zaragoza
Un informe del Colegio de Geógrafos urge a reubicar el María Zambrano
El estudio asegura que el muro perimetral que ha levantado la DGA "no sirve de defensa real" y que las medidas "no garantizan la seguridad ni de bienes ni de personas".
Entre las múltiples afecciones que dejó la tormenta torrencial del pasado 6 de julio, el colegio público María Zambrano de Zaragoza se llevó la peor parte. Para que estuviera operativo para el inicio de curso y proteger el inmueble y a los alumnos y trabajadores en caso de que ocurra un fenómeno similar, el Gobierno autonómico ha invertido más de un millón de euros. Sin embargo, el Colegio de Geógrafos de Aragón publicó este martes un informe en el que considera insuficientes las medidas tomadas por la institución e, incluso, llega a recomendar a las familias que opten por otro centro para matricular a sus hijos.
El estudio se llevó a cabo a petición de un grupo de padres y se basa en un análisis exhaustivo de la morfología del barranco de la Muerte, por donde bajó el agua que anegó el edificio, y sus peculiaridades y en una valoración de las acciones tomadas por la administración. Tanto la DGA como el Ayuntamiento de Zaragoza determinaron con una investigación previa que el muro perimetral que se ha levantado alrededor del edificio educativo sería suficiente para contener una riada hasta del doble de magnitud que la que se desencadenó en julio.
Sin embargo, los geógrafos rechazan esta tesis y aseguran que "no garantizan la seguridad ni de bienes ni de personas amenazadas". Dicen, de hecho, que la protección "no sirve de defensa real" ante una arroyada de tanta energía y que "ejerce una sensación de falsa seguridad". Añaden además que se podría producir un "efecto de retención", lo que generaría "afecciones mayores en las infraestructuras cercanas", es decir, concretan, en las instalaciones de la Policía Local de Zaragoza, viales y equipamientos comerciales.
También dicen que el aliviadero de aguas pluviales es "insuficiente" y "vulnerable a ser obturado por material sedimentario grosero".
Por otro lado, el informe del Colegio de Geógrafos analiza cuál es la posibilidad de que vuelva a producirse a corto, medio o largo plazo una situación de estas características. Recuerdan que el cambio climático hace que la meteorología sea cada vez más variable y que aumenta la regularidad de fenómenos adversos como el del pasado 6 de julio. Y finalmente determinan que el periodo de retorno estimado es inferior a 20 años, es decir, que en ese tiempo podría volver a registrarse una tormenta similar.
Por ello, los geógrafos concluyen que es "obligatorio, urgente e inequívoco", en primer lugar, llevar a cabo un estudio de riesgo por avenidas extremas para el barranco de la Muerte y urgen a "reubicar de forma urgente los equipamientos existentes en el lecho de su cauce" a otra zona de Parque Venecia. Manifiestan, asimismo, que se debería "analizar y resolver la responsabilidad patrimonial compartida existente por la declaración legal indebida de suelo urbano de la zona de estudio".
"Máximas garantías de seguridad"
Desde el Gobierno de Aragón, sin embargo, el secretario general técnico de Educación, Manuel Magdaleno, garantizó que el muro perimetral sí que asegura el centro ante una posible nueva tormenta, como determinan los otros informes. "Podemos decir que los alumnos van a poder regresar con normalidad y máxima garantía de seguridad", ha recalcado. El Ejecutivo autonómico también ha preparado un plan de evacuación y, como dijo la consejera del ramo, Claudia Pérez Forniés, no se descarta tomar más medidas en el futuro.
El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, llevará a cabo varias actuaciones en coordinación con la DGA y con la Confederación Hirdrográfica del Ebro (CHE), entre otras, la instalación de sensores de monitorización en el barranco, que permitirían activar el plan de emergencias con antelación en caso de que fuera necesario.
También se contempla prolongar el muro para que proteja también las instalaciones de la Policía Local ubicadas junto al colegio, así como abrir un canal perimetral entre esta barrera y el barranco que ayudaría a retener el agua si se produjera otra vez una gran avenida, "reduciendo en gran medida los calados aguas arriba". Los informes municipales sugieren, asimismo, crear una "estación meteorológica en la cuenca, agua arriba de la Z-40, con sistemas de aviso por intensidades de precipitación".
