aragonesa Silvia Meseguer, durante su última etapa como jugadora del Sevilla.
La aragonesa Silvia Meseguer, durante su última etapa como jugadora del Sevilla.
SFC

Se marcha con discreción, sin hacer ruido.

Sí, la decisión de retirarme estaba tomada desde el año pasado, cuando finalicé mi relación con el Atlético, pero tuve un problema con el TFG (trabajo fin de grado) y decidí seguir jugando una temporada más en el Sevilla. En las últimas semanas, mi cabeza estaba más pendiente de acabar la carrera para prepararme el MIR que de despedidas y cosas así.

Tenerlo claro desde hace tiempo ha facilitado el adiós.

Ha sido un proceso muy progresivo y tener un objetivo –en este caso ser médico– ha facilitado la decisión de la retirada. He estado ocupada con los estudios y casi no me he dado cuenta de que estaba dejando el fútbol. En julio, que es cuando tendría que empezar la pretemporada, veré cuánto lo echo de menos. 

Circunstancias académicas aparte, ¿cree que le quedaba cuerda para seguir algún año más?

Creo que sí que hubiese podido aguantar alguna temporada más. Los dos últimos años he tenido molestias en el tendón y quizá he estado algo más limitada, pero pienso que un año o dos hubiese podido seguir.

Ha sido una cuestión mental más que de físico.

Sí, era momento de cerrar esta etapa. Cada vez me costaba más ir a entrenar. Ya no tenía esa motivación por calzarme las botas; veía el fútbol como un trabajo rutinario y, cuando vas perdiendo la ilusión por lo que antes de gustaba tanto, es momento de acabar con ello. 

¿Con qué se queda de cada uno de los clubes en los que ha estado?

Del Transportes Alcaine (actual Zaragoza CFF), con que fue mi primer equipo y ascendí a Primera; del Espanyol, con que me permitió ganar mi primer título (Copa de la Reina) y dar el salto a al Atlético, que fue donde tuve mis mejores momentos como jugadora. En Madrid fue donde más disfruté del fútbol por distintos motivos y en Sevilla, en este última etapa, he podido aportar la experiencia de todo este recorrido. Cada club tuvo lo suyo.

Y de la selección española, ¿con qué se queda?

El simple hecho de vestir la camiseta ya es lo máximo. Eres elegida entre las mejores, y tienes que sentirte orgullosa por ello. Valoré cada partido con España, pero, evidentemente, lo más emocionante fueron los Europeos y Mundiales.

Se despide, precisamente, en año de Mundial. ¿Le queda la espina de no haber podido estirar más su trayectoria con España a causa de los estudios?

No, me voy muy tranquila en ese aspecto. Creo que di todo lo que tenía dentro. Y no me arrepiento de aquel parón que hice para centrarme en la carrera. Para mí, Medicina era lo más importante en ese momento (2017) y después tuve la oportunidad de despedirme en el Mundial, así que estoy satisfecha por cómo se dio todo. 

¿Cómo ha vivido el conflicto que se ha vivido entre la Federación y un núcleo importante de jugadoras de la selección? ¿Se posiciona en algún lado?

Yo ya llevaba tiempo fuera del equipo, pero solo puedo decir que es una pena que España no pueda contar con las mejores jugadoras por este motivo. Ambas partes salen perjudicadas: la selección porque no puede tener piezas importantes y ellas porque se van a perder un Mundial. Ha habido tiempo para buscar una solución y pienso que es un error muy grave que no se haya encontrado. 

Desde sus inicios hacia aquí, el fútbol femenino ha avanzado considerablemente, pero todavía falta un largo camino que recorrer. 

Falta muchísimo. Yo me siento una afortunada porque he disfrutado de avances que otras compañeras con las que empecé a jugar no han conocido; pero aún así considero que hay que seguir progresando en muchos aspectos. No todos los equipos de Primera están en las mismas condiciones y eso sería lo primero que habría que conseguir, que todos cuenten, al menos, con unos mínimos.

Usted fue una de las jugadoras que más se implicó con la profesionalización de la liga. 

Sí, y aunque ahora ya lo es, todavía quedan muchos puntos por mejorar. Hay muchos clubes que todavía no tienen condiciones profesionales en cuanto a instalaciones o servicios médicos, y eso es lo mínimo que se debería lograr. Ser profesional es dedicarse a su trabajo de la mejor forma, con unas particularidades que, en muchos casos, no existen.

¿Cómo ve la situación del fútbol femenino en Aragón?

Es una pena que no haya ningún equipo de la Comunidad en Primera. Cuando estaba el Zaragoza CFF, las niñas tenían un aliciente para llegar arriba, y ese sería un punto importante a recuperar. 

También será importante que el Real Zaragoza potencie la apuesta que está iniciando.

Desde luego. Siempre que aparezca un club de esas características, con una buena base con la que trabajar, será positivo para el fútbol femenino. El Real Zaragoza, en estructura y márquetin, va un paso por delante del resto de entidades de la Comunidad.

Volviendo a su situación personal, ¿qué le viene a partir de ahora?

Viviré en Alcalá de Henares, preparándome para el MIR, y en enero me presentaré. Si consigo el objetivo de sacar plaza, me quedaré allí a trabajar. 

¿Por qué especialidad se decantará?

Medicina Intensiva. Me gustaría trabajar en la uci y voy a luchar por conseguir la nota que me exigen. La semana que viene empiezo el curso de preparación del MIR, que básicamente consiste en estudiar todo el día, así que vienen meses bastante duros. 

Antes, toca disfrutar de unas merecidas vacaciones. 

Sí. Solo tengo unos días, así que hay que aprovecharlos al máximo. Empezando por ver a mi familia en el pueblo. 

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