SD Huesca-Real Zaragoza: tembleques en las piernas
En los momentos complicados, de máxima presión, es cuando mejor se ve la personalidad de cada jugador. El derbi de este sábado será el derbi de la necesidad. A la intensidad propia de estos partidos se va a unir la tensión que provoca la cercanía del descenso tanto para la SD Huesca como para el Real Zaragoza.
El partido lo tiene todo para poner a prueba el corazón de los aficionados y la fortaleza mental de los futbolistas: sábado por la noche, rivalidad regional, necesidades clasificatorias… Uno de esos días en los que los jugadores grandes se vienen arriba, mientras que a otros les entran los tembleques en las piernas.
No es buen partido para dudar. Se enfrentan dos equipos a los que les cuesta hacer gol, pero que atrás conceden muy poco -el Real Zaragoza, algo más que antes desde la llegada de Víctor Fernández-. También arriba ofrece ahora algo más el conjunto blanquillo, aunque siempre con la duda de si Sinan Bakis arrancará a demostrar por fin el motivo por el que se le fichó.
No se espera un fútbol de alta escuela en El Alcoraz. No lo permiten las características de los dos equipos ni la necesidad de sumar. Aunque sea un punto, como decía esta semana en este periódico el histórico Javier Planas. Un empate supone sumar uno y evitar que el rival sume dos. Puede ser pan para hoy y hambre para mañana, pero ni el Real Zaragoza ni la SD Huesca están para mucho más.
Se espera un partido más de esperar el error del rival que de buscar el acierto propio. En este contexto, los despistes no se perdonan, se pagan muy caros. Cuidado con esos tembleques en las piernas.
