semana santa
De la Exaltación a la Verónica, pleno de procesiones en la mañana de Jueves Santo en Zaragoza
Cuatro procesiones, además de los traslados, han salido a las calles de la capital aragonesa.
El Jueves Santo empezó entre una lluvia intermitente que truncó el final de la procesión del Encuentro en Zaragoza. El día ha comenzado con unas tímidas nubes y los primeros redobles en el entorno de San Cayetano se han escuchado en los tambores del piquete de la cofradía del Prendimiento, que han trasladado su Dolorosa hasta la iglesia de Santo Tomás de Aquino de los padres escolapios.
Una de las novedades del día ha sido el estreno de dos nuevas figuras del paso de la Santa Faz, portado por la cofradía de Cristo Abrazado a la Cruz y de la Verónica, un grupo escultórico obra del zaragozano Víctor Carazo. Ha salido de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. La puerta del Carmen, la avenida de César Augusto, la plaza de Salamero, Azoque… El morado ha teñido también la zona de Santa Engracia y de la plaza de los Sitios. Ha cerrado en la Real Capilla de San Cayetano pasadas las 15.00.
En la plaza de la Real Maestranza de Caballería se han asomado los capirotes negros de la cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz. En esta procesión titular han participado unos 200 hermanos. El lunes no pudieron desarrollar su procesión desde la parroquia de Santa Gema, en el barrio de Casablanca, a causa de las lluvias. Han procesionado por Dormer, Cisne y Cuéllar. También han marcado el paso en una plaza de la Seo con charcos como testimonio de la noche de lluvia.
El misterio de la exaltación ha recorrido gran parte del Casco Histórico y estrechas calles como la de la Santa Cruz, para desembocar en la plaza, donde se ha realizado una predicación. Sus marchas han continuado por San Voto, la plaza de Ariño, Don Jaime I, la plaza de España… para terminar en la iglesia de San Cayetano.
A la misma hora, a las 11.00, también ha iniciado su procesión titular la cofradía de la de la Crucifixión del Señor y de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís. El paso que han acompañado por las calles de la ciudad es el del Calvario, uno de los más icónicos de la Semana Santa zaragozana, que representa a Jesús en la cruz junto a los dos ladrones que crucificaron. En el grupo escultórico de José Alegre, que data de 1841, también cuenta con un romano a caballo.
Los hermanos, que han protagonizado la procesión más larga de la mañana, procesionan ataviados con el típico hábito franciscano, compuesto por sayal marrón con capucha, cordón franciscano con los tres nudos que representan los votos de pobreza, castidad y obediencia. Una de las peculiaridades es que en lugar de cubrir la cabeza con una prenda como el tercerol o el capirote, llevan una capucha.
La última salida procesional de la mañana ha sido el viacrucis de la cofradía de la Coronación de Espinas, que esta tarde vuelve a salir desde la Seo de regreso a la parroquia de San Felipe. Es la única –salvo el traslado del Prendimiento- que repite por la mañana y por la tarde. En ambas salidas procesionan con el paso de la Coronación de Espinas (de Francisco de Borja, de 1903) y la peana con el busto Cristo Coronado de Espinas (de Manuel Guiral y Pedro Fuentes, de 1781).
Por la tarde un total de diez procesiones salen a las calles de la capital aragonesa.
