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Los alcaldes de barrio de Zaragoza, al servicio del vecino siete días por semana: estas son sus prioridades
Los nuevos representantes de la alcaldesa Natalia Chueca en estas zonas pedáneas explican sus planes de cara a los próximos cuatro años.
Agradecen el apoyo que sus vecinos les han mostrado en las urnas. Algunos asumen el cargo por primera vez, para otros ya van unas cuantas y hay quien hasta llega a sumar cuarenta años trabajando por su barrio rural. Ilusionados y con ganas de trabajar, los alcaldes elegidos en la encuesta ciudadana del pasado domingo (6 del PP, 6 del PSOE y 1 de ZEC) defienden las particularidades de estas zonas pedáneas de Zaragoza, que tienen necesidades diferentes a las del resto de la ciudad, y reclaman que sean atendidas. La mayoría aseguran que están a disposición de sus vecinos, 24 horas al día, siete días por semana. Conocen al detalle todo lo que ocurre en barrios que parecen pueblos, donde disfrutan de tranquilidad, a quince minutos de los servicios que ofrece una gran ciudad. Preparan proyectos para los próximos años como el asfaltado de caminos y la construcción de pabellones o centros cívicos. Los 14 nuevos alcaldes pedáneos, los representantes de la alcaldesa Natalia Chueca en el territorio, explican cuáles son las prioridades para sus territorios.
Aseguraba este lunes Jorge Eseverri que el apoyo de los vecinos de Casetas que recibió en la encuesta ciudadana del domingo es todo un "orgullo". Se mostraba "contento y emocionado" porque, a su juicio, supone un reconocimiento a la labor llevada a cabo en los últimos cuatro años, en los que ya ocupó el cargo de alcalde del barrio rural. "Es muestra de que el trabajo no ha pasado desapercibido, es una buena manera de que te lo agradezcan, y emociona que la gente te devuelva esa oportunidad", enfatizaba. Entre sus objetivos prioritarios, Eseverri cita avanzar en las obras del convenio con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), que debería culminar este año, y empezar a pensar en el próximo. Entre ellas, cita el asfaltado de los caminos rurales, la peatonalización de calles a cota cero y la construcción de una acera en el camino de Garrapinillos, la única calle que todavía no tiene. "Nos surgen problemas a diario, la alcaldía es una cosa muy casera, y ver que los vecinos cuentan contigo para que les puedas ayudar es muy satisfactorio", recalca.
Alcalde de Garrapinillos desde 1997 (menos un mandato: 2012-2016), llegó al cargo porque le convencieron los vecinos, y ve mejoras en el barrio desde que lo hizo. Cree que su gran logro ha sido dar prioridad a lo más urgente, y que cada vez que se han planteado un equipamiento se ha pensado a qué se va a dedicar. La obra más importante fue el acceso al barrio desde la carretera del aeropuerto e insiste en que lo prioritario ahora son las infraestructuras, especialmente los caminos asfaltados. "No puede ser que de Garrapinillos se extraigan los áridos y tengamos las peores vías de comunicación. Merecemos un mantenimiento en igualdad de condiciones que el centro de Zaragoza", reclama. Valora de los 20 años de alcalde que "la gente esté contenta".
Siempre ha estado implicada en el barrio, ayudó a la alcaldesa anterior y trabaja en la ludoteca y centro de tiempo libre municipal. "El objetivo que me fijo es mejorar la vida del barrio. Darle un poco de alegría", detalla. Aunque es consciente de las limitaciones que tiene. Como proyecto para 2024 se fija la celebración del 250 aniversario del fin de las pinturas de Goya en la Cartuja de Aula Dei, y espera colaborar con Peñaflor. Defiende la vida en Montañana por la tranquilidad, pero "la independencia de vivir muy cerca de la ciudad". De sus vecinos espera colaboración y aboga por una revisión del plan urbanístico para ganar viviendas.
