sucesos

El 'karateca de los calabozos' de Zaragoza se libra de ser encausado

La renuncia de una víctima a la que amenazó con una navaja le exime de responsabilidad.

La oficina pasará a ubicarse en las instalaciones de la Comisaría de Distrito Actur Rey Fernando.
 Comisaría de Distrito Actur Rey Fernando de Zaragoza.
HA

El zaragozano, J. I. A. S., de 50 años, se ha librado de ser juzgado por los altercados que montó un sábado de diciembre de 2023, primero en la puerta de un bar la capital aragonesa y después en los calabozos de la comisaría del Actur. Ninguna de las personas que se vieron afectadas por su violenta actitud le reclama nada y eso ha hecho que el juzgado archive provisionalmente la causa contra él.

El hombre fue detenido el 16 de diciembre pasado a raíz de una llamada al 091 que alertaba de que una persona estaba intentando acometer a otra con una navaja en la puerta de un bar de la calle de Arquitecto Magdalena. J. I. A. S. se había puesto a discutir con un cliente, de 46 años, y, tras intercambiarse varios empujones, optó por sacar una navaja con la que lo acometió dos veces intentando alcanzarle la zona del abdomen, que el otro esquivó. Las embestidas iban acompañadas de una amenaza (“te voy a reventar”) que esa noche terminaría repitiendo en escenarios distintos.

La llegada de la Policía hizo huir al agresor aunque fue interceptado en las inmediaciones poco después por los funcionarios. En su poder encontraron la navaja de seis centímetros de hoja usada en el enfrentamiento y un destornillador de punta estrellada. Los funcionarios le preguntaron el motivo de la discusión y su respuesta fue: "Le voy a reventar", sin añadir nada más.

El hombre fue arrestado y conducido a la comisaría del Actur, donde se le informó de sus derechos y de los motivos de la detención que en esos momentos eran atentado a la autoridad y lesiones leves, a la espera de que el cliente del bar formalizara la denuncia por las amenazas y el intento de agresión con el arma blanca.

Pero esa noche J. I. A. S. estaba especialmente activo y mientras esperaba junto a otros detenidos en la sala de contención previa al ingreso en calabozos no tuvo mejor idea que ponerse a enseñarles artes marciales, tras informarles previamente de que era “cinturón negro en siete disciplinas diferentes”. Como demostración, empezó a golpear con los puños y los pies las paredes hasta que se lesionó una mano. Los policías le ofrecieron en ese momento atención hospitalaria, pero se negó a ser trasladado aludiendo a su formación como cinturón negro. "Reviento la pared si quiero y te reviento a ti y a todos", les dio como toda explicación.

El zaragozano pasó el resto de la noche en los calabozos y al día siguiente fue conducido al juzgado de guardia y quedó en libertad provisional asistido por su abogada Rocío Notivoli. Ahora, una vez que el denunciante ha renunciado a reclamar nada, el juzgado ha dictado el sobreseimiento provisional de la causa.

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