Un ring para jóvenes escritores en Zaragoza

Este viernes se celebra en el Patio de la Infanta de Ibercaja la final de Luchalibro, una competición de improvisación literaria juvenil.

La Luchalibro de Zaragoza en 2019.
La Luchalibro de Zaragoza en 2019.
Atrapavientos

Para las personas capaces de sacar partido de la creatividad, incluso en los momentos de máxima tensión, las palabras pueden ser la mejor arma. Bien lo saben los jóvenes de entre 15 y 20 años que este viernes 15 de septiembre van a enfrentarse en la final de Luchalibro en Zaragoza, un concurso de improvisación literaria en el que tendrán que crear un relato en cinco minutos a partir de tres palabras.

Lo organiza la asociación de fomento de la lectura y escritura sin ánimo de lucro Atrapavientos, con la colaboración de Fundación Ibercaja y el aval del Ministerio de Cultura. Jorge Gonzalvo, presidente de Atrapavientos, define esta competición como "un semillero de talento" que permite descubrir a los jóvenes escritores nacionales y darles la que probablemente es su primera oportunidad editorial, pues el premio del ganador es la publicación de un libro con la Editorial Raspabook.

El concurso comenzó en enero, cuando se abrió el plazo para intentar clasificarse en la final de este viernes. Hasta mayo, los interesados tenían que escribir un relato breve que incluyera tres palabras: persiana, maracas y tintero. Llegaron "bastante más de 100 relatos de toda España", entre los que los profesores de escritura creativa de Atrapavientos seleccionaron a los ocho mejores. Ellos pudieron participar en dos talleres de escritura creativa y expresión corporal enfocados en el concurso, y serán los que se enfrenten este viernes a las 18.00 en el Patio de la Infanta de Fundación Ibercaja.

Ataviados con máscaras de lucha libre mexicanas y sus propios apodos de luchadores; Maloconocido, Caos, Tori, Támaker Scarlet, Letterman, Frog, Mo Cuishle y Copérnico se enfrentarán por parejas. En cinco minutos deberán crear una historia, cuya elaboración se proyectará en una pantalla, en la que aparezcan tres palabras aleatorias seleccionadas por la organización. Un jurado compuesto por Javi Vázquez, periodista y escritor; Patricia Ramírez, psicóloga, escritora y actriz, y Asún Martín, de la Editorial Raspabook, elegirán al que pasa a la siguiente ronda. El perdedor deberá quitarse la máscara y abandonar el ring.

El proceso se repetirá hasta que solo quede una persona, que será la ganadora y recibirá el cinturón de la victoria. A diferencia del resto de participantes, el vencedor no se quitará la máscara y su identidad permanecerá en secreto hasta la próxima Feria del Libro, cuando presentará su historia.

En la cita estará también el actor Rafa Blanca, que será el presentador y hará las veces de árbitro. Le acompañará Onomatopeya King, un personaje que "triunfó en la edición anterior" y que, además de entorpecer la labor de Blanca, se ocupará de levantar los carteles de asalto. Un DJ dará un toque musical al encuentro.

Una competición con historia

Luchalibro no es ninguna novedad. Aunque España todavía no se ha familiarizado con ella, se trata de una vieja conocida en América Latina. La competición surgió en Perú, de la mano de Christopher Vásquez, hace ya más de 15 años. De allí se movió a México y, finalmente, llegó a España.

La primera Luchalibro española se celebró en las Islas Canarias, y de ahí se trasladó a Valladolid en 2018. Fue entonces cuando Atrapavientos descubrió su existencia y decidió traerla a Zaragoza. En 2019, se llevaron a cabo tres competiciones con este formato la península ibérica. Una en Madrid y dos en la capital aragonesa, las categorías juvenil y absoluta. Fueron "un éxito", pero la pandemia hizo imposible que se pudiera repetir hasta este año, cuando, desde Atrapavientos, decidieron recuperar "al menos" la categoría juvenil. "Nos gustaría que se consolidara", cuenta Gonzalvo. Por ahora, ya han vuelto a presentar el proyecto al Ministerio de Cultura.

El presidente de Atrapavientos defiende que es una de las mejores iniciativas para el fomento de la lectura y la escritura en los jóvenes. "Hay muchas cosas que no funcionan, como las lecturas obligatorias -sostiene-. Queremos que participar no lo vean como una obligación, sino como un entretenimiento". Considera que el ambiente “gamberro” atrae mucho a estas edades y les ayuda a ver la lectura "de manera colectiva". 

"Acuden cientos de personas a ver cómo otras personas escriben", señala. Y es que cualquiera puede acudir de público al evento si se apunta a través de la página web de Fundación Ibercaja. Afirma que ya han confirmado su asistencia este año entre 150 y 200 personas. Además, insiste en que la idea de que las nuevas generaciones rechazan la lectura es errónea: "Los jóvenes en España leen mucho y leen bien".

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