Alcaldesa desde 2016, incluye como prioridad el arreglo de 900 metros de la N-315, el camino del Lugarico de Cerdán, la mejora de las frecuencias de autobús que entra en vigor este semestre, la rehabilitación del pabellón y adjudicación de la reforma de la Torre del Santa Engracia, demandada desde hace años. De su barrio rural destaca la solidaridad entre vecinos y las facilidades que bridan para la integración. Como alcaldesa de barrio, explica que le toca "hacer un poco de todo". "Ejerces de trabajador social, fontanera, policía, en las crecidas vas a apoyar a los afectados por los desalojos", detalla. Cuando lo deje, espera que la recuerden más que por las obras por haber sido "cercana al barrio, vecina y amiga de todos".
Encara el tercer mandato como alcaldesa de San Juan de Mozarrifar e incluye, entre sus prioridades, la rehabilitación del pabellón socio-cultural, el punto central del barrio porque se realizan todo tipo de actividades al carecer de centro cívico, y un parque nuevo para niños y jóvenes. Su balance del último mandato es positivo, a pesar de que la pandemia les obligó a reorganizarse y causó retrasos en varios proyectos. La relación con el Ayuntamiento es "fluida", pero pide que se tenga en cuenta la idiosincrasia del barrio rural, que es distinta a la de un distrito. "En la figura del alcalde de barrio falta autonomía y competencias en procedimientos que agilizarían la vida del barrio", explica.
No iba buscando la alcaldía del barrio rural, pero los vecinos del Zorongo, que llegaron a fletar autobuses para ir a votar a Juslibol, le auparon hasta el cargo. "En la urbanización teníamos interés en conseguir un alcalde para mejorar el tratamiento hacia nosotros, pero sin menoscabo para Juslibol. Preferíamos tener al alcalde para lograr más influencia", asegura. Insistirá en que la DPZ asfalte la carretera del Zorongo, cubra la calle de Zaragoza y mejore las aceras de la calle Mayor. Como proyecto propio, buscará ayudas del Ayuntamiento para sufragar las obras en una carretera que tienen, aunque se encargarán ellos del mantenimiento. Dispone de autobús cada media hora y recogida de basuras. Cree que el clima enrarecido entre Juslibol y El Zorongo tiene solución y se muestra orgulloso de ser el primer alcalde de barrio de la urbanización.
Lleva ocho años como alcalde y ha querido continuar porque han quedado cosas pendientes. Su proyecto prioritario son unas viviendas colaborativas con cesión de uso, con viviendas senior para mayores en la planta superior y servicio comunes para los vecinos en la planta baja. Está seguro de que la transformación de la Celda del Prior en albergue de peregrinos incorporará La Cartuja al mapa europeo y celebra el soterramiento de la rotonda de la A-68. "Estamos en contacto con las empresas del PTR para que cuenten con vecinos de La Cartuja para la bolsa de empleo", defiende.
Sigue la estela de su padre, que fue alcalde de Monzalbarba durante 20 años y luchó contra la elevada siniestralidad de la carretera de Logroño. Tras pasar por varias asociaciones, Joaquín Tiestos asume la alcaldía de Monzalbarba que necesita, sobre todo, ·"viviendas para que la gente joven no se tenga que ir". Quiere, además, renovar los vestuarios, el parque y que el autobús pare también en el Alcampo Utebo, la Venta del Olivar y Torre Outlet. De Monzalbarba destaca la tranquilidad y la calidad de vida.
"Orgullosa de la gente y muy agradecida" se sentía este lunes Mamen López, de ZEC, tras haber logrado por tercera vez consecutiva el apoyo de sus vecinos para ser alcaldesa del barrio rural de Peñaflor. Tras ocho años en el cargo, optó por presentarse a la reelección para poder ver acabar los proyectos que a lo largo de este tiempo ha empezado. "Ese era el motivo principal", asegura. Es este, según dice, "un momento muy importante" para Peñaflor. "Las iniciativas más importantes se comenzaron en 2016, como el problema de los vertidos, la Casa de la Cultura o el aula polivalente con comedor", explica. Menciona también que se cuente con un oficial en el colegio y que se vayan definiendo las principales áreas de urbanización, una cuestión que va aparejada con la tubería que se va a construir para dejar de verter aguas residuales al río Gállego. "Ahí además tenemos suelo público para poder construir una residencia, ojalá pudiéramos comenzar ese proyecto", añade López. Sobre el papel de los vecinos del barrio, hace hincapié en las "críticas constructivas" y en escuchar y atender en la medida de lo posible los proyectos que le hacen llegar.
