Mercado Inmobiliario

Los pisos de alquiler 'vuelan' en 24 horas en Zaragoza

La escasez de oferta en la capital aragonesa hace que los anuncios con los precios más asequibles no duren ni 24 horas en el mercado.

Piso de alquiler en la calle de Zumalacárregui por 600 euros al mes.
Piso de alquiler en la calle de Zumalacárregui por 600 euros al mes.
Landa Propiedades

En un abrir y cerrar de ojos. Los pisos de alquiler 'vuelan' en Zaragoza. Los que tienen los precios más asequibles no duran ni un día entero en el mercado. Así lo explica uno de los portales inmobiliarios de referencia, Idealista, que dice que un 19% de las viviendas arrendadas en la capital aragonesa durante noviembre no aguantaron ni 24 horas en el mercado. Una circunstancia que, dicen los expertos, se produce por la escasez de oferta, que mengua cada vez más y más.

Según este estudio, la capital aragonesa se encuentra un punto porcentual por encima de la media de los 'alquileres exprés', es decir, aquellos que no duran ni 24 horas en el portal inmobiliario. "Estos datos muestran que los problemas de oferta de alquiler y la velocidad a la que las viviendas desaparecen del mercado se han extendido por todas capitales españolas. Unas tasas de alquileres exprés tan elevadas provocan una enorme tensión en el mercado, empujando hacia arriba los precios y aumentando la ansiedad de las familias que buscan establecerse en una vivienda de alquiler", expresa Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.

Cualquiera que haya tenido que pasar por la odisea de tratar de arrendar un piso conocerá el desesperante sentimiento de no poder siquiera visitarlo antes de que se lo lleve otra persona. "Yo tenía un piso en Torrero, en la calle de Barbastro, por 500 euros al mes para alquilar. Lo di de alta por la tarde en la web, y al día siguiente me encontré 31 correos y una avalancha de llamadas", dice Pedro Arellano, gestor de Gestión Inmobiliaria Zaragoza, con una de las carteras de pisos de alquiler más amplias de la ciudad. Las inmobiliarias tienen fila, literalmente, para desprenderse de estos inmuebles y deben hacer una criba en la que, muchas veces, hacen un seguro de impago (en el que se solicita la nómina) y se fijan en la profesión del interesado o interesada, por ejemplo.

Juan Morgado, de Inmobiliaria Morgado, también reconoce que los pisos situados en esta franja de precio desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. "Puse hace poco un piso en San Pablo, pegado a a la avenida de César Augusto, en una tercera planta, sin ascensor, de dos habitaciones y listo para vivir. Pusimos 500 euros al mes. En cuatro días, entre llamadas y correos, tuve 117 contactos. Es brutal", expresa. A su juicio, el alquiler "ha subido muchísimo", porque han incrementado los tipos de interés de las hipotecas. "La gente que quería comprar una vivienda se espera ahora un par de años y vive de alquiler", añade. 

Ante esta situación, la demanda es insostenible y la oferta es cada vez menor. De hecho, los requisitos de los propietarios se endurecen cada vez más. "Ahora cada día hacen más seguros de impago de alquiler, y hay un porcentaje elevado de gente que no va a poder ni alquilar un piso los próximos años", vaticina Morgado. Para la criba, algunos llegan a pedir un sueldo de 1.800 euros netos y un contrato de, al menos, un año en la misma empresa para arrendar un piso de solo 500 euros al mes. "Cada vez viene más gente de fuera y van a tener un problema porque no podrán alquilar", asegura. De hecho, en el caso del piso de San Pablo para el que recibió más de 100 solicitudes, el 70% de los interesados ni siquiera llegaron a visitar el inmueble al conocer los requisitos. "Luego están los perfiles de ingenieros, médicos... Con esos no suele haber problemas, pero mucha gente interesada en estos pisos más económicos son extranjeros", concluye.

"Cuando es un precio de escándalo, de 450 euros mínimo (que no hay) hasta los 700, los anuncios duran 24 o 48 horas como mucho", expresa Arellano. Por encima de esa horquilla de precios "baja la demanda, es otro perfil de vivienda". Pone el ejemplo de un piso que la inmobiliaria gestionaba en la calle de Pedro María Ric por 1.550 euros. Estuvo tres meses buscando un inquilino, que finalmente encontró por 900 euros al mes.

Un piso en alquiler en Idealista de tres habitaciones por 790 euros al mes en la zona de la Universidad.
Un piso en alquiler en Idealista de tres habitaciones por 790 euros al mes en la zona de la Universidad.
Idealista.es

"El alquiler exprés depende mucho de los precios y del valor real del inmueble. Un precio estándar, entre 450 o 750 euros al mes, dura entre 24 y 48 horas, haciendo criba y haciendo selección de inquilinos", incide Pedro Arellano. El perfil de gente que suele buscar este tipo de pisos son, primordialmente, extranjeros. Suelen ser viviendas muy antiguas, de los años 60 o 70.

La Ley de Vivienda hace mella

Estos alquileres exprés se producen por la escasa oferta. "Hay muy poquitos anuncios. Tengo una de las mayores carteras inmobiliarias de alquileres de Zaragoza, con 2.500 pisos rotando, y se ha notado la Ley de Vivienda. Yo ofertaba casi uno diario, con 20 o 30 alquileres mensuales. Ahora hago entorno a 10 al mes, se han reducido a la mitad, pero por la oferta, porque demanda hay mucha", expresa el gestor de GIZ. Esto se puede extrapolar al resto de la provincia. "En pueblos de la ribera alta o baja me entran solo cuatro o cinco alquileres al año, que se van en nada porque hay lista de espera", se lamenta.

Es consecuencia, dice, de la Ley de Vivienda. "El propietario se siente inseguro", añade. En este sentido, el consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística del Gobierno de Aragón, Octavio López, ya anunció que se creará a lo largo del año que viene la primera ley de vivienda propia de la Comunidad. Uno de sus objetivos principales es mejorar este aspecto, el de la inseguridad jurídica que atormenta a los propietarios, principalmente por el tema de la okupación. "Hay que incentivar la compra del inversor para que las ponga en alquiler", sentencia Arellano.

Esta nueva norma ha repercutido, directamente, a la oferta y en los precios. "Si los propietarios tienen que pagar los honorarios y el seguro de impago, suben los precios, porque mucha gente va a sacar rentabilidad, son inversores. Al final, se cansan de los pisos, van a lo más fácil, a pedir un sueldo alto para ahorrarse problemas. Las cribas, al final, las hacen los propios seguros con sus requisitos", sentencia Juan Morgado.

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