Andrés Vilalta y José Carlos Cortés hacen cima en el Aconcagua

La expedición montisonense holló el miércoles el pico más elevado de América con 6.961 metros y el más alto fuera de Asia.

Andrés Vilalta, en la cima del Aconcagua, con la bandera de Monzón.
Andrés Vilalta, en la cima del Aconcagua, con la bandera de Monzón.
Ayuntamiento de Monzón

Misión cumplida para Andrés Vilalta y José Carlos Cortés. Los dos aragoneses, el primero montisonense y el segundo zufariense, pero afincado en Monzón, lograron hacer cima el miércoles en el Aconcagua, la montaña más alta de América con sus 6.961 metros y la de mayor entidad del planeta dejando a un lado las asiáticas. Partieron a mediados de diciembre hacia Chile desde donde entraron en Argentina. Dos días antes de Navidad alcanzaron el campo base y tras pasar allí la Nochevieja y el Año Nuevo, el lunes iniciaron la ascensión definitiva. Lo hicieron a estilo alpino, sin ayuda de porteadores.

"Hemos tenido un proceso de aclimatación muy bueno, pero llegábamos a los campos muy cansados al llevar todo nuestro material y víveres", comenta Vilalta a través de las redes sociales una experiencia especial por las fechas en las que se ha realizado y en las que los dos protagonistas han estado lejos de sus familias. "En todo momento los he tenido en mi corazón y en mi cabeza, ayudando a superar los momentos más complicados", afirma.

Una vez superados los exámenes médicos, su primer contacto con la montaña se produjo entre el 26 y el 28 de diciembre cuando subieron hasta Nido de Cóndores, a 5.550 metros, transportando lo necesario para el ataque a la cumbre. Entonces, les sorprendió lo rápido que había sido el descenso y quedaron a expensas de una ventana de buen tiempo.

Se abrió el 2 de enero, día en el que partieron del campo base, Plaza de Mulas (4.300 metros), hacia Nido de Cóndores. En la siguiente jornada alcanzaron Cólera, a 5.970 metros, y el 4 de enero hollaron la cumbre. Habían comenzado a las 2.30 y pisaron cima a las 10.00. Allí permanecieron una hora disfrutando del logro y tomando fotografías. Vilalta posó con una bandera de Monzón y otra del Club Montisonense de Montaña. A las 16.30 ya se encontraban en el campo base de vuelta. Este viernes habían llegado a la ciudad de Mendoza y el domingo, si todo sigue según lo previsto, se espera que vuelvan a España.

Previamente a la aventura del Aconcagua, Cortés y Vilalta habían recorrido juntos parte importante del Pirineo. Además, para el segundo suponía su primera experiencia en una gran expedición sin Carlos Pauner, quien lo considera su sucesor. Con él en julio de 2021 subió el Pico Lenin, de 7.134 metros, situado entre Tayikistán y Kirguistán, y el verano pasado trató de conquistar sin éxito el Korzhenveskaya, de 7.105 metros y perteneciente también a la cordillera del Pamir. Las malas condiciones tras dos avalanchas consecutivas les hizo desistir.

Hacer cima en el Aconcagua puede considerarse también el pago de la deuda que esta montaña mantenía con el apellido Vilalta. Su padre, Javier, ya lo había intentado en 1995 junto a los también aragoneses Josan Hidalgo y Javier Alvira. Ellos abrieron la ‘variante altoaragonesa’ que pasa por el Glaciar de los Polacos, pero no llegaron a la cumbre. Antes de salir, sus sucesores no escondieron que les hubiese gustado acabar esa ruta, pero finalmente, atendiendo a los pocos días disponibles para la expedición, optaron por una vía más directa.

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