El primer derbi no pasa del empate a cero, aunque a las chapas

Fue un aperitivo de lo que espera el lunes en La Romareda, un primer contacto cordial en el que primó el buen ambiente y la caballerosidad. El Real Zaragoza y la SD Huesca se enfrentaron este miércoles en un acto promovido por Cervezas Ambar, empresa colaboradora de ambas entidades, en el que ambos clubes estuvieron representados por su entrenadores y por dos de sus jugadores para medirse entorno a un tapete a dos encuentros de fútbol-chapa. Por un lado se cruzaron los técnicos, Juan Ignacio Martínez y Ambriz, y por otro los futbolistas, Vada y Buffarini. En ambos casos y tras cinco minutos de enfrentamiento el resultado fue el mismo, empate a cero.

Con el arbitraje de Sergio Planté, presidente de la Federación Española de Fútbol-Chapa, abrieron el fuego los responsables técnicos. Jim confesó que de pequeño había jugado en el barrio, mientras que para Ambriz la experiencia era completamente nueva. “Siento que vaya a perder por primera vez un partido”, bromeó el alicantino metiendo presión al mexicano. El zaragocista optó por un 4-3-3, mientras que el azulgrana formó sus chapas con un 4-4-2. Su falta de pericia se hizo notar de inicio, pero fue ganando en confianza frente a un adversario ambicioso. El duelo se desarrolló principalmente en el campo oscense, pero finalizó en el zaragocista.

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Después llegó el turno de los jugadores. En este caso, los dos eran noveles. “En Argentina se juega más al metegol, que es como el futbolín”, explicó Vada. A Buffarini se le anuló un gol por tirar desde su campo, algo que no está permitido. En esta caso, el gen competitivo de los argentinos se hizo notar desde el primer momento. Ambos, buscaron con ahínco la meta del otro e hicieron chanza con el fallo del otro.

Antes de cada partido los protagonistas participaron en unas distendidas charlas. Jim bromeó advirtiendo de que era posible que Francés y Francho volviesen de su concentración con España sub-21 para el derbi y habló de la buena experiencia que había vivido en China, “tanto social como deportiva y culturalmente”. Cuestionado sobre que jugadores de la historia del Real Zaragoza llevaría a la selección española, resaltó los nombres de Violeta, Belsué y Cuartero.

Ambriz, por su parte, se mostró admirador de El Pilar. “Pronostico un partido parejo, aunque Jim me ha dicho que juega muy bien”, comentó antes de empezar a empujar las chapas. De poder, reforzaría su Huesca “con Hugo Sánchez y Rafa Márquez”.

Ni Jim ni Ambriz se conocían de antes y lo mismo ocurrió con Vada y Buffarini, que de todos modos encontraron un nexo de unión más allá de su nacionalidad. Ambos habían pasado durante su periodo de formación por academias de Córdoba, en su país. El primero, que cumple su tercera campaña en el fútbol español, resaltó sobre la afición zaragocista que tenía “mucha pasión”. El segundo a penas lleva un mes y medio en España, donde ha venido con su hija y su mujer, a punto de dar a luz. Al otro lado del Atlántico ha vivido muchos Boca-River entre otros. “Son muy calientes”, afirmó.

Los cuatro acabaron brindando por el derbi