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Tiroteo en Zaragoza: los "potentes indicios" de intento de asesinato juegan en contra del Paletas

El delincuente, detenido por tirotear a un padre y su hijo el pasado verano, intentaba que la Audiencia lo dejara en libertad, pero no lo ha conseguido.

Fotos del despliegue policial por el tiroteo en Torrero de Zaragoza
Fotos del despliegue policial por el tiroteo en Torrero de Zaragoza
Javier Belver

La Audiencia de Zaragoza acaba de negarse a dejar en libertad provisional a Rafael H. D., conocido como El Paletas y al que la Policía Nacional detuvo como presunto autor del tiroteo del que fueron víctimas un padre y su hijo el pasado 28 de julio en el barrio de Torrero. El juez que instruye la causa ya se opuso hace un par de meses a que el pistolero dejara la prisión de Zuera, pero la defensa formuló entonces recurso de apelación por considerar que las pruebas que en principio apuntaban al encausado se habían difuminado. Sin embargo, no lo entiende así tampoco el magistrado Francisco Picazo, ponente del auto, quien recuerda que existen «potentes indicios» para atribuir al investigado un delito de tentativa de asesinato u homicidio y otro de lesiones graves.

A la hora de justificar su negativa a dejar libre al Paletas, el tribunal ha tenido muy en cuenta que los disparos que supuestamente efectuó este con un arma de fuego fueron dirigidos a «zonas vitales como lo son el abdomen y la espalda». Añade algo importante, la mujer y madre de las tiroteados fue testigo de los hechos y reconoció al agresor tanto por el tono de su voz como por su corpulencia.

La Audiencia destaca también como hecho significativo que los disparos se efectuaran desde un vehículo que era propiedad de Rafael H. D., quien arrastraba problemas con la familia de las víctimas desde tres años atrás. «Destacándose que en una determinada ocasión el investigado embistió al vehículo de la víctima sacándolo de la carretera», recoge el auto.

El tribunal ha tenido también muy en cuenta las grabaciones de varias conversaciones telefónicas que el Paletas mantuvo con su hija y con su pareja después de que se produjeran los hechos. Como recordaba el Grupo de Homicidios en un informe, en una de estas llamadas el encausado llegaba a decir: «Le he disparado». La Audiencia tampoco ha pasado por alto que durante el registro de la vivienda de Rafael H. D., si bien no se encontró el arma con la que efectuó los disparos, sí se halló munición idéntica a la utilizada en el tiroteo. Razones todas estas que le llevan a rechazar la petición de poner en libertad al sospechoso para evitar una posible fuga.

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