tribunales

Condenada a prisión por estafar 3.800 euros a la mujer con alzhéimer que cuidaba en Zaragoza

La acusada llevaba solo seis días atendiendo a la víctima y se aprovechó de sus circunstancias para quitarle el dinero.

Johana E. Montenegro, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Johana E. Montenegro, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco 

Quiso aprovecharse de una situación de urgencia familiar y de la vulnerabilidad de la mujer septuagenaria con alzhéimer a la que debía cuidar. Se hizo con su libreta de ahorros y a lo largo de seis días que estuvo con ella extrajo 3.800 euros. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Johana E. Montenegro a un año y nueve meses de prisión y a devolver el dinero que retiró de la cuenta corriente al considerar que cometió un delito de estafa.

Los hechos ocurrieron entre el 22 y el 28 de agosto del año pasado. El tribunal considera probado que fue Montenegro quien se apropió de la cartilla puesto que a lo largo de ese tiempo nadie más tuvo acceso a ella. También entiende que fue la condenada quien ejecutó tres de las cinco extracciones de efectivo en cajeros automáticos que se ordenaron durante aquellos días y que en las otras dos, si bien no se ha podido saber quién las hizo, ella fue quien las encargó. Para poder afirmar esto, resultaron claves la grabaciones de las oficinas bancarias y el testimonio de uno de los agentes de la Policía Nacional encargados de la investigación. “Estoy seguro al 100% de que es ella, no hay ningún tipo de duda”, afirmó.

La mujer que estaba cuidando Montenegro padece un grado de alzhéimer de grado 5 lo que, según se explicó durante el juicio, le dificulta tener gobierno en sus decisiones, discernir en quién confiar y le impide también hacer cualquier tipo de gestión bancaria. La pareja y cuidador de la perjudicada había caído enfermo y se encontraba hospitalizado y su hija se encontraba en el extranjero. Ante la necesidad de que alguien se hiciese cargo de su madre, fue ella quien contrató a la condenada a través de una agencia de colocación.

La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por los abogados Alejandro Soteras y Andrés Moreno, también reclamaban 880 euros a Montenegro que la hija afirma que había en la casa y de los que solo encontró 70 al regresar. El tribunal considera que no ha quedado acreditado que fuese la cuidadora quien se apoderara de ellos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión