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El Supremo rebaja 4 años la condena al autor de la brutal violación de una joven en Zaragoza

La chica, de 22 años y con una discapacidad intelectual del 48%, sufrió un desgarro vaginal que estuvo a punto de costarle la vida.

Una manifestación cortó la avenida de Madrid para mostrar la repulsa de los vecinos a la violación del parque Palomar.
Una manifestación cortó la avenida de Madrid para mostrar la repulsa de los vecinos a la violación del parque Palomar.
Guillermo Mestre

El Tribunal Supremo (TS) acaba de anular la condena por la que Oswaldo Valverde López fue condenado a 13 años de cárcel por la brutal violación del parque Palomar de Zaragoza, de la que fue víctima una chica de 22 años con una minusvalía intelectual del 48% que le hace especialmente vulnerable. La defensa, a cargo del letrado Óscar Espinosa, recurrió el fallo de la Audiencia Provincial ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), pero este se limitó a refrendarlo. No ha hecho lo mismo ahora la Sala de lo Penal del TS, que si bien desestima la vulneración de derechos fundamentales que alegaba el acusado, se ve obligada a rebajarle cuatro años la pena y fijarla en nueve años en aplicación de la Ley del ‘solo sí es sí’.

Como recuerda el Supremo, cuando la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza condenó al ecuatoriano William Oswaldo Valverde López «operó manejando la norma vigente con un arco punitivo que se movía entre doce y quince años». Sin embargo, la reforma legislativa relacionada con los delitos de naturaleza sexual que entró en vigor en octubre de 2022 fijó esa horquilla entre los siete y quince años. Y al ser una modificación claramente beneficiosa para el reo, como indica el alto    tribunal, «se impone la aplicación retroactiva de la nueva legislación».

La Fiscalía se mostró en contra de la rebaja y recordó en su informe que la sentencia recurrida se dictó cuando ya estaba vigente la reforma. A este respecto, el Supremo explica que «el recurso de apelación se interpuso con anterioridad, no se celebró vista y en apelación se omitió un traslado a las partes a efectos de ventilar la posible incidencia de la citada ley orgánica».

La «singular gravedad» de la conducta del violador impidió a la Audiencia Provincial sancionarlo con la mínima pena posible, que la antigua ley fijaba en doce años. De igual forma actúa ahora el TS, quien ponderando factores como la violencia empleada, las lesiones causadas y la vulnerabilidad de la víctima considera «adecuada» la condena de nueve años. Con este pronunciamiento, Wiliam Oswaldo Valverde López se convierte en el último beneficiado en Aragón de la entrada en vigor del la ley del ‘solo sí es sí’, que ya ha supuesto más de una treintena de revisiones a la baja en las tres provincias.

Pudo costarle la vida

El hecho de que la víctima de esta brutal violación fuera socorrida por una empleada de la terraza del parque Palomar hizo que el caso fuera bautizado con este nombre. Sin embargo, en realidad, la agresión sexual que casi le cuesta la vida se produjo en la tarde del 3 de julio de 2020 en la pensión Laborra, ubicada en la calle de la Duquesa de Villahermosa. Por la mañana, el acusado se había encontrado con la joven    cuando caminaba con una amiga de doce años por el parque de Las Delicias. Consciente de la vulnerabilidad de la primera, el hombre la convenció para quedar a solas después. Según la sentencia, la menor sospechó de aquel individuo y pidió a la joven que no fuese, pero ella acudió. Y lo que hizo Wiliam Oswaldo Valverde fue llevarla a la pensión, donde dadas las reticencias de la víctima a desnudarse, él mismo se la quitó de forma brusca.

De nada le sirvieron a la chica los ruegos y su fuerte oposición, ya que el agresor la empujó sobre la cama, le sujetó los brazos y la penetró con tal violencia que le casó un grave desgarro vaginal, además de otras lesiones genitales. La víctima comenzó a sangrar de forma abundante y al él no se le ocurrió otra cosa que pedirle que se colocará un calcetín para frenar la hemorragia. Después, la acompañó hasta la parada del autobús, le pagó el billete y la dejó que volviera sola a casa. La sangre le chorreaba por la pierna, manchando incluso el pantalón, lo que llevó a la víctima a hacer una parada en la terraza del parque Palomar para ir a los baños. Una camarera la vio tan mal que llamó a la Policía Nacional y a una ambulancia, que la llevó al hospital para intervenirla de urgencia.

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