Acusan a una pareja de vender droga en su bar de las Delicias en Zaragoza
La Policía encontró escondida en diferentes puntos del establecimiento cocaína valorada en más de 16.000 euros.
Una pareja que regenta un bar en el barrio de las Delicias fue juzgada este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza acusada de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas en establecimiento abierto al público. Escondida en varios lugares de su local, la Policía Nacional encontró en octubre de hace dos años más de 70 gramos de cocaína valorada en más de 16.000 euros. La mayor parte de ella estaba oculta en un falso techo mientras que dentro de un servilletero se localizaron cinco papelinas de 2,12 gramos.
El hallazgo fue la culminación al seguimiento que la Policía Nacional estableció alrededor del bar al tener la sospecha de que su interior se traficaba con drogas. Los cinco agentes que testificaron ante el tribunal de la Sección Primera presidido por el magistrado Alfonso Ballestín manifestaron que habían podido observar cómo en el establecimiento situado en la calle del Padre Manjón se producían muchas entradas y salidas de supuestos clientes. Las visitas eran tan rápidas que consideran que no es posible que les diese tiempo a realizar ninguna consumición. Además, resaltaron los horarios de apertura -a partir de las 18.30- lo que les hizo inferir que como negocio hostelero no podía ser rentable.
Durante la investigación interceptaron en tres días distintos a tres personas que habían accedido al bar y marchado de él con gran celeridad y que portaban pequeñas cantidades de cocaína. En uno de los casos incluso observaron como el sujeto sospechoso realizaba después el pase de una papelina.
Más allá de la droga, en los registros que la Policía llevó a cabo en el bar y en el domicilio de los acusados, donde aparecieron 0,37 gramos de cocaína, también se encontraron básculas de precisión, gomas de plástico y recortes circulares; objetos que serían utilizados para confeccionar papelinas. Además, fueron confiscados 2.250 euros.
Henry V. P. y Ana S. A., los acusados, comparecieron ante el tribunal acompañados de su hija, una bebé que comenzó el juicio dentro de su carro y que después tuvo que ser sostenida por sus padres al impacientarse. La Fiscalía solicita para ellos una pena de siete años de cárcel. Su defensa, ejercida por la abogada Candela Garries, pide en cambio la absolución para ambos argumentando que los agentes que habían llevado a cabo la investigación nunca llegaron a ver si en el interior del bar se despachaba droga. De no atender su demanda, la letrada propone como alternativa rebajar a tres años de prisión la condena de Henry V. P. al entender que en él concurre la circunstancia atenuante analógica de drogadicción.
De hecho, Henry V. P. reconoció que era consumidor de drogas desde hacía más de dos años y que ahora se encuentra en tratamiento. “No vendía drogas, las tenía para mí”, afirmó. Según expuso, toda la cocaína encontrada en el bar se la había comprado por 3.000 euros a una persona que necesitaba deshacerse de ella porque regresaba a su país. Por su parte, Ana S. A. manifestó que desconocía que en su establecimiento hubiese droga.