Tranquilo y satisfecho se mostraba José María Latorre, que repetirá con el PP como representante de la alcaldesa en el barrio rural de La Venta del Olivar. “El reto más importante que tengo por delante es la apertura del centro cultural, las obras están en su proceso final para ser adjudicadas y empezar en cualquier momento”, asegura el alcalde. El nuevo equipamiento se ubicará en la entrada a esta zona pedánea, pegado a la carretera.
José Miguel Alonso se estrena este mandato en el cargo de alcalde de San Gregorio. Este lunes, todavía estaba procesando la feliz noticia de que los vecinos le eligieran en la votación del domingo. "Me siento ilusionado, aún no he reaccionado porque es algo que cuando te llega hay que digerirlo", aseguraba, y añadía que, tras cuatro años como vocal, optó por dar el paso para representar al barrio. "Son muchos años los que llevo viviendo aquí, y animado por el anterior alcalde, que ya llevaba 30 años en el cargo y no quería repetir, y por los amigos, tomé la decisión", rememora. Sobre los próximos cuatro años, destaca sobre todo el consultorio, ya que el actual, que cuenta con un despacho médico y una sala de enfermería, se queda pequeño y obliga ante cualquier problema a acudir a Parque Goya. También cita la construcción de un segundo aparcamiento disuasorio y la conversión de la Casa de la Juventud en un centro cívico donde convivan niños y mayores.
Aunque le costó tomar la decisión, Luis Ochoa, alcalde pedáneo de Villarrapa, se prepara para encarar un nuevo mandato. Pronto cumplirá 45 años en el cargo, y ha defendido los intereses de los 200 vecinos a los que representa frente a alcaldes socialistas, populares y de ZEC. Todos pasaron, pero él sigue allí, y no se quiere ir hasta cumplir los compromisos que se ha fijado con el barrio rural en el que nació, y en el que continúa viviendo a sus 79 años. Aunque se lleva bien con los socialistas, se dio de baja del partido el pasado 8 de enero y concurre como "independiente" y en la lista del PP. "Quiero lo mejor para mi pueblo. Soy el alcalde más antiguo de Aragón y España", se reivindica. Ha visto cómo Villarrapa pasaba de 80 habitantes a más de 200, y ahora pelea por que promociones de casi 120 viviendas permitan que se triplique la población y por la construcción de una residencia.
Antonio Aragüés, uno de los veteranos, afronta tras haber ganado la votación del domingo su quinto mandato al frente de la alcaldía de Alfocea. "Llevo ya 16 años, soy nacido y criado en Alfocea, ¿qué es lo que yo no voy a hacer por mi barrio?", resume sobre los motivos que le llevan a ejercer esta labor. Destaca sobre los proyectos importantes que se ejecutarán más próximamente la renovación integral de la calle del Castellar, desde el número 4 al 33, que incluirá el cambio de tuberías, y la instalación de un pararrayos en el mirador. También la reparación de un desprendimiento en la calle de la Salitrería o el proyecto para “hacer nueva” la calle de Las Iglesias. "Estoy muy alegre y muy contento con el resultado de las elecciones", asegura. Sobre la parte baja del barrio, recuerda que en septiembre de 2023 se renovaron los caminos, lo que supuso una inversión de 11.900 euros, lo máximo que se puede hacer al ser una zona rústica e inundable.
Si no se tuerce nada, Carlos Montanel será el alcalde pedáneo de Torrecilla de Valmadrid que verá cómo la traída de agua de la capital se hace realidad. Porque, en pleno siglo XXI, en 2024 para más señas, este barrio rural de Zaragoza, en el que viven 22 personas, tiene suministro a través de depósitos situados en la parte alta del pueblo. Montanel, que trabaja en el campo, nació en Torrecilla y allí sigue viviendo. "Tengo ilusión por que el barrio siga vivo y tire para adelante. Y una forma de revitalizarlo es el agua. Sin ella, no podríamos progresar", lamenta. La tubería es tan necesaria como garantizar la cobertura para los teléfonos móviles en la zona, problema que se comprometió a solventar la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca.
