Hermanas Alayeto: "Nuestro verdadero triunfo es haber estado juntas hasta el final"

Las hermanas Majo y Mapi Sánchez-Alayeto posan en la pista central de la SD Tiro de Pichón.

Las hermanas Majo y Mapi Sánchez-Alayeto posan en la pista central de la SD Tiro de Pichón. guillermo mestre
Las hermanas Majo y Mapi Sánchez-Alayeto posan en la pista central de la SD Tiro de Pichón. guillermo mestre
Guillermo Mestre

Se acabó. Mapi y Majo Sánchez Alayeto (Zaragoza, 1984) dejan el pádel profesional. Las ‘gemelas atómicas’ ponen fin a casi 15 años de trayectoria, en los que ganaron 32 títulos y fueron la pareja número 1 durante cuatro temporadas. Su último World Pádel Tour fue el de Barcelona, hace dos meses, y recibieron un emotivo homenaje del circuito. Ahora, de vuelta a Zaragoza convertidas en leyenda, repasan un recorrido cargado de éxitos y, sobre todo, vivencias.

¿Qué termina y qué empieza aquí?Majo: Acaba nuestra trayectoria profesional y la vida en Madrid. Es probable que sigamos compitiendo de alguna forma, pero no al nivel que lo hacíamos. Nos mudamos a Zaragoza para comenzar una nueva etapa, que todavía está por construir. Yo estoy trabajando en una empresa de gestión deportiva, pero, de momento, estamos valorando hacia dónde queremos encaminar el futuro.
​Mapi: Lo que termina está claro; lo que viene es algo más incierto. No hemos dejado el pádel porque tuviésemos un proyecto en mente, sino porque sentíamos que habíamos quemado una etapa. Las dos tenemos claro que queremos formar una familia. Seguiremos vinculadas al deporte, pero de otra forma. Iremos poco a poco.

¿Con qué vivencia se quedan de estas casi dos décadas de profesionales?Mapi: Aunque hemos conseguido muchos títulos, nacionales e internacionales, me quedo con el lado humano. Siempre hemos sabido sacar lo mejor de cada momento, saliendo reforzadas.

Cambiaron la forma de jugar al pádel. ¿Se consideran unas revolucionarias?Majo: Nos lo han dicho tantas veces que nos lo hemos terminado creyendo. Al venir del tenis, entramos como una pareja más agresiva que el resto, pero tampoco nos vimos como unas revolucionarias. Se ha visto con el paso del tiempo y, sobre todo, en la retirada. Todo el mundo nos ha recordado que renovamos el juego, haciéndolo más físico y directo.
Mapi: Así es. Al venir del tenis, nuestro estilo siempre fue muy físico, de no querer perder la red, de tratar de dominar el punto. A partir de ahí, vinieron otras chicas que trataron de jugar al pádel de esa manera. Y eso es lo que predomina hoy en día: todas le pegan fuerte, hacen víboras, bajas de pared súper potentes… Es cierto que trajimos esa manera vistosa para el espectador.​

"Al venir del tenis, nuestro estilo siempre fue muy físico, de no querer perder la red, de tratar de dominar el punto"

Primero en Pádel Pro Tour; después, en Pádel World Tour.Mapi: Sí, nos iniciamos a nivel profesional en 2009 y en 2013, con la aparición de World Pádel Tour hubo un salto de calidad muy importante. Mejoró el nivel de los escenarios en que jugábamos; entró la televisión; se le dio más ‘bombo’ en los medios de comunicación… Gracias a esto, este deporte está donde está hoy en día.
​Majo: Ahora, después de una década, entra en juego Premier Pádel y seguro que contribuye al crecimiento.

¿Qué significó alcanzar el número 1 en 2014?Majo: En ese momento, éramos un poco inconscientes. Nos llegó muy pronto ese reconocimiento. El año 2013 fue un punto de inflexión para nosotras, puesto que ganamos nuestro primer World Pádel Tour, pero no esperábamos que todo fuese tan rápido. Le ganamos a Carolina Navarro y Cecilia Reiter, que llevaban mucho tiempo mandando, y a partir de ahí nos empezamos a creer que podíamos seguir creciendo. También influyó Jorge Martínez: nos pusimos en sus manos y supo sacar lo mejor de nosotras.

Después repitieron en 2015, 2017 y 2018. Marcaron una época.Mapi: Tuvimos unos años de gloria. Éramos la pareja a batir. Conseguimos el récord de victorias consecutivas, que a día de hoy lo seguimos manteniendo, imponiéndonos a jugadoras de muchísimos nivel.

