Deja un reguero de 'simpas' en gasolineras de Zaragoza hasta que le falla el pegamento
El joven ideó un sistema nada lícito para llenar el depósito sin pasar por caja ni ser identificado, pero un imprevisto podría costarle ahora el ingreso en prisión.
El precio del combustible sigue estando caro, aunque no tanto como en el verano de 2022, cuando la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania disparó el litro de gasolina por encima de los 2 euros. Aquello hizo que muchos conductores dejasen el coche en casa y recurrieran al transporte público. Hubo opciones más imaginativas pero bastante menos lícitas. Entre ellas, la de un joven de Zaragoza al que llenar el depósito llegó a salirle gratis. O al menos, eso creía él. Porque un imprevisto desbarató sus planes y ahora podría costarle incluso la cárcel.
El individuo en cuestión, de 27 años e identificado como R. O. M., acababa de conseguir un trabajo en el polígono Centrovía de La Muela. Carecía de un vehículo con el que desplazarse hasta allí, así que su madre recurrió a un alquiler por ‘leasing’ para conseguirle un Seat Ateca. Hasta ahí todo correcto y legal. El problema surgió cuando al joven decidió ahorrarse los cerca de 100 euros que le costaba llenar el tanque de gasolina. Y para ello, empezó por robar varias matrículas de coches aparcados en calles del barrio de Valdespartera. Allí era también donde él vivía. En concreto, en un domicilio de las calle de Los Pájaros.
El investigado pretendía repostar en estaciones de autoservicio y darse después a la fuga. Consciente de que prácticamente todas las gasolineras cuentan ahora con cámaras de seguridad, para evitar que lo identificaran colocó las placas que había sustraído encima de las de su Seat Ateca. Y con este procedimiento estuvo funcionando durante julio y agosto de 2022, periodo en el que repostó y se dio a la fuga sin pasar por caja en estaciones de Zaragoza, La Muela e incluso Tarragona.
Según los atestados de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, los simpas de R. O. M. oscilaron entre los 11.79 euros que dejó de pagar en una gasolinera del centro comercial Puerto Venecia de Zaragoza y los 106.18 euros que tampoco pagó en una estación de Cepsa en La Muela, donde no solo llenó el depósito sino que optó por el combustible de mayor calidad y por tanto más caro.
Investigado por otro simpa en Tarragona
Pero la policía autonómica catalana también imputa al joven zaragozano los hechos ocurridos en otra estación de Cepsa del pequeño municipio tarraconés de Vilaverd, de donde supuestamente se marchó sin desembolsar otros 83,43 euros. La instalación no contaba con cámaras de seguridad, pero a una empleada le dio tiempo a apuntar la matrícula trasera. Como en el resto de casos, no se correspondía con la placa original del vehículo, sino con la de otro turismo de la capital aragonesa.
Todo le iba bien al presunto estafador hasta que le falló el pegamento o el sistema que usara para colocar las matrículas superpuestas. Esto sucedió la tarde del 12 de agosto de 2022, en una gasolinera de Puerto Venecia. Aquí sí había circuito de seguridad y al Seat Ateca del encausado lo retrataron por todos los flancos. Llevaba matrículas distintas por delante y por detrás, pero la trasera se estaba desprendiendo y permitía visionar la auténtica. Aquello resultó fundamental para poner nombre y apellidos al autor de los simpas, al que finalmente se detuvo en octubre de 2022.
Por el momento, son dos las causas abiertas contra el vecino de Valdespartera. Por una de ellas, un juzgado de Zaragoza ha puesto ya fecha el juicio, que se celebrará a comienzos del próximo mes de abril. Aquí, la Fiscalía lo acusa de dos impagos en La Muela y le imputa dos delitos de falsedad documental y otros dos de estafa, por los que pide una condena de nueve meses de prisión y multas por importe de 2.640 euros. A estos habría que añadir 171,55 euros más, por la gasolina que no abonó.
Pero R. O. M. tiene otro juicio a la vista por otros dos simpas en la gasolinera de Puerto Venecia donde acabaron cazándolo. El Ministerio Público eleva aquí la petición de prisión a un año y medio, pena a la que añade 2.360 euros en multas más las indemnizaciones.