¿Cuál es la pareja más complicada a la que se han enfrentado?Majo: Cada época tuvo la suya. En nuestros comienzos, Carolina Navarro y Cecilia Reiter nos parecían imbatibles; después tuvimos nuestras disputas con Patty Llaguno y Eli Amatriain, que tenían un juego muy distinto al nuestro y nos resultaban incómodas; luego vinieron Alejandra Salazar y Marta Marrero; también Lucía Sainz y Gemma Triay… Y al final, en estos últimos años, nos ha costado mucho con Ari Sánchez y Paola Josemaría.

"Por encima de los títulos que hemos conseguido, nos gustaría que se nos recordase por haber sido una pareja de hermanas gemelas que estuvieron juntas de principio a fin"

¿Por qué se les va a recordar?Majo: Por encima de los títulos que hemos conseguido, nos gustaría que se nos recordase por haber sido una pareja de hermanas gemelas que estuvieron juntas de principio a fin. También por haber tratado de transmitir ciertos valores dentro y fuera de la pista; hemos intentado ser buenas personas y compañeras.

¿Hasta qué punto influyó en su juego el hecho de ser gemelas?Majo: Creo que fue una ventaja muy grande sobre el resto de parejas. Y hoy en día, debido a la cantidad de cambios de parejas que hay, todavía más. Nosotras siempre teníamos la tranquilidad de que íbamos a seguir juntas. Sabíamos que no nos íbamos a dar la patada en el culo, y eso te permite trabajar mejor hacia los objetivos que persigues. Ha sido un punto a favor; porque esa complicidad nos dio confianza.
​Mapi: Además, nos preocupamos por que esa confianza fuese utilizada en positivo.

Juntas en las buenas y, sobre todo, en las malas. En 2021 cambió todo con la enfermedad de Mapi.Mapi: Ya no he vuelto a tener mi nivel. Me noto la fatiga crónica. Me levanto muy cansada y, si a eso le sumo entrenamientos y horas de pista, es un esfuerzo grande. En los partidos me faltaba chispa y capacidad de reacción. A veces me sentía culpable de perder ciertos partidos y se lo decía a ella, que me tranquilizaba que hasta el final íbamos a estar juntas. Han sido años difíciles, de lucha continua pero los he podido sobrellevar. Puedo hacer una vida normal, con mis altibajos, y he aprendido a conocerme más.

Fue emocionante su regreso a las pistas, en Valladolid, tras comunicar que padecía esclerosis recurrente remitente.Mapi: Fue un recibimiento promovido por mi hermana. Las emociones estaban a flor de piel y perdimos contra una pareja que, a priori, era inferior a nosotras. No pude controlar las emociones. Ver a todo el circuito entregado, apoyándome, me hizo entender que existe un círculo de amistad y de compañerismo que va más allá de la competición. Ha sido un ejemplo para todas las personas que padecen esta enfermedad.
​Mapi: Al principio tuve dudas, pero me decanté por hacerla pública para visibilizarla y tratar de quitar ciertas etiquetas. Tenemos limitaciones, pero podemos llevar un día a día bastante normal si controlamos ciertos aspectos.

"Ver a todo el circuito entregado, apoyándome, me hizo entender que existe un círculo de amistad y de compañerismo que va más allá de la competición"

¿Cómo fue la decisión de dejarlo?Majo: Consensuada. Comenzamos la temporada sabiendo que sería la última, y todo este tiempo nos ha servido para concienciarnos. Aunque estaba decidido, entendimos que lo mejor era comunicarlo a mediados de año para tener un espacio para digerirlo. Saboreamos cada torneo, y el último homenaje que nos hicieron en Barcelona fue precioso. Lo recordaremos siempre.

¿Les faltó algo por hacer?Mapi: Nos quedamos con las ganas de haber participado en unos Juegos Olímpicos y de haber ganado un World Pádel Tour en Zaragoza. Estuvimos a punto de hacerlo en 2017, cuando tuvimos seis pelotas de partido, pero no pudo ser. Ganamos ocho de los 10 torneos que se celebraron, y ese no. Es una espina que nos queda.

¿En qué situación dejan el pádel?Mapi: El pádel español va como un tiro. Las jugadoras de nuestro país son las mejores a nivel mundial, y ojalá siga siendo así. En Aragón, desconocemos más la situación porque no hemos estado aquí en los últimos años, pero, por resultados que se dan en campeonatos, es posible que haya que trabajar más la base.
​Majo: Esperemos que con el tiempo se consiga. Ojalá muy pronto haya alguna aragonesa que marque diferencias.

Y si se apellida Sánchez, y sigue la dinastía, mejor que mejor.Majo: Si surge, surge (risas). Yo no seré la que obligue a mi hijo o hija a hacer deporte de alta competición. Los niños, de entrada, tienen que jugar y pasárselo bien. La élite es complicada y no es un requisito indispensable que practique pádel.

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